A nivel emocional, vivir ahora es más difícil que nunca antes en la historia de la humanidad

SALUD Carola LEVI
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En unos tiempos convulsos en los que vivimos rodeados de miedo e incertidumbre, los problemas de salud mental han aumentado sustancialmente.

Según Rafael Santandreu, ilustre psicólogo y autor de libros tan famosos como 'El arte de no amargarse la vida', más de un 20% de la población sufre estos problemas; una cifra que se ha duplicado con la pandemia del coronavirus.

En esta ocasión, y a través de 'Sin miedo', su último libro, revela el método definitivo para superar los ataques de pánico, el TOC, la hipocondría y cualquier temor irracional agudo.

¿Qué son los ataques de desequilibrio emocional?

Los ataques de desequilibrio emocional suceden cuando una emoción negativa se descontrola y te invade hasta el punto de que sientes que no puedes con ella. Fundamentalmente suelen ser ansiedad y tristeza.

 Y es de descontrol emocional porque uno ha perdido el control y está invadido por ello, te limita totalmente: ya no puedes disfrutar de la vida ni puedes prestar atención.

¿La ansiedad y el TOC se encuentran dentro de estos ataques?

Sí, los ataques de ansiedad y el TOC son grandes representantes de estos ataques de desequilibrio emocional, es otra manera de llamarlos. Si le pongo este nombre es porque hay otras emociones que se pueden presentar, pero estas son las más preponderantes, las que se manifiestan más.

¿Y qué les ocurre a las personas que los sufren? ¿Cómo de duro es convivir con ellos?

Es muy duro porque hay un sufrimiento muy grande... Cuando las emociones negativas son tan grandes, tan agudas, es como si te invadiera un dolor físico prácticamente insoportable que tienes que aguantar.

Eso, a las personas que lo padecen, que lo pueden padecer cada día incluso, pues les desmonta mucho la vida hasta el extremo de que no pueden trabajar, se tienen que aislar, no pueden tener relaciones sociales o están muy mermadas… No es nada raro que en un momento dado piensen que no vale la pena vivir así.

¿Qué porcentaje de la población convive con estos ataques en España?

Un 20% de personas, que es muchísimo. De hecho, nunca este índice había sido tan alto, ¡hay una epidemia de eso!

¿Este índice tan alto puede deberse a que antes no se tenía tanta conciencia sobre la importancia crucial que tiene la salud mental?

No, es porque la vida es mucho más compleja y es más fácil que las emociones se descontrolen. Es más difícil vivir ahora que nunca antes en la historia de la humanidad a nivel emocional porque vivimos con muchísimas exigencias personales o sociales. Piénsalo, la vida de nuestros abuelos o tatarabuelos era mucho más sencilla y tranquila en comparación con la nuestra.

Y aunque el crecimiento de este índice podría deberse a la mayor conciencia que se tiene sobre la importancia de la salud mental, sabemos que no es así porque no para de subir desde que lo registramos. No es solamente que no registremos los datos o no le prestemos atención, es porque es una cifra que sigue subiendo desde que lo hacemos.

También es difícil percatarse del aumento de la exigencia de la vida porque es algo muy gradual. Te vas adaptando a ello y no te das cuenta de cómo era antes. Si haces un ejercicio de mirar cómo eran las vidas de las personas que vivieron antes que nosotros, es que eran increíblemente más tranquilas y simplificadas: la mayor parte de la gente de la época de nuestros abuelos nacía y moría en la misma casa, se casaba con una de las cinco chicas libres del pueblo, trabajaba en lo que había trabajado su padre, ¡no tenían relojes! Imagínate qué sencilla era la vida.

La pandemia también habrá empeorado este índice.

Claro, ha aumentado la cifra en un 30%. Si antes te comentaba que un 20% de la población tiene serios problemas de descontrol emocional, ahora esa cifra debe ser un 30% superior porque esto que ha sucedido ha supuesto un trauma y ahora estamos viviendo un fenómeno de estrés postraumático a gran escala. Todo esto ha dejado una huella de temor en las personas, tanto es así que los síntomas se han incrementado y muchas personas han debutado comenzando a padecer trastornos de ansiedad.

¿Cómo puede la mente producir los síntomas y el dolor que experimentan las personas que sufren este tipo de ataques?

La mente humana es un fenómeno que está relacionado con cogerle miedo al propio miedo.

Existen dos tipos de miedo: los miedos a cosas externas y los miedos a cosas internas, que son los realmente peligrosos para el ser humano. Si tú le tienes miedo a los gatos, no pasa nada, con separarte de los gatos basta; pero si le coges miedo a que el corazón te vaya muy deprisa, a tus pensamientos o a la propia tristeza, ese miedo se retroalimenta y se descontrola. Por eso sucede este fenómeno del descontrol emocional, porque el ser humano es capaz de cogerle miedo al miedo y también a sensaciones internas. Si caes en ellos, digamos que es como si hubieras caído en arenas movedizas.

¿Y cómo puede salir una persona de estas arenas movedizas?

Tiene que aprender una tecnología que llamamos de desensibilización o de dejarle de tener miedo al propio miedo. Es algo muy fácil de decir y muy difícil de hacer, pero la persona que ha caído en esto no tiene otro remedio porque no hay otra salida.

