Los beneficios de las aceitunas: qué diferencia hay entre las verdes y las negras

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Carola LEVI
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La aceituna, un pequeño fruto originario del Mediterráneo, no solo es un símbolo de la dieta tradicional de esta región, sino que también ofrece una impresionante variedad de beneficios para la salud. A lo largo de siglos, la aceituna ha sido un pilar fundamental en las cocinas mediterráneas, tanto en su versión verde como negra, y es conocida por su alto contenido de grasas saludables, antioxidantes y polifenoles.

Estos componentes la convierten en un alimento ideal para promover la salud cardiovascular, fortalecer el sistema inmunológico y combatir la inflamación.

A pesar de compartir el mismo origen, las aceitunas verdes y negras presentan notables diferencias en cuanto a su sabor, textura y beneficios nutricionales, dependiendo de su grado de madurez y del proceso de preparación. Mientras las primeras son más amargas y ricas en fibra, las negras se destacan por su mayor contenido de aceite y un sabor más suave.

Ambas son cruciales en la famosa dieta mediterránea, considerada una de las más equilibradas y saludables, cuyo enfoque en productos frescos, aceite de oliva y vegetales ha sido clave para la longevidad y la buena salud de las poblaciones que la siguen.

Aceitunas y salud cardiovascular

Los beneficios de las aceitunas para la salud cardiovascular han sido ampliamente estudiados. Diversos estudios científicos han confirmado que su contenido de polifenoles antioxidantes y grasas insaturadas las convierte en una excelente opción para prevenir enfermedades del corazón.

Según un estudio, el consumo de aceite de oliva (elaborado a partir de aceitunas) ha demostrado tener un efecto protector contra el colesterol LDL (colesterol malo), contribuyendo a evitar la acumulación de placas en las arterias, lo que previene afecciones como la aterosclerosis.

El alto contenido de ácidos grasos omega 3 y omega 6 en las aceitunas también juega un papel clave en la regulación de los niveles de colesterol y en la reducción de la inflamación, lo que refuerza aún más su beneficio para la salud cardíaca. Estos efectos no se limitan al aceite de oliva, sino que también se encuentran presentes en las aceitunas enteras.

La evidencia sugiere que las aceitunas pueden ser un complemento eficaz en la prevención de enfermedades cardíacas, lo que está alineado con las recomendaciones de las dietas mediterráneas, reconocidas por su enfoque en la salud del corazón.

Refuerzo del sistema inmunológico y prevención de enfermedades
Las aceitunas son también una excelente fuente de vitaminas antioxidantes, como la vitamina E, que desempeña un papel crucial en la protección del sistema inmunológico. Estas vitaminas, junto con otros compuestos bioactivos presentes en las aceitunas, contribuyen a la protección celular y al fortalecimiento de las defensas del cuerpo.

Como resultado, las aceitunas tienen un efecto preventivo frente a diversas enfermedades, incluidas algunas formas de cáncer. Esta capacidad protectora se debe a su alto contenido en antioxidantes, que combaten el daño celular causado por los radicales libres.

En este sentido, un estudio señala que el consumo regular de aceite de oliva y aceitunas puede tener un impacto positivo en la función cognitiva, ayudando a prevenir el deterioro mental y favoreciendo la memoria. Se ha demostrado que las grasa saludables y los antioxidantes de las aceitunas protegen las células cerebrales de los efectos del envejecimiento, lo que podría jugar un papel clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Aceitunas como aliadas contra la anemia
Otro beneficio importante de las aceitunas es su contribución a la lucha contra la anemia. Aunque no son la fuente más rica en hierro, especialmente en comparación con alimentos como las carnes rojas o los vegetales de hojas verdes, las aceitunas negras contienen cantidades significativas de hierro, lo que las convierte en una opción valiosa para aquellos que sufren de deficiencia de este mineral. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que su alto contenido de sodio, resultado del proceso de conservación en salmuera, debe considerarse para aquellos con restricciones dietéticas relacionadas con la sal.

Diferencias entre la aceituna negra y la verde
Aunque las aceitunas negras y verdes provienen del mismo árbol, la diferencia entre ellas radica principalmente en el proceso de maduración y la forma en que se preparan para el consumo. Las aceitunas verdes son cosechadas antes de alcanzar su madurez completa, mientras que las negras se dejan madurar completamente en el árbol, lo que les otorga su característico color oscuro.

En términos de sabor, las aceitunas verdes suelen ser más amargas y necesitan pasar por un proceso de curado, mientras que las negras tienden a tener un sabor más suave y menos amargo. Además, las aceitunas verdes suelen tener una textura más firme y un contenido menor de aceite, mientras que las aceitunas negras, debido a su mayor madurez, tienen un contenido más alto de aceite, lo que las hace más ricas en grasas insaturadas y, por tanto, más calóricas.

Desde el punto de vista nutricional, ambas variedades aportan beneficios similares debido a su alto contenido de antioxidantes, polifenoles y grasas saludables, aunque algunas investigaciones sugieren que las aceitunas negras pueden tener una concentración ligeramente mayor de ciertos compuestos fenólicos beneficiosos para la salud cardiovascular.

Las aceitunas en la cultura y la economía global
Además de sus beneficios nutricionales, las aceitunas tienen un profundo impacto cultural y económico. En la antigua Grecia, las aceitunas no solo eran un alimento básico, sino que también tenían un fuerte simbolismo, asociado con la paz y la sabiduría. Según la mitología griega, el olivo fue un regalo de la diosa Atenea, y su cultivo se extendió rápidamente por todo el Mediterráneo.

En la actualidad, el cultivo de aceitunas sigue siendo una parte fundamental de la economía de varios países mediterráneos, particularmente España, Italia y Grecia, que son responsables de la mayor parte de la producción mundial. Según datos de la Organización Internacional del Aceite de Oliva (OIA), España produce aproximadamente el 45% de las aceitunas y el 60% del aceite de oliva a nivel global, consolidándose como uno de los mayores exportadores de estos productos. El sector olivícola no solo contribuye significativamente al PIB de estos países, sino que también genera miles de empleos en áreas rurales.

Además de su valor económico, las aceitunas tienen un papel central en las tradiciones gastronómicas de muchas culturas, desde la elaboración de tapas en España hasta su inclusión en platos tradicionales de otros países mediterráneos y del norte de África.

Fuente: Infobae

      

      

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