En los últimos años, el desayuno se ha convertido en una de las comidas del día de las que más hablamos. Los hay que piensan que es la comida más importante del día pero realmente es una ingesta más, que suma en el cómputo de lo que comemos a lo largo del día y, por supuesto, si desayunas, los alimentos que elijas van a marcar la diferencia en lo que respecta a tu salud.
Especialmente, si estás pensando en reducir tu peso corporal y te gusta desayunar, no es necesario saltarte esta comida, sino que podemos conseguir hacer desayunos más ligeros y proteicos que nos permitan alcanzar nuestro objetivo, sin tener que recurrir a los cereales que se han convertido en la última década en el alimento estrella del desayuno gracias a la insistencia de la publicidad.
Un desayuno saludable, enfocado a la pérdida de peso y que nos aporte la energía necesaria para afrontar las actividades del día a día lo podemos conseguir de una manera sencilla, sabrosa y saludable, sin tener que dejar de disfrutar de esta primera comida.
Así que hoy te propongo los alimentos clave que no deben faltar en tus desayunos para que sean altos en proteínas, grasas saludables y fibra, que son altamente saciantes y que subirán el nivel de tus baterías para comenzar el día y que poco a poco vayas sustituyendo esa de necesidad de consumir azúcar en demasía.
¿Qué ingredientes son clave para hacer un desayuno proteico? Sigue leyendo:
Los huevos
Los huevos son un recurso saludable y muy versátil. Contienen proteínas de alto valor biológico y multitud de vitaminas y minerales.
Lácteos fermentados
No solo son ricos en proteínas, sino que además son sustancias probióticas que nos ayudan a repoblar nuestra microbiota y cuidar de nuestro sistema inmunitario.
Por ejemplo podemos recurrir a yogures (mejor al natural y sin azúcares añadidos), kéfir y quesos frescos (que tienen menos cantidad de grasas saturadas y sal que los quesos curados).
Pescados
Los pescados en conserva como el atún al natural o el salmón (también existe una versión al natural, mucho mejor que ahumado), son un recurso súper práctico para añadir a tus desayunos. Pero no solo estas conservas nos pueden proporcionar un mayor aporte de proteínas para el desayuno, sino que también podemos recurrir a las sardinas, la caballa y otros pescados que podemos que podemos encontrar en las estanterías del supermercado.
Carnes procesadas, pero cuidado
El jamón curado, el jamón cocido o la pechuga de pavo también pueden ser opciones válidas. Muy ricas en proteínas también pero siempre con matices. No vale cualquier jamón cocido o pechuga de pavo, tendremos que comprobar siempre su etiquetado nutricional, fijándonos bien en su contenido en carne (siempre mayor de 90 %), azúcares, sal y otros aditivos que se les añaden generalmente para su conservación y para mejorar sus propiedades organolépticas, como el color o textura.
Semillas
Nos van a aportar multitud de vitaminas, minerales y grasas saludables.
Siempre teniendo en cuenta que deben estar trituradas para que podamos aprovechar todas sus virtudes.
Grasas saludables
Desde nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra, pasando por el aguacate y los frutos secos, todos ellos nos van a aportar grasas de excelente calidad con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además de que tanto el aguacate y los frutos secos son una excelente fuente de fibra.
Recuerda que los frutos secos siempre mejor al natural o tostados sin sal.
Fibra
Un componente fundamental de una alimentación saludable, que podemos obtener de verduras y frutas y que además también nos va a ser muy cómodo para añadir a nuestro desayuno.
Recordad que la fruta siempre mejor entera que en forma de zumos o licuados pero no significa que de vez en cuando puedas disfrutar de uno de ellos (siempre que lo combines con una fuente de fibra).
Ejemplos de desayunos ricos en proteínas
Recuerda, por tanto, que comenzar el día con un desayuno alto en proteínas te ayudará a llegar a la comida con menos hambre, te dará energía y te mantendrá saciado y fomentaremos la pérdida de masa grasa, que es lo que nos interesa cuando estamos en un proceso de pérdida de peso.
Fuente: abc.es