Los seis beneficios más sorprendentes de comer lechuga

Sí, es un alimento básico en las ensaladas, pero ¿sabías que la lechuga tiene muchos beneficios para la salud?

Cultivada desde hace más de 2.500 años, se originó en regiones de Eurasia y América del Norte y sigue siendo un componente esencial en la dieta diaria por sus propiedades nutricionales.

Cuando se consume como parte de una dieta sana y equilibrada junto con un estilo de vida activo, la lechuga puede proporcionar increíbles beneficios para la salud, incluida la posibilidad de mejorar la salud ocular, la salud ósea, la salud cardíaca y el sueño. También ayuda a perder peso.

Los seis beneficios más sorprendentes de comer lechuga
A continuación, se presentan los principales beneficios de la lechuga, respaldados por expertos en nutrición.

Baja en calorías y rica en nutrientes. Una de las características más destacadas de la lechuga es su bajo contenido calórico. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), 100 gramos de lechuga aportan solo 17 calorías, lo que la convierte en un alimento ideal para quienes buscan controlar su peso sin sacrificar la ingesta de nutrientes esenciales. Aunque es baja en calorías, es rica en vitaminas y minerales como la vitamina C, vitamina K, folato y potasio, elementos clave para el correcto funcionamiento del organismo.

Fuente de antioxidantes. La lechuga, en especial las variedades de hojas oscuras como la romana, contiene antioxidantes como los flavonoides y los carotenoides. Estos compuestos tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que dañan las células y que están relacionadas con el envejecimiento y enfermedades crónicas. Un estudio publicado en el Journal of Agriculture and Food Chemistry destacó que los antioxidantes presentes en la lechuga ayudan a prevenir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Mejora la salud digestiva. Debido a su alto contenido de agua (más del 95%), la lechuga es un alimento hidratante y de fácil digestión. Nutricionistas como Juan Revenga, autor de “Con las manos en la mesa”, señalan que su fibra dietética contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo, favoreciendo el tránsito intestinal y previniendo el estreñimiento. Esta fibra también ayuda a mantener una flora intestinal equilibrada, lo que es crucial para la salud general del sistema digestivo

Ayuda a la salud ósea. Es una fuente de vitamina K, que desempeña un papel fundamental en la formación de proteínas involucradas en la coagulación sanguínea y en el mantenimiento de huesos fuertes. Investigaciones del Harvard TH Chan School of Public Health afirman que una ingesta adecuada de vitamina K puede reducir el riesgo de fracturas óseas.

Promueve el sueño y reduce el estrés. La lechuga contiene lactucarium, una sustancia que tiene efectos sedantes suaves. Estudios, como el publicado en la revista Food Science & Biotechnology, han demostrado que el consumo de extracto de lechuga puede tener efectos relajantes y ansiolíticos, ayudando a mejorar la calidad del sueño y reducir los niveles de estrés.

Contribuye a la hidratación. Gracias a su alto contenido de agua, la lechuga es una excelente fuente de hidratación. La Dra. Elena Blanco, nutricionista clínica de España, señala que incluir alimentos con alto contenido de agua en la dieta puede complementar la ingesta de líquidos, especialmente en climas cálidos o durante actividades físicas intensas. Mantenerse hidratado es esencial para el buen funcionamiento de los riñones, la regulación de la temperatura corporal y la salud en general.

Fuente: TN