La nutrición materna durante la lactancia, ¿un capítulo olvidado?

SER PADRES Pilar PARDO
2X6ZSTPKU5FETLZAIGRXRLDFIM

Los “primeros 1000 días” de un niño abarcan desde la concepción hasta los 2 años de vida, constituyendo una ventana de oportunidades para el crecimiento y desarrollo infantil, especialmente del neurodesarrollo. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y su continuación junto con alimentos hasta por lo menos los 2 años o bien hasta que la madre y/o el bebé lo decidan.

A su vez, según las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante el período 2015-2021, alrededor del 55% de los bebés en América Latina y el Caribe fueron amamantados dentro de la primera hora de nacimiento.

Es innegable reconocer los beneficios de la lactancia materna para el lactante, la madre, el ambiente, la sociedad y la propia díada madre-hijo. La leche materna constituye un alimento diseñado a medida para el lactante. Es un “tejido vivo” con propiedades inmunológicas y nutricionales únicas e insuperables: desde el impacto en la microbiota, neurodesarrollo e inmunidad del lactante, hasta los efectos beneficiosos en la madre, como la disminución de probabilidad de desarrollo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular y cáncer.

Atender la alimentación materna podría ser una estrategia para promover la lactancia exitosa. Sin embargo, llama la atención la falta de investigación y foco que tenemos en la actualidad sobre este grupo.

Alimentación y composición de la leche
Las necesidades de energía y nutrientes son similares durante el embarazo y la lactancia. Si bien las investigaciones son escasas, las disponibles documentan déficit de multiplicidad de vitaminas y minerales durante la segunda etapa.

Entre los nutrientes con mayor variabilidad en la leche materna, están las grasas. La alimentación materna ocupa un rol primario en este aspecto, ya que, la proporción de grasas saludables en la leche (insaturadas) guarda estrecha relación con las consumidas a través de los alimentos. Muchas de estas grasas resultan fundamentales en el desarrollo neurológico del lactante.

Lee también Cinco consejos para darle la teta al bebé

El contenido vitamínico y mineral de la leche depende de los depósitos y la alimentación. Gran cantidad de vitaminas y minerales afecta su contenido.

Recomendaciones alimentarias para la mujer durante la lactancia
Resulta fundamental incorporar diariamente vegetales y frutas de colores variados (idealmente 5 porciones al día); legumbres o carnes (de vaca, pollo o pescado), cereales (arroz, trigo, avena, maíz, centeno y otros) preferentemente integrales; leche, yogur, quesos o alimentos de origen vegetal fuentes de calcio (bebidas vegetales fortificadas, tofu o semillas de sésamo molidas o en untables); aceites (de oliva, canola, lino, soja) en crudo y otras fuentes de grasas saludables como frutos secos, semillas molidas y palta.

El componente mayoritario de la leche materna es el agua. Las demandas aumentan de 8 a 12 vasos de agua por día para responder a la adecuada producción.

Lactancia y alimentación complementaria
La lactancia brinda una experiencia única al desarrollo sensorial del lactante. Los sabores característicos de la dieta materna se transmiten a través de su leche.

La diversidad de aromas y sabores en la leche influyen en la futura aceptación de alimentos una vez pasados los 6 meses, cuando inicia la alimentación complementaria favoreciendo la formación de hábitos alimentarios saludables en la infancia.

La lactancia es un período crítico
Durante la lactancia, el estado nutricional materno resulta crítico por dos motivos:

repercute en la calidad de la leche y, por lo tanto, en el crecimiento y desarrollo del lactante en una etapa clave.
impacta en la propia salud materna y en la de embarazos futuros.
Considerando lo expuesto, es indispensable que nuevas investigaciones se centren en este momento biológico

¿Pensamos en la alimentación materna durante la lactancia como una oportunidad de mejora para contribuir en la salud presente y futura del lactante y de la propia mujer? Tal vez reflexionar sobre esta realidad es un punto de partida para involucrarnos y darle al tema la importancia que merece.

Fuente: TN

Últimas publicaciones
Te puede interesar
Lo más visto