Esta desensibilización pasa por exponerse a esa sensación negativa y aprender a dejar de tenerle miedo a través de experimentarla muchas veces con calma. En el momento en el que te expones abiertamente y le dejas de tener miedo desaparece para siempre.

Pero para llevar a cabo este proceso hace falta mucha valentía y, como explico en mi libro, también hace falta tener fe desde un punto de vista laico. ¿Qué significa? Hacer algo sin estar nada seguro de que vaya a funcionar. ¡Hay que tener mucha fe para entrar en contacto con lo que más temes y permanecer voluntariamente ahí! Es como bajar al infierno y quedarte en ese sitio lo más tranquilo posible, como poner la mano en el fuego y no retirarla…

Pero si lo consiguen les espera la paz, la fortaleza, la alegría, la verdadera cura.

¿El primer paso de este proceso sería afrontar?

Sí. El primer paso es afrontar, el segundo aceptar, el tercero flotar y el último consiste en dejar pasar el tiempo.

El primer paso es que la persona tiene que ir una y otra vez a ese lugar donde habita el temor. Si no va activamente a buscar el malestar, no se curará.

El segundo paso es aceptar, que es el más difícil. Tienes que aceptar, abrirte, a la experiencia de todo ese malestar, porque si lo rechazas te va a perseguir.

Flotar hace referencia a intentar relajarte lo máximo posible. Alguien que tenga ataques de pánico pensará que es imposible relajarse con uno, pero se puede y lo tienen que intentar. Para ello te puedes poner música bonita o salir a pasear mientras acepta lo que te está sucediendo en ese momento.

Y el último paso es que has de ser consciente de que no te vas a curra inmediatamente, posiblemente vas a necesitar meses de trabajo.

Comenta en su libro que muchos cometen el error de aceptar sus síntomas al 99% y no al 100%, ¿en qué consiste ese uno por ciento y cómo puede alcanzarlo una persona que lleva tanto recorrido?

Para alcanzarlo lo que tienen que hacer es seguir mientras dure el malestar. ¿Y qué supone? Hay una cosa paradójica en este trabajo: la persona se cura cuando le da igual curarse o no, y eso es aceptar al 100%. Eso es algo que se logra tras muchas exposiciones, si tienes prisa no alcanzarás ese 100%.

Es práctica.

¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?

Un TOC es un problema por el cual una persona se queda bloqueada con una preocupación y no hay manera de resolverla o apartarla de su mente.

Es parecido a cuando cada uno de nosotros debe tomar una decisión difícil y no duermes toda la noche dándole vueltas a algo, pues las personas con TOC experimentan eso todos los días de su vida. Es un sufrimiento muy grande.

¿Qué recomendaría a una persona que tenga un trastorno obsesivo compulsivo? ¿Cómo pueden poner fin a estas preocupaciones y pensamientos?

Yo recomendaría a estas personas que convivieran con esa preocupación, sin intentar modificarla, hasta que dejen de tenerle miedo. Si es miedo a los gérmenes, por ejemplo, yo recomiendo ensuciarse todos los días a propósito, sin lavarse, y tolerar el malestar.

¿Cómo puede una persona ayudar a un ser querido que sufre TOC o ataques de ansiedad?

Tiene que dejar de ayudarle en la dirección de la evitación, es muy posible que la persona le pida ayuda y no tiene que dársela... Por lo tanto, y paradójicamente, es la ayuda más difícil porque no la quieres ver sufrir.

Entonces, este ser querido tiene que hacer lo más complicado: esforzarse por animar al afectado a que haga un proceso de autocuración que va a implicar sufrimiento. Además, puede respetar su trabajo, darle ánimos, pero no protegerlo en absoluto...

Por otro lado, la persona que sufre TOC o ataques de ansiedad tiene que saber que el único que se puede curar de esto es uno mismo. Ahí estás solo ante el peligro.

¿Es posible no tener miedo a nada?

Es posible no tener miedo excesivo a nada. ¿Qué significa esto? Que toda tu experiencia de emociones negativas sea muy ligera, tanto que no te impide tener una vida feliz siempre. Las experimentas, pero como un leve aviso.

Extirparlas del todo no es posible ni sería aconsejable, porque no te protegerías y la vida sería demasiado monótona.

Un poco de emoción negativa muy ligera es de agradecer: un poco de melancolía, de tensión cuando ves una película de miedo, los nervios antes de jugar al fútbol… Si no sería muy aburrido.

En el libro incluye varios testimonios de personas que se han curado a sí mismas, con ayuda de un profesional o no, de trastornos del miedo. ¿Cuánto pueden ayudar todos estos testimonios a quienes los sufren?

Muchas personas que padecen estos problemas creen que no tiene curación y leer la confianza de que otras personas lo han hecho, y poderlo leer, les va a dar esta seguridad de que este es el camino correcto.

Y para todos aquellos que están atravesando un momento tan complicado en su vida en estos momentos, ¿hay luz al final del túnel?

Cientos de miles de personas han hecho este trabajo personal de transformación de su mente y personas que estaban en momentos de descontrol total… Son pruebas claras de que este camino le está esperando.

Y sí, es duro, pero la recompensa es brutal.

Fuente: abc.es

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