Por qué hay que sumar hongos a la dieta: refuerzan el sistema inmunológico y protegen la salud cardiovascular
POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Sandra PALACIOSLos hongos, una de las maravillas naturales más accesibles y versátiles, se erigen como una solución eficaz para fortalecer el sistema inmunológico y proteger nuestra salud.
Con sus propiedades únicas, estos organismos no sólo complementan las comidas, sino que también aportan una gran variedad de beneficios terapéuticos, como señalan varios expertos en el campo de la salud.
Como recuerda un amplio informe de la revista Men’s Fitness, desde tiempos antiguos fueron valorados tanto por sus propiedades medicinales como nutricionales, y la ciencia moderna ahora respalda muchas de esas creencias tradicionales. Ya sea fortaleciendo el sistema inmunológico, mejorando la salud del corazón o incluso ayudando a combatir enfermedades graves como el cáncer, los hongos se ganaron un lugar privilegiado en la dieta saludable.
Fortaleza inmunológica en cada bocado
“El consumo regular de hongos puede transformar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades”, asegura Scott Harrison, fundador de Six Pack Revolution. Esto se debe, en gran medida, a los betaglucanos, potentes polisacáridos presentes en variedades como el hongo shiitake y el maitake. Estos compuestos estimulan la producción y actividad de las células inmunitarias, mejorando la respuesta natural del cuerpo ante patógenos.
Además, durante los meses más fríos, cuando el sistema inmune puede estar más vulnerable, incluso los hongos comunes, como el champiñón blanco, aportan beneficios. Schia Sinclair, herbolaria jefe de Herbtender, destaca que “cuando se cocinan adecuadamente, los hongos refuerzan nuestro sistema inmunológico, proporcionando un soporte esencial contra alergias y enfermedades estacionales”.
Un potencial anticancerígeno prometedor
Más allá de su papel en la inmunidad, algunos hongos contienen compuestos con propiedades anticancerígenas. Investigaciones recientes demostraron que el reishi, la cola de pavo y el shiitake poseen triterpenos y polisacáridos capaces de inhibir el crecimiento de células tumorales.
Un hallazgo señala que los extractos de melena de león, en un estudio con ratones con cáncer de colon, redujeron en un 69% la propagación del cáncer a los pulmones. Si bien se requiere más investigación, Bex Prade, nutricionista clínica, asegura en Men´s Fitness que: “estos resultados son una adición valiosa al creciente cuerpo de evidencia sobre los beneficios de los hongos en la lucha contra el cáncer”.
Los hongos cocinados adecuadamente, estos alimentos no solo liberan sus betaglucanos de manera más efectiva, sino que también conservan otros nutrientes esenciales como vitaminas B y minerales. Esto los convierte en una herramienta versátil para mantener las defensas fuertes durante los meses más fríos, cuando el sistema inmunológico enfrenta mayores desafíos.
En países como Japón y China, extractos de hongos como el reishi y la cola de pavo ya se utilizan junto con terapias contra el cáncer para fortalecer el sistema inmunológico de los pacientes. Esto se debe a la presencia de polisacaropéptidos, sustancias que ayudan a aumentar la actividad de las células inmunitarias y mejoran la capacidad del organismo para combatir los tumores.
Ricos en antioxidantes: una barrera natural contra el estrés
Los hongos se posicionan como una fuente excepcional de antioxidantes, compuestos esenciales para combatir el estrés oxidativo que daña las células y está relacionado con el desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
Los antioxidantes presentes en los hongos no solo neutralizan los radicales libres, sino que también refuerzan la protección celular, favoreciendo una mejor salud general.
Entre los antioxidantes más destacados que se encuentran en los hongos están la ergotioneína y el glutatión, reconocidos por su potente capacidad para proteger las células de daños oxidativos. La ergotioneína, en particular, fue calificada como un “antioxidante maestro” debido a su efectividad en la regeneración celular y su capacidad para reducir el riesgo de inflamaciones crónicas.
