Los ácidos omega 3 tienen efectos neuroprotectores para las personas con ELA, afirmó un estudio de Harvard

ALIMENTACIÓN Y SALUD Gina NAVARRO
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Las personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que consumen más alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, en particular el ácido alfa-linolénico (ALA), presente en las semillas de lino, las nueces y los aceites de chía, canola y soja; pueden sufrir un deterioro físico más lento de la enfermedad y tener una supervivencia ligeramente mayor.

Estos son los resultados de un estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, que se publicó en la revista Neurology, y analizó la sobrevida de personas con ELA en el transcurso de 18 meses. Los investigadores, además, descubrieron que un ácido graso omega-6 también podría ser beneficioso.

En una nota reciente con Infobae, el doctor Roberto Rey, profesor adjunto en la Universidad de Buenos Aires (UBA), director de la diplomatura de electromiografía de la misma institución y jefe de Neurología en el Sanatorio Finochietto, explicó: “La ELA es una enfermedad del sistema motor y se produce por una degeneración y muerte precoz de un grupo de neuronas -tanto cerebrales como de la médula espinal- en el bulbo raquídeo (N de R: una estructura del sistema nervioso)”.

“Hallazgos previos de nuestro grupo de investigación han demostrado que una dieta alta en ALA y niveles elevados de este ácido graso en la sangre pueden disminuir el riesgo de desarrollar ELA”, asegura el documento publicado en Neurology.

En ese sentido, el autor principal Kjetil Bjornevik, profesor asistente de epidemiología y nutrición, explicó: “Encontramos que entre las personas que viven con ELA, los niveles más altos de ALA en la sangre también se asociaron con una progresión más lenta de la enfermedad y un menor riesgo de muerte dentro del período de estudio”. Y agregó: “Estos hallazgos, junto con nuestra investigación anterior, sugieren que este ácido graso puede tener efectos neuroprotectores que podrían beneficiar a las personas con esta enfermedad”.

Por su parte, la doctora Mónica Katz, médica especialista en nutrición, directora de la diplomatura de obesidad de la Universidad Favaloro, explicó a Infobae sobre este estudio: “En este caso, lo que hicieron los investigadores es dosar en sangre los niveles de estas grasas, básicamente del alfa-linolénico, un omega-3 de 18 carbonos, y observaron en un grupo de pacientes que tenían el menor y el mayor nivel de este en sangre. A los 18 meses, los que tenían mayor sobrevida y mejor funcionalidad conservadacon estas enfermedades degenerativas neurales, eran exactamente los que tenían mayores niveles en sangre, no de ingesta”.

La doctora Katz sumó: “Esta investigación se torna valiosa porque normalmente los estudios en nutrición evalúan la ingesta de la persona, por ejemplo, cuánto comió ayer, cuánto comió la última semana, es decir, es todo muy indirecto porque depende de los datos que el paciente aporta”.

En este caso, avanzaron un poco más y lo que hicieron es dosar la cantidad de ese ácido graso que tenían en sangre - continuó la experta-. Y en ese sentido esto es importante porque por lo menos se ve una asociación, es decir, dos variables se asocian en el sentido positivo: cuanto más nivel existe de alfa-linolénico, mayor sobrevida y mejor función, a los 18 meses”.

Asimismo, la experta resaltó el trabajo e indicó: “Quizá lo que hay que hacer es incentivar el consumo de alimentos que la gente no come tanto, que son los que aportan estas grasas que se asociaron a mejoría o menor evolución del deterioro cognitivo y la muerte en pacientes con estas enfermedades degenerativas como esclerosis múltiple o ELA, la esclerosis lateral amiotrófica”.

Fuente: Infobae

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