“Enfermedad del beso”, la posible causa principal de la esclerosis múltiple

SALUD Ana COHEN
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Una investigación de Harvard llevada a cabo con más de 10 millones de reclutas militares estadounidenses mostró que prácticamente todos los casos de esclerosis múltiple están precedidos por una infección con el virus de Epstein-Barr (VEB), de la familia de los herpesvirus.

El VEB se propaga más comúnmente por medio de los líquidos corporales, en particular, la saliva, por lo que se lo conoce como “la enfermedad del beso”. También se puede transmitir mediante la sangre y el semen, durante el contacto sexual, las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos.

“Nuestro grupo y otros han investigado durante años la hipótesis de que el VEB causa la esclerosis múltiple, pero este es el primer estudio que brinda evidencia convincente de causalidad”, señaló en un comunicado el investigador italiano Alberto Ascherio, profesor de Epidemiología y Nutrición en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y autor principal del estudio

“Este es un gran paso porque sugiere que la mayoría de los casos de esclerosis múltiple podrían prevenirse al detener la infección por VEB, y que enfocarse en este virus podría conducir al descubrimiento de una cura para la esclerosis múltiple”, añadió el especialista.

Así fue la investigación
La investigación duró dos décadas, aunque los resultados fueron publicados el 13 de enero en la revista Science. Para determinar la conexión entre el virus y la esclerosis múltiple, los investigadores analizaron muestras de suero tomadas cada dos años a los reclutas.

Fue así como determinaron el estado del virus de Epstein-Bar de los reclutas en el momento de la primera muestra y la relación entre la infección por el virus y la aparición de la esclerosis múltiple durante el período de servicio activo.

De acuerdo con los investigadores, los niveles séricos de la cadena ligera de neurofilamentos, un biomarcador de la degeneración nerviosa típica de la esclerosis múltiple, solo aumentaron tras la infección por el VEB.

“Estos resultados no pueden explicarse por ningún factor de riesgo conocido de la esclerosis múltiple y sugieren que el VEB es la principal causa de esa enfermedad”, sostuvieron los especialistas.

El riesgo de esclerosis múltiple aumentó 32 veces después de la infección por el VEB, pero no cambió después de la infección por otros virus.

“Actualmente no hay forma de prevenir o tratar eficazmente la infección por VEB, pero una vacuna contra este virus o medicamentos antivirales específicos que ataquen el virus podría, en última instancia, prevenir o curar la esclerosis múltiple”, afirmó Ascherio.

Y agregó: “Ahora hay evidencia sustancial que sugiere un vínculo entre el virus de Epstein-Barr y la esclerosis múltiple, especialmente cuando se observa una infección sintomática (es decir, fiebre glandular o mononucleosis infecciosa)”.

“Como muestra este nuevo estudio, también está surgiendo evidencia que sugiere que el vínculo puede ser causal. Sin embargo, se deben requerir uno o más factores adicionales para desencadenar la esclerosis múltiple ya que a pesar de que 9 de cada 10 personas en todo el mundo están infectadas con VEB, la mayoría no desarrolla esclerosis múltiple”, aclaró.

En ese sentido, los especialistas precisaron que la dificultad para establecer una relación causal entre el virus de Epstein-Barr y la esclerosis múltiple es que este virus infecta aproximadamente al 95% de la población. En cambio, la esclerosis múltiple es relativamente rara y la aparición de los síntomas comienza unos diez años después de la infección por el virus de Epstein-Barr, según señaló en un comunicado la Escuela de Salud Pública T.H. Chan.

Se requieren estudios de grandes cantidades de individuos para establecer si personas que no han sido infectadas con el virus tienen menos probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple.

Esclerosis múltiple: de qué se trata esta enfermedad
Es una enfermedad crónica neurodegenerativa progresiva, de etiología autoinmune, que compromete el sistema nervioso central, por la aparición de lesiones que afectan principalmente estructuras como la mielina.

Es la segunda causa de discapacidad en las personas jóvenes luego de las traumatológicas, con un pico de aparición entre los 20 y los 40 años.

Actualmente, se calcula que afecta a 2.5 millones de personas a nivel mundial y, en la Argentina, casi 20.000 individuos conviven con ella.

Si bien fue descrita hace más de 100 años, aún no existe la cura, pero se ha avanzado, en las últimas décadas, en tratamientos que ayudan a disminuir la progresión en la discapacidad.

Entre los principales síntomas figuran: debilidad, pérdida de la sensibilidad, incoordinación y otros invisibles como fatiga, dolor, dificultades visuales, cognitivas y anímicas, causando un impacto negativo sobre en la calidad de vida.

Cómo se trata la esclerosis múltiple
Guido Vázquez (M.N. 154.081), neurólogo del Instituto de Neurociencia de la Fundación Favaloro-INECO, “el tratamiento debe ser personalizado y debe tener una mirada holística, interdisciplinaria, que no solo se limite a la prescripción farmacológica, ya que son varias las aristas que se deben abordar”.

“Por un lado, contamos cada vez con más fármacos que intentan disminuir la velocidad en la progresión de la enfermedad y las recaídas, y, por otro lado, estrategias de rehabilitación para el manejo de las dificultades en la marcha, fuerza, equilibrio, fatiga como la fisioterapia, terapia ocupacional, fonoaudiología, rehabilitación cognitiva, hidroterapia entre otras, que ayuden a las personas con esclerosis y a sus familias a integrarse a la sociedad”, explicó.

Por último, concluyó: “La actividad física regular, la adecuada nutrición, mantenimiento de hábitos saludables y diferentes tipos de meditación, también han mostrado un impacto positivo sobre el bienestar emocional y el manejo de los síntomas”.

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