Ni ternera ni pollo: esta es la carne que mejor protege tu sistema inmunológico

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Julia VOSCO
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En el mercado de las carnes existen todo tipo de opciones, y algunas son más populares que otras. Sin embargo, hay una que resalta por sus propiedades nutricionales, a pesar de no contar con el mismo protagonismo que el pollo o el cerdo.

Para hacer picadas, croquetas, caldos y sopas, la carne de gallina es uno de los alimentos más saludables, ya que tiene una composición muy parecida a la del pollo. Aunque no suele guisarse debido a la dureza de su carne, muchos la utilizan en otras preparaciones, explica la Fundación Española de Nutrición (FEN).

Además, señalan que la mayor parte de la carne de gallina es agua, representando aproximadamente el 70 por ciento de su peso. Esto la convierte en una carne con alta capacidad de hidratación y digestibilidad, lo que facilita su incorporación en diversas dietas.

Esta carne cuenta con un alto valor biológico, debido a que contiene todos los aminoácidos esenciales para el organismo, ya que gracias a sus proteínas de calidad ayuda a la reparación y al crecimiento muscular.

Estos son algunos de los beneficios de la carne de gallina
Además, posee grasas saludables, vitaminas que la convierten en un alimento de gran beneficio para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico, según el portal Mejor con salud.

“La carne de gallina es recomendable para todo el mundo. No obstante, dado su aporte de aminoácidos esenciales y su gran digestibilidad es de especial interés en algunas ocasiones, particularmente para deportistas y personas con gran actividad física como mayores, niños y adolescentes”, comenta Mejor con salud.

Otras de las características que posee este alimento es que es bajo en grasa, especialmente cuando se lo consume sin piel, ya que ahí es donde se concentra la gran parte de calorías.

La carne de gallina es una fuente de minerales esenciales entre los que se encuentran hierro, fósforo, zinc, entre otros; ya que estos son fundamentales para el organismos y su funcionamiento.

Por ejemplo, debido a la cantidad de hierro que contiene, no solo ayuda a la producción de hemoglobina y al transporte de oxígeno, sino que su consumo es de gran beneficio para aquellas personas con riesgo de tener anemia, así como para mujeres embarazadas y niños.

Por otro lado, el zinc es clave para el sistema inmunológico, cicatrización de heridas y la síntesis de proteínas.

“La proteína es fundamental para construir y reparar tejidos, y mantener la masa muscular. Un déficit de esta puede producir retraso en el crecimiento, anemia, debilidad física o deterioro de la inmunidad”, agrega Mejor con salud.

 

Fuente: La Nacion

 

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