¿Sabes en qué consiste la alimentación intuitiva?

El cuerpo funciona mejor si comemos cuando tenemos hambre y paramos cuando ya estamos satisfechos

DIETAS Julia VOSCO
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odos tenemos un mecanismo que regula nuestras medidas y darle al cuerpo las necesidades que demanda es fundamental para su correcto funcionamiento. La manera en que este las solicita es a través de señales, que identificamos y así actuamos en consecuencia. Esta mecánica se aplica a funciones corporales básicas como orinar, dormir… y, claro está, comer. Cubrir las demandas nutricionales es vital para que nuestro 'motor' tenga energía, para alimentar nuestros tejidos o para que nuestros órganos funcionen de manera correcta. Pero no siempre sabemos identificar adecuadamente las alertas.

 
Precisamente de esto trata la alimentación intuitiva, se aprender a escuchar nuestro cuerpo. "Si comemos poco el metabolismo se ralentiza (…) si comemos demasiado, se ralentiza también", asegura la Dra. Susie Orbach en su libro Come lo que te pida el cuerpo. Y así es, bien porque guarda todo lo posible pensando que ha carencia o bien porque no procesa el exceso de comida, el metabolismo no funciona correctamente. ¿La clave? Comer cuando tenemos hambre y parar cuando estemos satisfechos. Parece simple, pero no lo es. Lo más probable es que hayamos 'jugado' con las señales del hambre y que tengamos que volver a identificarlas de nuevo.

No solo se trata de darse cuenta del momento en que nuestro cuerpo necesita alimentarse; también de qué está demandando o cómo a través del 'hambre' se pueden esconder otras necesidades. Cómo nos relacionamos con la comida habla de cómo nos relacionamos emocionalmente con los demás y con nosotros mismos, tal y como abordamos hace tiempo en un artículo dedicado al hambre emocional. La tristeza, la rabia o el miedo al abandono pueden esconderse tras una actitud poco saludable con la comida.

Claves para practicar la alimentación intuitiva
La Dra. Susie Orbach incluye en el título anteriormente mencionado una serie de pautas para iniciarse en la alimentación intuitiva. Un punto de partida que actúa como referente para transformar la manera de comer.

Come cuando tengas hambre. No esperes a estar demasiado hambrienta y, si no estás segura de tenerla, no comas

Come lo que tu cuerpo te pide. Si tienes deseos de comer algo, cómelo. Observa cómo sabe y descubre si disfrutas tanto como esperabas. Si ninguno de los alimentos que imaginas concuerda con tu apetito puede que en realidad no necesites comer

Descubre por qué comes cuando no tienes hambre. Puede que comas para cubrir una carencia emocional (un abrazo, llorar, expresarte…) o física, como dormir, por ejemplo. Permítete descubrir lo que realmente quieres

Saborea cada bocado, disfrútalo. Si no lo haces es que no necesitas comer

Deja de comer cuando estés llena. Comienza cuando identifiques el hambre, presta atención al momento de estar comiendo y para cuando estés satisfecha

Si sientes tu cuerpo bloqueado, haz 40 minutos de ejercicio físico tres veces a la semana. Caminar, correr, bailar… ¡lo que quieras! Pondrás en marcha un sistema inactivo

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