Se rellenó los labios con material barato y le arruinaron la boca

La sustancia que le inyectaron se usa para la mandíbula o la nariz. Terminó gastando mucho más dinero tratando de solucionar el problema causado.

NOTICIAS DE INTERÉS Julia VOSCO
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Michaela Hide, de 31 años, no podía hablar, comer, ni besar a su novio que se espantó apenas la vio. Ella pagó en cómodas cuotas y a precio promocinal, un relleno con ácido hialurónico. Supo después que la esteticista usó hidroxiapatita de calcio, que se usa para tensar y proyectar el pómulo, por ejemplo.

El efecto secundario fue terrible: un dolor tremendo y la formación de gránulos causados por el calcio que se cristalizó en los labios. "Parecía que salí de una película de terror", cuenta Michaela, de Sussex Oriental, en la costa sur de Inglaterra "Tengo un umbral de dolor muy alto, pero esta aplicación de relleno en la boca fue insoportable. Me pinchó unas 20 veces y se me hinchó casi de inmediato. Cuando me vi en el espejo, no quería creer lo que había sucedido”, confesó al medio local, Fabulous Digital.

Eligió creer que esto era temporal y que la hinchazón en su labio superior, que ya le había tocado la nariz, disminuiría en unos pocos días. La esteticista insistía en que se ponga hielo, sin embargo, Michaela no mejoraba y hasta le era difícil abrir la boca. Cuando decidió ir a verla nuevamente resultó que se había mudado y la había bloqueado por todas partes.

"Siempre que nos queremos hacer algo estético hay que evaluar en manos de quien nos ponemos, muchas situaciones cómo estás ocurren cuando se busca precios y no especialistas capacitados para realizar el procedimiento. Los tratamientos médicos como este, sólo deben ser realizados por médicos capacitados para ello y con productos aprobados, temporales e indicados para la zona a tratar", señala a Con Bienestar la doctora Jimena D. Frasso, (MN 134797), especialista en medicina estética y regenerativa.

"Había una bola gigante de relleno en mi labio inferior y mi superior tenía bultos a ambos lados, con un gran espacio donde no había relleno en el medio", cuenta Michaela. "Me veía tan mal que no podía ir a trabajar y me escondí en casa con una bufanda alrededor de la cara".

El cirujano Mark Gorman accedió a atenderla y admitió: "Es un caso muy raro, ya que este relleno se usa para aumentar las mandíbulas y las narices; permanece el doble de tiempo y se parece al hueso. Usarlo en los labios es una locura. Traté de investigar un poco y no hay informes de un caso como este, así que tuve que improvisar".

La intervención fue compleja y demoró unas dos horas para quitarle los grumos sin dañar tejido sano. "Nunca voy a volver a tener labios perfectos. Tengo tejido cicatricial en la esquina de mi boca donde estaban los bultos más grandes", se lamenta Michaela. 

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