Agorafobia, un trastorno de ansiedad que aísla y paraliza

NOTICIAS DE INTERÉS Guillermo Lobo
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Claudia sentía que se iba a morir. Por años, se perdió disfrutar de los espacios verdes de la Ciudad, la naturaleza, el sol, de unas vacaciones que implicaran salir de su hábitat: su hogar. No salía ni hacer las compras, no podía, no era una elección.

 
Ella sufre de ansiedad social y agorafobia. Se trata del “miedo a estar en lugares o situaciones de los cuáles pueda ser difícil o embarazoso escapar o en los cuáles no pueda disponerse de ayuda en el caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares”, según la definición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

En otras palabras, se trata de uno de los trastornos de la ansiedad más incapacitantes, según explicó Gustavo Bustamante (M.N. 25.456), psicólogo y presidente de la Fundación Fobia Club. Es decir, estar en un transporte público, en un lugar cerrado, en espacios abiertos o con mucha gente alrededor pueden convertirse en miedos paralizantes para los pacientes.


“El parque es inmenso, pero creo que lo voy a poder hacer. Por suerte no me transpiran las manos. Es un espacio enorme, una inmensidad. A pesar de los nervios del principio, esto anticipativo que tenemos las personas con agorafobia, creo que lo voy a poder hacer”, fueron sus palabras cuando TN la acompañó al Planetario para que contara su historia.

“La gente no entendía por qué yo no podía salir a la calle o ir a comprar. Estuve por renunciar a mi trabajo. Mi mamá me ayudó mucho. En ese momento mi hijo tenía dos años, pero gracias a Dios ella estuvo en todo mi proceso de recuperación”, confesó.

Bustamante contó que los pacientes con agorafobia piensan que deben hacer todo perfecto porque, en el fondo, “son grandes perfeccionistas”. “Para mejorar y recuperarse deben desaprender ciertas conductas de miedo. Minimizar es algo muy común de este cuadro, pero es una enfermedad que requiere tratamiento”, aclaró.

Agorafobia: qué es y cuáles son los síntomas
La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que se tiene miedo excesivo a los lugares o las situaciones que podrían causar pánico y hacer sentir a alguien atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que evita ese tipo de lugares o situaciones.

En general, los afectados le temen a una situación real o anticipada, como usar el transporte público, estar en espacios abiertos o cerrados, hasta hacer una fila o estar en una multitud.

La ansiedad se produce a raíz del miedo a que no haya medios de escape o ayuda accesibles si se intensifica ese estado. La mayoría de las personas que sufren agorafobia la padecen después de haber tenido uno o más ataques de pánico, lo que los hace preocuparse por volver a tener uno.

El tratamiento de la agorafobia puede resultar desafiante porque, por lo general, implica la confrontación de los miedos. Sin embargo, con psicoterapia y medicamentos se puede superar.

Los síntomas más comunes son: miedo extremo e irracional a salir de casa solo, estar con multitudes o esperar en una fila, a los espacios cerrados (como cines, ascensores o tiendas pequeña), a espacios abiertos (como estacionamientos, puentes o trenes) y, sobre todo, a usar el transporte público (como autobuses, aviones o trenes).

Qué es una fobia
“La fobia está definida como un miedo irracional a un objeto o situación, que el sujeto vive como amenazante, lo que le genera ansiedad y estrés, con síntomas físicos (equivalentes a los del pánico como: taquicardia, falta de aire, problemas digestivos, aleteos de mariposas en el estómago, diarrea, vómitos, alteración de la presión arterial, mareos o desmayos) y mentales, como miedo a morir, a perder el control, a volverse loco, momentos de irrealidad (como que se está viviendo en una película)”, precisó el médico psiquiatra y psicoanalista Claudio Pla (M.N. 52.474).

Por su parte, Bustamante explicó que la fobia es uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad que presenta el ser humano actual. “Podemos decir que se trata de un temor irracional, desmedido y desproporcionado ante la presencia de objetos, animales y situaciones, como por ejemplo las cucarachas, ratas, arañas, víboras, perros, gatos, caballos o parte de ellos, (pelos, plumas etcétera), sustancias u objetos (sangre, líquidos sexuales) o situaciones como tormentas e inundaciones, entre otras. La presencia o el solo imaginarla provocan fuerte temor en quien la padece, por lo que la conducta más frecuente es escapar/huir de eso”, sostuvo.

Por qué se padece una fobia
Bustamante, también director de Instituto de Neurociencias Fobia Club y autor de varios libros de Trastornos de Ansiedad, explicó que las fobias obedecen a cuestiones de origen genético, vivencias traumáticas o aprendizajes sociales.

“La etiología puede ser variada. Algunas están ligadas al desarrollo de la humanidad y, a veces, a la genética, como por ejemplo en el miedo a los insectos. El vivir situaciones estresantes lleva a generar el terreno fértil para desarrollar una fobia, ya que se genera una mayor vulnerabilidad”, detalló.

Para el especialista, los primeros síntomas fóbicos aparecen en la niños, alrededor de los 8 años, y a otros las primeras crisis fóbicas les aparecen frente a situaciones traumáticas a lo largo de la vida.

Por su parte, el psicólogo Omar Alzugaray (M.N. 24.536), especialista en amaxofobia (miedo a conducir) y director de Animate a Manejar, explicó que existen diversas causas predisponentes para la adquisición de una fobia específica.

“Existe un denominador bastante común entre las personas con miedo a manejar que es la elevada autoexigencia, personas que necesitan que todo les salga perfecto para poder hacerlo. No se permiten cometer errores y en todo proceso de adquisición de confianza o de aprendizaje, los errores son importantes para seguir avanzando”, reveló.

Principales síntomas de las fobias
De acuerdo con los especialistas, los síntomas de las fobias se dividen en:

Síntomas físicos: sudoración, respiración anormal, aceleración del latido del corazón, temblores, escalofríos, dolor en el pecho, sequedad de boca, mareos, dolor de cabeza, etcétera.
Síntomas psicológicos: pensamientos distorsionados respecto a la situación o estímulo.
Síntomas conductuales: Evitaciones o huidas.
Según revelaron los especialistas, “el 73% de las consultas por fobias las realizan mujeres, mientras que el 27% restante corresponde a hombres”.

Cómo se tratan las fobias
Considerando que los trastornos de ansiedad son cuadros complejos biopiscosociales, el tratamiento debería ser complejo, incluyendo todos estos componentes: terapia cognitivo comportamental y, en algunos casos, medicación.

“Hoy tenemos recursos de corto plazo como la D-Closerina que sabemos está siendo probada en diferentes estudios controlados, como también el uso controlado de las benzodiacepinas para el inicio del tratamiento. Luego, una vez que el paciente controló su reacción de ansiedad, debemos ir progresivamente retirándola”, precisó Bustamante, tras agregar que los grupos de acompañamiento también contribuyen a la recuperación, así como la exposición y la desensibilización sistemática son la base de la solución a este trastorno.

En tanto, para Alzugaray, la forma más conveniente de superar el miedo a muchas fobias es a través de la “exposición controlada y progresiva a lo que se teme, de la forma más real posible”.

Fuente: TN

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