Para muchas mujeres de cincuenta años, la menopausia puede significar mucho más que sofocos y cambios de humor. Las hormonas clave caen en picada durante este período y el riesgo de que las mujeres sufran dolencias como la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares aumentan drásticamente.
Ahora, un nuevo paradigma en torno a los procesos biológicos de la menopausia está captando la atención de un pequeño grupo de científicos. La pregunta principal: ¿se puede retrasar la menopausia en mujeres sanas, permitiéndoles prolongar sus años de fertilidad y tal vez incluso prevenir algunos de los riesgos para la salud y los síntomas incómodos relacionados con la caída de los niveles de estrógeno?
Estas preguntas pueden ser controvertidas: algunas personas creen que este tipo de investigaciones podría generar beneficios que cambien la vida de las mujeres, mientras que otras consideran que la menopausia es una etapa de la vida impulsada biológicamente que no debería ser patologizada por la ciencia médica.
Aunque la ciencia ha extendido la vida humana durante décadas, “la edad menopáusica no cambió”, dice Kutluk Oktay, experto en endocrinología reproductiva e infertilidad y profesor adjunto de la Facultad de Medicina. “Es hora de ampliar proporcionalmente la edad de la menopausia”.
Utilizando datos de cientos de procedimientos previos de criopreservación y trasplante de ovario, y estudios moleculares de cómo se comportan los folículos ováricos, Oktay y sus colegas construyeron un nuevo modelo matemático, publicado en el American Journal of Obstetrics & Gynecology que podría potencialmente retrasar la menopausia en una variedad de circunstancias en mujeres sanas.
Criopreservación del tejido ovárico
La criopreservación del tejido ovárico se ha utilizado con éxito en pacientes con cáncer para preservar su fertilidad antes de los tratamientos, que a menudo pueden dañar permanentemente la reserva de óvulos en los ovarios y desencadenar la menopausia. Durante este procedimiento ambulatorio, un cirujano extirpa por vía laparoscópica todo el ovario o las capas de la porción externa, que contiene cientos de miles de óvulos inmaduros latentes (conocidos como folículos primordiales).
Luego, estos tejidos se almacenan en recipientes sellados después de congelarlos con un proceso especializado y mantenerlos a una temperatura extremadamente baja. La congelación del tejido ovárico con este proceso especializado lo preserva para su uso posterior.
En algún momento en el futuro, el cirujano reimplanta el tejido descongelado en el paciente, ya sea por vía laparoscópica o con un procedimiento simple, utilizando métodos desarrollados por Oktay, debajo de la piel del paciente mientras se administra sedación intravenosa. Entre tres y diez días después, este tejido trasplantado recupera las conexiones con los vasos sanguíneos circundantes y restablece la función ovárica en aproximadamente tres meses.
A los ojos de Oktay, la menopausia no es el enemigo. “La menopausia no es una enfermedad”, afirma. “Es una de las manifestaciones del envejecimiento”. Al retrasar la menopausia, espera reducir la carga de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, permitiendo a las mujeres vivir vidas más largas y saludables.
Basándose en el modelo, Oktay predice que para la mayoría de las mujeres menores de 40 años, la criopreservación de ovarios puede retrasar significativamente la menopausia. Y para las mujeres menores de 30 años, el procedimiento puede prevenir la menopausia por completo.
Fuente: TN