Siete consejos para prevenir y tratar los sofocos típicos de la menopausia

SALUD Carola LEVI
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La montaña rusa hormonal que se produce cuando la edad fértil de una mujer llega a su fin puede desencadenar una serie de síntomas de sofocos. Hasta el 80% de las mujeres que atraviesan la menopausia experimenta sofocos.

“Solíamos pensar que, en más de dos tercios de las mujeres, todos los sofocos remiten y finalmente desaparecen en un plazo de cinco años desde el inicio de la menopausia”, afirma Lubna Pal, endocrinóloga reproductiva y especialista en infertilidad de Yale Medicine. “Ahora tenemos más claridad. En algunas mujeres, los sofocos pueden continuar hasta los 60 y 70 años”.

Suelen describirse como una sensación repentina de calor en el pecho, la cara y la cabeza seguida de enrojecimiento, transpiración y, a veces, escalofríos. Los sofocos y los sudores que se producen durante el sueño pueden dificultar un buen descanso nocturno.

“Se trata de un mecanismo de respuesta corporal que tiene lugar cuando la temperatura central alcanza su umbral superior. Esta respuesta de disipación del calor, de forma rápida y exagerada, está desencadenada por una sensación de calor intenso que provoca una vasodilatación periférica con aumento de temperatura, de flujo sanguíneo y transpiración en la piel de la cara, brazos, pecho, abdomen, espalda y piernas”, informan desde la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). La duración de este signo es variable, desde segundos hasta dos o tres minutos, y puede acompañarse de palpitaciones.

Consejos para ayudar con los sofocos
Aunque los sofocos son una respuesta natural del cuerpo, existen formas de reducir su intensidad y frecuencia, así como estrategias para aliviarlos cuando ocurren:

Evitar desencadenantes: Los sofocos pueden ser provocados por ciertos estímulos como el consumo de alcohol, cafeína, comidas picantes o ambientes cálidos. Identificar y evitar estos factores puede ayudar a disminuir su aparición.
Vestir con “capas”. Usar ropa ligera y ponérsela en “capas” permite adaptarse mejor a los cambios repentinos de temperatura, ya que se pueden retirar prendas si se siente demasiado calor.
Mantener una temperatura fresca. Dormir en una habitación fresca y ventilada o usar ventiladores puede ayudar a prevenir los sudores nocturnos. Además, una bolsa de hielo o una almohada refrigerante puede ser útil durante la noche.
Hacer ejercicio regularmente. La actividad física regular, como caminar, nadar o hacer yoga, no solo mejora la salud en general, sino que puede reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos.
Técnicas de relajación. Prácticas como la meditación, el mindfulness o los ejercicios de respiración profunda ayudan a reducir el estrés, un factor que puede agravar los sofocos.
Terapia hormonal. En algunos casos, el médico puede recomendar la terapia hormonal (TH) para equilibrar los niveles de estrógenos y aliviar los síntomas. Sin embargo, esta opción debe evaluarse con un profesional.
Suplementos naturales. Algunas mujeres encuentran alivio en productos a base de plantas como la soja, el cohosh negro o el trébol rojo, que contienen fitoestrógenos. Sin embargo, siempre es recomendable consultar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento natural.

Fuente: TN

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