En la actualidad, el estrés se convirtió en un mal común en nuestras vidas. La presión laboral, problemas familiares o la exigencia académica pueden desencadenar una serie de problemas de salud. Uno de los más frecuentes y por lo general menos comprendidos es la aparición de úlceras, tanto en la cavidad oral como en el sistema digestivo.
¿Qué es una úlcera?
Una úlcera es una lesión abierta que se desarrolla en la piel o en una membrana mucosa, como las que recubren la boca o el estómago. En términos médicos, se trata de una erosión en los tejidos, que generalmente está acompañada de dolor y, en algunos casos, infecciones.
Las úlceras bucales, conocidas como aftas, son pequeñas lesiones que suelen aparecer en el revestimiento de las encías, la lengua o la parte interna de las mejillas. En cambio, las úlceras gástricas afectan el revestimiento del estómago y pueden tener graves consecuencias si no son tratadas a tiempo.
El estrés como desencadenante
Es cierto que algunos pacientes graves, como los ingresados en unidades de cuidados intensivos, pueden desarrollar úlceras por estrés, que son llagas en el revestimiento del tracto gastrointestinal que aparecen rápidamente después de un estrés físico extremo. Pero “simplemente no hay datos” que confirmen que el estrés psicológico cotidiano pueda causar úlceras directamente, dijo la Dra. Tonya Adams, gastroenteróloga de Virginia.
Dicho esto, es posible que, entre las personas que tienen un alto riesgo de desarrollar úlceras por otras razones, como el uso excesivo de medicamentos específicos o estar infectados con un cierto tipo de bacteria, el estrés pueda llevarlos al límite, dijo la Dra. Neha Mathur, también gastroenteróloga en Texas.
No es descabellado pensar que el estrés pueda causar úlceras, teniendo en cuenta que “el estrés puede causar definitivamente muchas enfermedades gastrointestinales”, dijo el Dr. Mathur, incluido el síndrome del intestino irritable, el reflujo ácido grave y la enfermedad inflamatoria intestinal.
El Dr. Carlos Méndez, gastroenterólogo peruano, señala que “el estrés afecta el sistema inmunológico y disminuye las defensas del cuerpo, lo que puede facilitar la aparición de úlceras gástricas”. El estrés, especialmente el crónico, genera un aumento en la producción de ácido gástrico, lo que irrita las paredes del estómago. “Las personas que están sometidas a situaciones de estrés prolongado suelen tener hábitos alimenticios desordenados, lo que contribuye al desarrollo de estas lesiones”, añade Méndez.
En el ámbito de la salud bucal, la conexión entre el estrés y las úlceras también es cada vez más clara. Según la Dra. Julia Ramírez, odontóloga española, “las aftas bucales suelen aparecer en momentos de alto estrés o ansiedad, especialmente en personas que tienen un sistema inmunológico debilitado”. Estas pequeñas pero dolorosas llagas, que suelen desaparecer por sí solas, pueden ser el resultado de un sistema inmune que responde de manera exagerada a ciertos estímulos, como el estrés.
El estrés crónico tiene un impacto directo en la salud física y mental
“Muchos de mis pacientes con altos niveles de estrés no solo experimentan problemas emocionales, sino también físicos, como las úlceras. El cuerpo reacciona de distintas formas al estrés y, en algunos casos, esto se manifiesta a través de enfermedades psicosomáticas”, explica el Lic. David Rodríguez, psicólogo clínico colombiano.
El manejo del estrés es esencial para prevenir la aparición de úlceras. Según Ramírez, “en el caso de las aftas bucales, es importante llevar una dieta equilibrada, descansar lo suficiente y buscar formas saludables de manejar el estrés, como el ejercicio o la meditación”. A nivel gastrointestinal, el Dr. Méndez recomienda evitar el consumo de alimentos irritantes y controlar la ansiedad mediante terapia psicológica o técnicas de relajación.
Fuente: TN