


No se trata de una clase de natación ni tampoco de una terapia acuática. Algunos relacionan a los deportes de agua con entrenamientos exclusivos para adultos mayores o personas lesionadas que están en proceso de recuperación, pero lo cierto es que en el caso del aquafit, este llegó para desmitificar dichas creencias.


Descrito por sus instructores y aficionados como “una revolución acuática que combina cardio, fuerza y diversión”, este deporte es una excelente forma de ejercitarse gracias a los beneficios únicos que brinda el entorno acuático. Lejos del mito que relaciona a su familia de ejercicios con limitaciones de la edad o con lesiones, comprende entre sus aficionados a deportistas amateurs y de alto rendimiento que buscan recuperarse y mejorar su condición física después de competiciones intensas.
Ejercicios combinados: La completitud del aquafit
Aquafit es como se abrevia la conjunción ‘fitness acuático’. Según cuenta Analia Lescano, deportista, guardavidas e instructora de aquafit con 20 años de experiencia en actividades acuáticas, se trata de una actividad relativamente nueva puesto que se comenzó a divulgar a principios de los 2000 y tiene como lugar de origen a Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
“Es un método de entrenamiento donde se combinan técnicas de natación, aquagym y trabajo sobre bases inestables”, explica. La clase dura una hora y suele dividirse en distintas etapas: calentamiento, fuerza, flexibilidad y enfriamiento, lo mismo que ocurre en una clase de fitness en tierra. Los encuentro son grupales y se ofrecen en gimnasios con pileta climatizada o en clubes.
Vanina Delfino, entrenadora especializada de la Asociación de Ejercicios Acuáticos (AEA) y directora de los centros Acquamar y WaterCYCling, explica que a este tipo de disciplina se la denomina técnicamente como “ejercicio vertical acuático”. ¿El motivo? “Nos mantenemos en forma vertical con un nivel de inmersión hasta la altura de la apófisis xifoides −estructura ósea situada en el extremo inferior del esternón−, donde la sensación del peso corporal es más o menos del 40% porque se está inmerso en agua", desarrolla.
Esto último que menciona es uno de los motivos más compradores para quienes acuden a las prácticas acuáticas. “Naturalmente se reduce la sensación de impacto sobre las articulaciones usando grandes grupos musculares en forma rítmica para generar un gran gasto calórico", señala.
Si se busca en internet videos de cómo es una clase de aquafit se verán imágenes con alumnos usando todo tipo de elementos y moviéndose enérgicamente. Se podría decir, quizá, que las que más llaman la atención son las bases/tablas inestables, superficies de gran tamaño que ofrecen resistencia al agua.
Además se emplean otros elementos como camas elásticas con tratamientos especiales para el agua, bicicletas acuáticas, bandas elásticas, pelotas y mancuernas especiales para dicho medio.
Delfino indica que los distintos equipamientos tienen como propósito aumentar o sobrecargar un grupo muscular para mejorar el nivel de resistencia mediante la tensión y el estrés mecánico del cuerpo.
Para hacerse una idea, en una clase se hacen movimientos aeróbicos, de fuerza, relajación y estiramientos. Todos los ejercicios tienden a ser amigables con las articulaciones y no las lastiman, por este motivo −coinciden ambas instructoras− puede ser hecho por personas de todas las edades y niveles de condición física.
Beneficios del aquafit
“Los ejercicios acuáticos brindan varios beneficios, como mejorar la salud cardíaca, reducir el estrés y mejorar la resistencia y la fuerza muscular”, informa la Clínica Mayo de los Estados Unidos. Según desarrolla la institución, es posible hacer estos ejercicios, incluso aunque no se sepa nadar. Y añaden: “Pueden mejorar el uso de las articulaciones y disminuir el dolor si se tiene osteoartritis”.
En la misma línea, Alejandra Hintze, médica deportóloga y directora médica de la Escuela Marangoni, destaca que otro de los beneficios de ejercitar en el agua es que se descomprimen las vértebras y la espalda. Asimismo, destaca que al ser un entrenamiento de bajo impacto en las articulaciones ayuda a mejorar el rango articular a la par de que se trabaja el equilibrio, la fuerza dorsal y se estimula la circulación sanguínea.
“Sin dudas se fortalece un montón el cuerpo. Tengo alumnos que están haciendo aquafit hace un año y es notable la capacidad aeróbica, la estabilidad y la flexibilidad que desarrollaron”, indica Lescano. También agrega que incluso, estando encima de las tablas y con las pesas se sigue ejercitando sin impacto articular.
También se obtienen beneficios a nivel emocional y psicológico; Delfino explica que uno de estos es el de la sociabilidad ya que al estar con la cabeza fuera del agua hay más interacción con los otros participantes y se forma una dinámica de grupo y trabajo en equipo.
“Es un medio que motiva", asegura. Y añade: “Nacemos en el agua por lo que cuando volvemos a hacer actividades en este medio acuático nos retrotraemos al momento en el que estábamos súper seguros en el vientre materno”, puntualiza.
Según declara Lescano, a las clases pueden acudir personas de todas las edades y condiciones físicas porque, generalmente, los instructores pueden adaptar o segmentar en distintos grupos. En su caso, relata, divide en tres niveles: uno de gente mayor que, por ejemplo, no meten la cabeza en el agua; otro de personas que se animan más a la alta intensidad y uno de alumnos con limitaciones físicas.
A pesar de instruir a todo el grupo a la vez, también tiene que estar en los detalles de los movimientos para corregir/marcar errores.
Al ser consultada sobre la actualidad del aquafit en la Argentina responde que la actividad recién “está dando sus primeros pasos en el país”. Para ella, todavía hay que difundirlo más, brindar capacitaciones y dejar de lado la concepción de que es un ejercicio exclusivo para adultos mayores. “Estoy segura de que va a seguir creciendo”, concluye.
Fuente: Infobae

