Qué mineral puede reemplazar el sodio para lograr una baja en la hipertensión

NUTRICIÓN Camila MARTINEZ
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Comer habitualmente productos ultraprocesados, agarrar el salero y verter sin siquiera probar la comida, y hasta cocinar todos los alimentos con sal, son prácticas que en la actualidad están consideradas como no recomendables para tener una buena salud cardiovascular.

El consumo habitual de sal en exceso puede parecer inofensivo, pero se asocia a diversos riesgos para la salud que causan cada año millones de muertes prematuras. El más frecuente de esos riesgos es la hipertensión arterial, responsable de unos 9,4 millones de muertes al año.

La presión arterial alta influye en al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares, que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles.

Un mineral clave para reducir el consumo de sal es el potasio. Está demostrado que una menor ingesta de sodio y una mayor utilización de esta sustancia se relaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en la mayoría de las personas, según un estudio internacional publicado en la revista Hypertension, que pertenece a la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés). El trabajo realizado por esta institución, que en 2024 celebra su centenario, se propone incluir recomendaciones sobre sal enriquecida con potasio en las guías nacionales de tratamiento de la hipertensión arterial (HTA).

El consumo de sal a nivel mundial es muy elevado, no así el de potasio. Una ingesta insuficiente de este mineral también puede tener un efecto negativo sobre la presión arterial. Esto se debe a que cuando su cantidad es baja, el cuerpo tiende a acumularlo. El problema es que con ello también almacena sodio, lo que a su vez puede desencadenar un aumento en la presión arterial haciendo que el corazón trabaje más y derivando en serias enfermedades.

“Si el mundo pasara del uso de sal normal a sal enriquecida con potasio, se evitarían millones de ACV y ataques cardíacos cada año a muy buen ritmo y a bajo costo”, explicaron en el estudio investigadores de Estados Unidos, Australia, Japón, Sudáfrica e India, quienes se basaron para realizar el trabajo en 32 pautas distintas para el tratamiento de la hipertensión, publicadas en la última década.

“Dada la gran cantidad de evidencia disponible, creemos que es hora de incluir sustitutos de la sal en las pautas de tratamiento para ayudar a abordar las crecientes tasas de presión arterial alta no controlada en todo el mundo y reducir las muertes evitables”, afirmaron los autores y apuntaron que, salvo excepciones, “las guías clínicas actuales ofrecen recomendaciones incompletas e inconsistentes sobre el uso de estos sustitutos de la sal”.

Según estimaron, el 20% de las muertes vinculadas a la hipertensión arterial están relacionadas con el consumo excesivo de sal. A raíz de eso, propusieron que las personas deberían cambiar su dieta actual basada en sodio, por la de sal enriquecida con potasio (con una composición del 75% de cloruro de sodio y el 25% de cloruro de potasio).

“Esto debería recomendarse a todos los pacientes con hipertensión, a menos que padezcan una enfermedad renal avanzada, que estén utilizando un suplemento de potasio, se encuentren utilizando un diurético ahorrador de potasio o tengan otra contraindicación”, sostuvieron los expertos, que recomendaron “encarecidamente” a los organismos que elaboran guías clínicas que revisen “lo antes posible” sus recomendaciones para incluir el uso de sustitutos de la sal enriquecidas con potasio.

El sodio y el potasio en el organismo

El sodio, uno de los componentes de la sal de mesa, se encuentra naturalmente en algunos alimentos, pero con frecuencia se agregan grandes cantidades de sodio a los alimentos procesados, envasados y preparados comercialmente.

La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó recientemente una guía voluntaria que anima a la industria alimentaria a reducir gradualmente el sodio, vinculado en investigaciones anteriores con el aumento de la presión arterial, en los alimentos producidos comercialmente durante los próximos dos años y medio.

El potasio tiene un efecto opuesto en el cuerpo: puede ayudar a relajar los vasos sanguíneos y aumentar la excreción de sodio mientras disminuye la presión arterial. Las fuentes ricas en este mineral incluyen frutas, verduras de hoja verde, frijoles, nueces, productos lácteos y verduras con almidón, como la calabaza de invierno.

Fuente: Infobae

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