Alimentos con fama de saludables pero que no lo son

NUTRICIÓN Cristina MERCADO
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Si nos fijamos, cada vez que la publicación de un estudio (o el boca boca) habla sobre los beneficios de un determinado alimento, inmediatamente aparecen cientos de infinitos productos elaborados con el mismo. Y es que la industria alimentaria trabaja constantemente en la creación de nuevos productos que satisfagan las necesidades y deseos de los consumidores.

Por un lado, esto tiene su parte buena porque actualmente gozamos de una amplia variedad de productos que cuentan con precios muy competitivos, lo que permite a más personas el acceso de los mismos, pero como dice el dicho: ‘Hecha la ley, hecha la trampa. 

 En muchas ocasiones la industria alimentaria se apoya en el gran poder de persuasión que tiene el marketing para aumentar la venta de productos, exagerando alguna de sus cualidades. Es por eso que te recomiendo siempre la lectura del etiquetado nutricional. Quedarse solo en la parte delantera del producto de nada nos va a servir si queremos conocer si un producto es aquello que esperamos. Sí, me refiero a esa letra pequeña, la que casi no se puede leer pero que es tan necesario saber interpretar para valorar si lo que nos están diciendo en los ‘claims’ o anuncios del producto es real.

Por ejemplo, alguno de los productos que más mitos esconden:

Barritas de cereales
Su envase individual las convierte en el snack idóneo para transportar y cómo el marketing sabe jugar sus cartas, suelen anunciarse como una fuente de cereales con toppings de frutas, frutos secos o semillas, destinadas a personas que quieren cuidarse o deportistas.

Sin embargo, si atendemos a los ingredientes, la mayoría contienen cereales refinados, grandes cantidades de azúcar y de grasas saturadas. ¿Todas son así? Claro que no. Por eso es tan importante leer su etiquetado.

Yogures especiales: con cereales, semillas…
En los últimos años, en las redes sociales han circulado muchas recetas de apetitosos yogures decorados con cereales, mermeladas y semillas. Lo que ha provocado que paralelamente, la oferta en el supermercado se haya visto disparada, habiendo cada vez más tipos de yogures. 

Sin embargo, la mejor opción siempre va a ser sin duda, la de yogur natural, un producto rico en calcio y un excelente probiótico para cuidar de nuestra flora intestinal.

Tortitas de arroz o maíz
Un clásico entre muchas personas que deciden cuidarse o bajar de peso. Cierto es, que son muy fáciles de conservar y transportar. De hecho, pueden aguantar toda nuestra jornada laboral a temperatura ambiente, pero en muchos casos el exceso de sal o saborizantes que les añaden a estas tortitas hacen que no sean tan saludables como nos imaginamos, sumando sal de más a nuestra ingesta diaria y perjudicando nuestra salud cardiovascular.

Jugos

Sean naturales o comerciales, no pueden contabilizarse como una ración de fruta, ya que esta siempre va a ser la mejor opción, pero tampoco vamos a demonizar los zumos (especialmente los naturales)  porque consumidos al mismo tiempo con una fuente de fibra como pueden ser unas tostadas de pan integral, unas nueces u otra pieza de fruta, estas nos ayudarán a regular la respuesta de azúcar en sangre.

Pero ojo a aquellos zumos que contienen azúcares añadidos, especialmente aquellos que están dirigidos al público infantil que van enriquecidos con cereales o leche. Nunca deben sustituir un almuerzo o merienda.

Fuente: abc

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