Síntomas de embarazo que puedes notar la primera semana

Desde el primer día, comienzan los cambios hormonales y físicos

SER PADRES Carola LEVI
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Está claro que no hay nada como un análisis de sangre (o un test de la farmacia) para salir de dudas, y averiguar si estás o no embarazada. Sin embargo, si tan sólo ha transcurrido una semana desde tu primera falta, y sospechas que puedes estarlo, hay una serie de síntomas de embarazo que te pueden indicar que, en efecto, hay un bebé en camino. Estas señales resultan casi imperceptibles para muchas mujeres, dado que se agudizan a partir de las 6 semanas de gestación, pero hay otras mujeres que sí los experimentan antes. Si este último es tu caso, echa un vistazo a estos signos que te servirán para averiguar si ha llegado la hora de someterte a la prueba, y salir definitivamente de dudas. 

Dolor de abdomen
Durante las primeras semanas, uno de los síntomas más claros son los dolores abdominales, tal y como detallan desde Quirón Salud. El útero está comenzando a crecer, y por tanto, los ligamentos que lo sostienen se están estirando, lo que puede provocar esta molestia. Un dolor similar al que se siente antes de tener el periodo, y que se puede alargar, incluso, durante el primer trimestre de gestación. De hecho, es una de las dolencias más frecuentes.

El olfato se agudiza
De nuevo, los cambios hormonales son los 'culpables' de ello. En concreto, el aumento de estrógenos, que hace que el olfato se agudice, lo que se conoce como hiperosmia. Este efecto puede comenzar a notarse a partir de la primera semana del embarazo, y es característico del primer trimestre.

Es normal que algunas mujeres desarrollen hasta aversión por algunos olores y alimentos, que deberán evitar en la medida de lo posible, optando por "alimentos y mezclas que desprendan menos olor y sabor", según detalla Tatiana Medina, nutricionista de la Unidad de la Mujer del Grupo Hospitales Ruber.

Flujo más espeso
Desde el primer momento, durante el embarazo, comienzan a producirse grandes cambios hormonales, lo que puede afectar al flujo vaginal, haciendo que sea más espeso de lo habitual.

Sin embargo, si viene acompañado de un mal olor, es muy importante consultarlo con el ginecólogo, puesto que podría tratarse de alguna infección vaginal, como, por ejemplo, la candidiasis.

Cansancio y sueño
El cansancio constante, y la sensación de sueño son otros de los signos tempranos del embarazo. Y es que el incremento de la progesterona, la hormona encargada de preparar el útero para que aloje al embrión, provoca que la mujer tenga somnolencia.

Paradójicamente, es habitual que, al final de la gestación, suceda todo lo contrario. Es decir, que se den episodios de insomnio. Pero desde Sanitas resaltan que eso se debe a otros factores como el aumento del peso o los movimientos del bebé.

Ganas constantes de ir al baño
Tal y como se detalló con anterioridad, durante las primeras semanas, el útero crece y se redondea, lo que comprime la vejiga, que, en consecuencia, no podrá albergar la misma cantidad de orina. Esto se traduce en que la futura madre tendrá muchas más ganas de ir al baño.

No obstante, no hay de qué preocuparse porque las siguientes semanas, el útero ocupará el resto de la pelvis y liberando la vejiga.

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