La vitamina infaltable que mantiene el corazón sano, los huesos fuertes y la mente ágil

NUTRICIÓN Pilar PARDO
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La vitamina K forma parte de un grupo de vitaminas que el cuerpo necesita para la coagulación de la sangre, lo que permite la curación de las heridas. Los nutricionistas afirman que la mayoría de las personas puede obtener toda la vitamina K que necesita si se sigue una dieta equilibrada y saludable.

La vitamina K también previene enfermedades cardíacas y un déficit de esta puede provocar caries, osteoporosis, venas varicosas o enfermedades infecciosas.

Vegetales de hoja verde, frutas y lácteos: alimentos ricos en vitamina K
La vitamina K1 se puede encontrar en vegetales de hojas verdes, como el brócoli, la col rizada y las espinacas, aceites vegetales y cereales y, en pequeñas cantidades, en la carne y los productos lácteos.

La vitamina K1 que no se consume inmediatamente se almacena en el hígado, que también genera vitamina K2 por sí solo.

Algunas frutas también pueden suponer un buen aporte de este nutriente. Kiwis, ciruelas, peras, higos o arándanos son algunas de las más ricas en vitamina K.

También es posible incorporar vitamina K a través de ciertos aceites vegetales como el de oliva, de colza y de soja principalmente.

Según explica Pablo García de Frutos, director del Grupo de Hemostasia e Inmunidad del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, la historia de la vitamina K está estrechamente ligada a la coagulación sanguínea. Su nombre proviene del danés “koagulation”, y su descubrimiento surgió al detectar una sustancia dietética con efecto antihemorrágico. Sin embargo, no fue hasta los años 70 que se comenzó a entender completamente su funcionamiento.

Sin embargo, muchas personas mayores no ingieren una cantidad suficiente.

Aproximadamente el 60% de los hombres y el 40% de las mujeres de 51 años o más no ingieren las cantidades recomendadas de vitamina K —120 microgramos (mcg) para los hombres y 90 mcg para las mujeres— según un análisis del equipo especializado en vitamina K del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging de Tufts University en Boston.

Entre los hombres mayores de 70 años, dos tercios no reciben suficiente vitamina K, según el estudio.

La clave para el envejecimiento saludable
Uno de los últimos estudios sobre este tema se ha llevado a cabo en la Universidad AlMaarefa de Arabia Saudí, donde se pone de manifiesto que la vitamina K puede ayudar a proteger a las personas del deterioro cognitivo que termina en demencia.

El profesor Mohamed El-Sherbiny, autor principal del estudio, explica que mientras el “proceso de envejecimiento está asociado al deterioro de las funciones cerebrales, la vitamina K es una vitamina natural liposoluble que protege al cerebro del desarrollo del alzhéimer”.

Cabe recordar que siempre es recomendable visitar a un médico para evaluar temas de salud y alimentación.

Fuente: TN

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