Ahora llaman batch cooking a lo que hacían nuestras abuelas

ALIMENTACIÓN Y SALUD Julia VOSCO
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Los anglicismos son de lo más comunes en el día a día. Algunos llegaron de repente y no se han ido, como el término 'spoiler' (frente al muy castellano 'destripe'); otros forman parte del entorno laboral (que si email, o márketing, o newsletter); y otros ponen nombre a cosas que han ocurrido siempre, pero no tenían denominación. Este último caso es el del 'batch cooking'.

Lo del 'batch cooking' no es más que dedicar un día (mejor dicho, una tarde) a cocinar para no tener que hacerlo el resto de la semana. Vamos, nada más lejos de lo que han hecho nuestras abuelas y abuelos, y nuestros padres y madres, toda la vida. Eso de ponerse a cocinar y hacer 'tuppers' para el resto de la semana. Lo bueno de llamarlo ahora 'batch cooking' es que, gracias a la difusión del concepto, hay muchos más consejos y menús, que nos hacen la vida más fácil.

La idea es esa, elegir un día de la semana, normalmente el domingo, y hacer elaboraciones que podamos tomar durante varios días. Y para ello, lo mejor es pensar en elaboraciones que puedan 'aguantar' bien a lo largo de la semana. La dietista-nutricionista Ana Amengual, autora del libro «Por orden en tu cocina», comenta que lo más fácil es dividir el cocinado en tres rondas: en una prepararemos vegetales, en otra proteínas, y en otra hidratos. De esta manera, se optimiza el tiempo y los resultados.

Cocinar por grupos de alimentos
Asimismo, de esta manera se hacen separaciones de grupos de alimentos, muy útiles a la hora de hacer 'batch cooking'. Comenta la nutricionista que lo ideal es guardar las elaboraciones en recipientes separados. Por ejemplo, en uno las verduras, en otro carnes, en otro pasta o arroz; así se pueden realizar más combinaciones. «Hacerlo por separado abre las puertas a comer más variado. Yo por ejemplo un día elijo arroz, y lo combino con verduras y un poco de pescado. Y al día siguiente puedo utilizar esas mismas verduras pero con pollo, y aprovecho un alimento dos veces».

La clave para que los alimentos se conserven sin problemas varios días es la hidratación. «La comida, debidamente refrigerada, dura cuatro días sin problema», apunta Amengual, que añade que cuanto más hidratada esté, mejor será la conservación. Si hablamos de congelar (una buena opción, pues alargamos la vida útil de los alimentos una vez preparados), la hidratación es esencial. El consejo principal de la nutricionista es cocinar con caldo, para que al descongelar el plato esté más juguoso. «Por ejemplo, salteas un poco de verdura, o cebolla, le pones unos trocitos de patata, echas un caldo y al esperar que todo hierva, se queda con mucha agua. Así evitas que esté seco una vez lo descongeles», explica.

Cómo conservar la comida
Por otro lado, es importante qué recipientes elegimos a la hora de guardar los alimentos. La recomendación de Niklas Gustafson, colaborador de ABC Bienestar, es decantarnos por envases de vidrio, pues además de ser sostenibles y reciclables, los botes y recipientes de cristal no cogen olores ni sabores previos, se pueden lavar y reutilizar y pueden ir directos del congelador al microondas sin riesgo de que contaminen el alimento en ninguno de esos pasos. Ana Amengual añade que es importante que el cierre de estos recipientes sea hermético y comenta que, si fuera posible, lo ideal sería conservarlo al vacío.

Podemos hacer un 'batch cooking' más simple (verduras, proteínas e hidratos, e ir combinando estos durante la semana) o buscar inspiración para ir un poco más allá. Libros, cuentas de Instagram, ¡y nuestros abuelos y padres! son fuentes de inspiración para cocinar menos y comer rico y saludable durante la semana.

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