¿Mito o realidad? Las siete claves que no podés dejar de conocer sobre el orgasmo femenino

SEXUALIDAD Ivana ALFARO
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Algunas preguntas parece que quedarían como fuera de época, pero siguen siendo actuales en lo que respecta a la satisfacción sexual. ¿Masturbarse mejora los orgasmos? ¿El orgasmo clitoriano es más intenso que el vaginal? ¿Todas las mujeres pueden tener más de un orgasmo en una misma relación sexual? Estas preguntas, además, permiten visualizar algunos mitos asentados en torno al tema del orgasmo femenino y algunas de ellas esconden errores de base.

Una de las primeras cuestiones que convendría tener en claro es que el orgasmo es una respuesta sensorial que se produce en el cerebro, asociada en general a la estimulación de diferentes zonas del cuerpo. Esta respuesta suele ir acompañada de un incremento de la frecuencia cardiaca, así como aceleración de la respiración y contracciones involuntarias de la musculatura pélvica.

El orgasmo es una respuesta sexual que se produce cuando se llega a un pico de placer, al punto más alto y “tras unas contracciones en los músculos de la vagina, el pene, el ano o el suelo pélvico, que se suelen producir a un ritmo de una por segundo, de 5 a 8 veces, y que generan una sensación de liberación de presión en todo el cuerpo”, explicó Alba Povedano, psicóloga y sexóloga española.

El orgasmo femenino estuvo rodeado de mitos y desinformación durante siglos, así como el placer femenino en general permaneció relegado a un segundo plano en el panorama sexual.

Povedano identifica algunos de los mitos que aún permanecen vigentes en torno al orgasmo y explica cómo desmontarlos.

Mitos y creencias
Hay más de un tipo de orgasmo. Se afirma que existen distintos tipos de orgasmo, como el vaginal o el clitoriano cuando la realidad, según explica Povedano, es que el orgasmo es uno y es único porque es una respuesta sexual que se produce en el cerebro. Otra cosa es que existan diversas vías de estimulación para conseguir esa respuesta. “En algunas mujeres y en algunas ocasiones, puede darse estimulando predominantemente la vagina, en otras el clítoris, en algunas una combinación de ambas. Algunas mujeres pueden llegar al orgasmo acariciando los pechos, por estímulo de la zona anal o fantaseando y contrayendo el suelo pélvico, e incluso durmiendo”, explicó. La especialista dijo que esto permite visualizar que existen diferentes estímulos que pueden llevar al orgasmo, pero la experiencia orgásmica en sí es única y no varía según la zona de estimulación.

Si no se tiene un orgasmo, no se disfrutó de la relación sexual. La realidad es que disfrutar de una relación sexual no está necesariamente ligado a alcanzar el orgasmo y pensar lo contrario “tiene mucho que ver con un tipo de relaciones sexuales en las que se presupone que el hombre tiene que tener el poder y la capacidad de hacer llegar a su pareja al orgasmo”, resalta Povedano. La satisfacción sexual puede encontrarse en el acto completo, desde la conexión emocional hasta las caricias y la intimidad compartida. Muchas mujeres experimentan placer y disfrute sin llegar al clímax, y “es importante reconocer y valorar estas experiencias como parte integral de la vida sexual; el cuerpo no está todos los días predispuesto al orgasmo y hay que saber escucharlo”, afirma.

Los orgasmos son mejores cuando son en pareja. Aunque los orgasmos en pareja pueden ser intensos y satisfactorios, los orgasmos individuales también pueden ser profundamente placenteros. La calidad del orgasmo no depende de la presencia de una pareja. Más bien se trata de la respuesta personal y la conexión con el propio cuerpo. “La masturbación es una forma válida y enriquecedora de experimentar orgasmos, permitiendo un mayor autoconocimiento y autonomía sexual. Los orgasmos compartidos pueden ser maravillosos, pero también puede suceder que a veces porque estés más desconcentrada, la pareja sexual sea nueva, estés más pendiente de la otra persona o por la razón que sea, el orgasmo sea más mediocre. Aun así quizá por el cariño, por el hecho de compartir, por el momento que se esté viviendo y por todo lo que puede envolver una relación sexual cuando se recuerda a posteriori, se rememore como muy bonita”, indicó.

Las mujeres tardan mucho en llegar al orgasmo. Existe la percepción de que las mujeres tardan más en alcanzar el orgasmo que los hombres. Aunque hay factores que pueden influir en la excitación y el tiempo necesario para alcanzar el orgasmo, en la masturbación solitaria, muchas mujeres pueden llegar al orgasmo en cuestión de minutos, similar a los hombres. En contextos de relaciones sexuales compartidas, el tiempo puede variar debido a factores emocionales, de comunicación y de estímulo, pero no hay una regla fija sobre la duración, indica la sexóloga clínica.

Todas las mujeres pueden tener más de un orgasmo en una misma relación sexual. Es cierto que algunas mujeres pueden experimentar múltiples orgasmos durante una misma relación sexual y que el periodo refractario en las mujeres es menor que en los hombres. Sin embargo, la capacidad de tener múltiples orgasmos varía entre las mujeres y no es una medida de satisfacción o desempeño sexual. Algunas mujeres pueden tener múltiples orgasmos, mientras que otras pueden no tener ninguno, y ambas experiencias son igualmente válidas y satisfactorias. “La capacidad de dejar uno o dos minutos después de un orgasmo, volver a estimular y enlazar con un nuevo orgasmo existe, pero algunas mujeres lo van a lograr y otras no, y una cosa no está mejor que la otra. En cualquier caso, es un aspecto que se puede trabajar si se quiere”, señala Povedano.

El orgasmo femenino está relacionado con la eyaculación. Aunque las mujeres tienen la capacidad de poder eyacular, tanto a través de la eyaculación femenina como en squirt, el orgasmo es un proceso totalmente independiente, explica la sexóloga. Se piensa que, si se tiene un orgasmo muy potente, se va a experimentar un squirt como consecuencia, pero no es cierto: el orgasmo femenino, así como el masculino, y la eyaculación son respuestas separadas del cuerpo, independientemente de que se puedan tener ambas a la vez. Sin embargo, la eyaculación puede ocurrir sin un orgasmo y viceversa. Entender esta diferencia es crucial para desmitificar la experiencia sexual femenina.

Masturbarse puede ayudar a mejorar los orgasmos. Esta creencia sí tiene una base cierta. La masturbación es una herramienta poderosa para el autoconocimiento sexual. Conocer el propio cuerpo a través de la masturbación “permite identificar qué tipos de estimulación, movimientos y ritmos te resultan más placenteros, lo que puede mejorar la calidad de los orgasmos. Este autoconocimiento es fundamental para comunicar las necesidades y deseos a la pareja, mejorando la experiencia sexual compartida e individual”.

Fuente: TN

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