Reasignación de sexo: lo que hay que saber para una cirugía segura y definitiva

SEXUALIDAD Ana COHEN
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Cada vez son más las consultas de pacientes que desean cambiar de sexo de acuerdo a cómo se perciben. Así lo asegura Jorge Ricardo Wetzel (M.N. 81.500), cirujano plástico de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER).

Pero ¿cómo son los procedimientos? ¿Son riesgosos para los pacientes? ¿Cuáles son los pedidos más frecuentes? “Estas modificaciones se llevan a cabo por medio de cirugías que logran adecuar la apariencia del sexo biológico al género de percepción.

“Al conjunto de procedimientos quirúrgicos que tratan el cambio de sexo se lo denomina cirugía de reasignación de sexo”, precisó el especialista, quien aclaró que todos estos procedimientos están explícitos en los artículos 3 y 11 de la Ley 26.743.

¿Qué se modifica en la transformación de mujer a hombre?
De mujer a hombre “se extirpan las mamas, los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y parte de la vagina. Se realiza lo que se denomina genioplastia masculinizante”.

Para ello, precisó Wetzel, se alarga la uretra hasta el pubis, extrayendo mucosa vaginal y de los labios menores. “Se crea así un pene con un procedimiento llamado faloplastia, que se realiza utilizando tejido del abdomen y la ingle, o por medio de procedimientos más modernos y técnicamente más costosos, en los que se utiliza tejido del antebrazo (colgajo chino), o del muslo, para lo que es necesario realizar una microcirugía.

Y añadió: “También se reconstruye el escroto con tejido de la zona de los labios mayores. Posteriormente, se puede colocar una prótesis de pene semirrígido o inflable con resultados variables, tanto estéticos como funcionales”.

¿Qué pasa cuando la transformación es de hombre a mujer?
Wetzel señaló que estos casos son más sencillos que los anteriores. Y detalló: “Se realiza aquí la llamada genitoplastia feminizante, que consiste en extirpar el pene y los cuerpos esponjosos y cavernosos, conservando la piel y parte del glande. La vagina se construye usando la piel del pene invertida. El clítoris se forma con parte del glande (anteriormente preservado), el cual está vascularizado e inervado para que resulte lo más sensible posible”.

¿Qué sucede con la cara?
El cirujano explicó que en el caso de que la transformación deseada sea facial, se realizan un conjunto de procedimientos quirúrgicos para modificar el aspecto del rostro con el objetivo de que él/la paciente sea reconocido como hombre o mujer.

“Está indicada en quienes hayan hecho un cambio de género a nivel corporal para acompañar los cambios realizados, aunque esto último no es excluyente. Lo ideal es hacer las modificaciones en todo el rostro en la misma intervención, para armonizar el esqueleto facial como una unidad”, sugirió.

¿Cuáles son los procedimientos principales? Según el especialista son: la remodelación de la frente, de la mandíbula y el mentón, cirugía de la nuez de Adán, aumento de pómulos, y acortamiento frontal.

¿Cuáles son los procedimientos secundarios? Entre ellos figuran la suspensión de cejas, el levantamiento del labio superior, el aumento de labios, delineado de cejas, y depilación permanente.

Cirugía de feminización de la voz: “En estos casos, se trata de feminizar la voz por medio del cambio de tono. Para esto se aumenta la tensión de las cuerdas vocales, se altera la consistencia y se reduce la masa de éstas”, especificó.
Cambios en el tórax: “En la feminización se produce a expensas de aumentar el volumen de las mamas por medio de prótesis y/o inyección de grasa. En la masculinización, por el contrario, se extirpan por completo las mamas (el hombre también tiene glándula mamaria), se reduce y se reposiciona el complejo aréola pezón, se reduce el volumen mamario, dejando cicatrices en el surco subpectoral y periareolar”, señaló.

Predictores de éxito o fracaso en la reasignación de sexo
Wetzel fue contundente al recordar que es muy importante la preparación del paciente para el cambio que resultará definitivo.

“Todo paciente que entienda adecuadamente la cirugía, se encuentre estable emocionalmente, viva exitosamente como miembro del sexo opuesto, tenga apoyo familiar y, de ser necesario, tenga contención psicológica, tiene chances de hacer una vida adecuada y podrá sentirse feliz con los cambios realizados”, afirmó.

Por el contrario, “en aquel paciente con personalidad inestable, edad avanzada, con débil o nulo apoyo familiar o social y con baja calidad de los resultados obtenidos, es probable que su cambio esté condenado al fracaso”.

Por eso, para él es sumamente importante explicarle al paciente que después de la operación no será posible volver atrás, por lo que es fundamental que comprenda este punto, lo hable con el cirujano que elija, y consienta el procedimiento estando seguro del cambio al cual se va a someter y entendiendo que la modificación que obtenga será definitiva.

“Se puede afirmar que la cirugía de reasignación de sexo está entre nosotros. En la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER) existen profesionales capacitados para realizar todos los procedimientos quirúrgicos que sean necesarios para llevar a cabo todos los cambios anteriormente nombrados”.

Por último, concluyó: “Uno de los principales elementos para el éxito de un cambio tan completo es el buen resultado. Es por esto que es de suma importancia consultar con cirujanos capacitados”.

Fuente: TN

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