Microalgas: cuáles son sus beneficios para la salud y cómo se consumen

ALIMENTACIÓN Y SALUD Pilar PARDO
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Pequeñas e invisibles a simple vista, las microalgas están ganando un lugar destacado en la conversación sobre la salud y la sostenibilidad.

A pesar de su tamaño diminuto, estos organismos microscópicos poseen un poder transformador que va mucho más allá de su capacidad de fotosíntesis.

Con propiedades nutritivas excepcionales, las microalgas tienen el potencial de revolucionar nuestras dietas y mejorar nuestra salud de formas que no podríamos haber imaginado hace solo unos años.

¿Qué son las microalgas?

Las microalgas son organismos microscópicos que realizan la fotosíntesis y crecen en ambientes acuáticos, tanto en agua dulce como salada. A pesar de su tamaño diminuto, estas algas pueden formar grandes biomasa y reproducirse rápidamente, lo que las convierte en una fuente de nutrientes abundante y accesible. Existen más de 50.000 especies de microalgas, pero algunas como Spirulina y Chlorella son las más conocidas y utilizadas debido a sus propiedades nutricionales.

A diferencia de las macroalgas (como el alga nori o el kelp), que son más grandes y visibles, las microalgas tienen una estructura simple y unicelular, lo que les permite crecer con eficiencia en diversos entornos. A lo largo de la historia, las microalgas han sido utilizadas en diversas culturas, pero en las últimas décadas, su potencial como suplemento nutricional ha cobrado relevancia mundial.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de las microalgas?

Las microalgas se están posicionando como una fuente de nutrientes clave para la salud humana. Son ricas en proteínas completas, ácidos grasos esenciales como los omega-3, vitaminas y minerales, lo que las convierte en un superalimento ideal para mejorar varios aspectos de la salud. Entre sus principales beneficios destacan:

Mejora de la salud digestiva: las microalgas como Chlorella contienen clorofila, que favorece la detoxificación del organismo y mejora la salud intestinal.
Fortalecimiento del sistema inmunológico: gracias a sus altos niveles de antioxidantes, las microalgas ayudan a proteger las células del daño oxidativo, mejorando la respuesta inmune.
Salud cardiovascular: los ácidos grasos omega-3 presentes en microalgas como Spirulina pueden contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al regular los niveles de colesterol y triglicéridos.
Apoyo a la salud cerebral y ocular: el contenido de omega-3 en microalgas también es esencial para la salud cognitiva y ocular, especialmente en adultos mayores.
El valor nutricional de las microalgas

El perfil nutricional de las microalgas es impresionante, ya que es una de las fuentes más completas de nutrientes que la naturaleza ofrece. Entre los elementos clave que aportan destacan:

Proteínas de alta calidad: las microalgas, especialmente Spirulina, contienen hasta un 70% de proteínas en peso seco, lo que las convierte en una alternativa viable a las fuentes animales, especialmente para quienes siguen dietas veganas o vegetarianas.
Ácidos grasos esenciales: ricas en omega-3 y omega-6, las microalgas son una excelente fuente de estos ácidos grasos esenciales, que no pueden ser producidos por el cuerpo humano.
Vitaminas y minerales: son ricas en vitaminas B12, A, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y hierro, que favorecen la producción de energía, la salud cerebral y el mantenimiento de una piel saludable.
Antioxidantes: las microalgas como Haematococcus son fuentes destacadas de astaxantina, un antioxidante con propiedades antiinflamatorias y anti-envejecimiento.
Este perfil nutricional convierte a las microalgas en un suplemento ideal para complementar nuestra dieta y contribuir a la mejora general de la salud.

¿Qué enfermedades ayudan a prevenir las microalgas?

Gracias a sus nutrientes de alta calidad, las microalgas pueden desempeñar un papel preventivo en diversas enfermedades. Algunos de los trastornos más comunes que podrían beneficiarse del consumo de microalgas son:

Enfermedades cardíacas: los omega-3 presentes en las microalgas ayudan a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Diabetes tipo 2: se ha demostrado que las microalgas, como Chlorella, mejoran la sensibilidad a la insulina, ayudando en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Problemas digestivos: las microalgas tienen propiedades prebióticas que favorecen el crecimiento de bacterias saludables en el intestino, ayudando a prevenir problemas digestivos como el estreñimiento y la hinchazón.
Detoxificación: la clorofila en Chlorella es conocida por su capacidad para eliminar toxinas, incluidos metales pesados, ayudando a desintoxicar el cuerpo y mejorar la función hepática.
En general, las microalgas pueden ser un aliado importante para la prevención de enfermedades crónicas asociadas con la dieta moderna y el estilo de vida.

Contraindicaciones de las microalgas

Aunque las microalgas son en su mayoría seguras para el consumo, hay algunas contraindicaciones a tener en cuenta:

Alergias: algunas personas pueden ser alérgicas a las microalgas, especialmente si tienen sensibilidad a productos marinos.
Embarazo y lactancia: si bien no hay evidencia concluyente, es recomendable que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia consulten a su médico antes de consumir microalgas, debido a los posibles riesgos asociados con la absorción de metales pesados o la alta concentración de yodo en algunas especies.
Interacción con medicamentos: las microalgas pueden interferir con ciertos medicamentos, especialmente los anticoagulantes, debido a su alto contenido de vitamina K. Se recomienda precaución en personas que estén tomando medicamentos de este tipo.
Exceso de yodo: algunas microalgas contienen niveles elevados de yodo, lo que puede ser perjudicial para personas con trastornos tiroideos si se consumen en grandes cantidades.
Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar el consumo regular de microalgas, especialmente si se tiene alguna condición médica preexistente.

¿Cómo consumir microalgas para absorber todos sus nutrientes?

Existen diversas formas de incorporar microalgas en nuestra dieta para aprovechar sus beneficios nutricionales. Algunas de las formas más comunes incluyen:

Polvo de Spirulina o Chlorella: se puede añadir a batidos, zumos o sopas para un extra de proteínas, vitaminas y minerales.
Tabletas o cápsulas: son una opción conveniente para aquellos que no les gusta el sabor o la textura de las microalgas.
Suplementos en polvo: se pueden mezclar con agua o añadir a diferentes preparaciones, como panes, galletas y productos horneados, para enriquecerlos con nutrientes.
Es importante no consumir microalgas en exceso para evitar posibles efectos secundarios, como un exceso de yodo o reacciones alérgicas. Un consumo moderado, generalmente de 1 a 3 gramos al día, es suficiente para obtener los beneficios nutricionales sin riesgos.

En conclusión, las microalgas son un alimento microscópico que aportan a una buena nutrición y a la sostenibilidad.

Fuente: Infobae

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