Variedades como el boletus y el reishi contienen altas concentraciones de estos, lo que los convierte en aliados poderosos para mantener un organismo saludable. El consumo de estos hongos puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas asociadas con el envejecimiento y con factores ambientales como la contaminación o el estrés.
El estrés oxidativo está relacionado con una variedad de problemas de salud, incluidos el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas. Estudios recientes sugieren que los hongos ricos en antioxidantes pueden jugar un papel clave en la prevención de estas afecciones.
Por ejemplo, investigaciones demostraron que el glutatión presente en el reishi puede proteger las células cardíacas, mientras que la ergotioneína tiene un efecto neuroprotector que podría ser útil en la prevención de enfermedades como el Alzheimer.
Cocinar hongos es una forma efectiva de maximizar la disponibilidad de sus antioxidantes. Variedades como el shiitake, el maitake y los hongos ostra conservan sus propiedades antioxidantes incluso después de ser cocinados, haciéndolos ideales para incluir en guisos, salteados o sopa
Para la protección cardiovascular
Los hongos destacan como aliados naturales en la prevención de enfermedades cardiovasculares, gracias a su capacidad para reducir factores de riesgo clave como el colesterol alto, la presión arterial elevada y la inflamación. Su composición rica en nutrientes en compuestos bioactivos los convierte en un alimento funcional ideal para promover un corazón saludable.
Los betaglucanos, un tipo de fibra soluble presente en muchas variedades de hongos, son fundamentales para reducir los niveles de colesterol en sangre. Al unirse al colesterol en el tracto digestivo, estos compuestos ayudan a eliminarlo del cuerpo, lo que puede contribuir a una mejora en el perfil lipídico. Estudios demostraron que el consumo regular de hongos como el shiitake puede disminuir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) sin afectar al HDL (colesterol “bueno”).
Por otro lado, el potasio, un mineral abundante en hongos como el portobello y el cremini, desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial. Este mineral actúa contrarrestando los efectos del sodio en el organismo, lo que ayuda a relajar los vasos sanguíneos y a mantener una presión arterial saludable. Un aporte adecuado de potasio es particularmente importante para prevenir enfermedades cardiovasculares graves, como infartos y accidentes cerebrovasculares.
Cómo impactan en el bienestar mental
Los hongos no sólo benefician al cuerpo, sino también a la mente, gracias a sus propiedades únicas que favorecen la salud cerebral y emocional. Diversos estudios identificaron compuestos bioactivos en ciertas variedades de hongos que ayudan a proteger las neuronas, mejorar la memoria, reducir la ansiedad y combatir la depresión.
La melena de león (Hericium erinaceus) es una de las variedades más investigadas por sus efectos neuroprotectores. Este hongo contiene compuestos como las hericenonas y las erinacinas, que estimulan la producción del factor de crecimiento nervioso (NGF), una proteína crucial para la regeneración y el mantenimiento de las neuronas.
Un estudio realizado en 2009 con personas de entre 50 y 80 años con deterioro cognitivo leve mostró que aquellos que consumieron comprimidos de melena de león durante 16 semanas obtuvieron mejoras significativas en las pruebas de memoria en comparación con quienes tomaron un placebo.
Estos hallazgos sugieren que la melena de león podría ser útil no sólo para mejorar la memoria, sino también para proteger contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Los extractos de melena de león también demostraron efectos positivos en la salud emocional. En estudios preclínicos, se observó que ratones tratados con este hongo presentaron respuestas similares a las inducidas por antidepresivos, lo que sugiere su potencial para aliviar los síntomas de la ansiedad y la depresión. Estos efectos se atribuyen a su capacidad para reducir la inflamación y promover la plasticidad neuronal, dos factores clave en los trastornos emocionales.
Los hongos son el complemento perfecto para una dieta saludable y sostenible. Su bajo contenido calórico combinado con un alto aporte de fibra los convierte en un aliado eficaz para mantener el peso bajo control. La fibra, además de promover una sensación de saciedad, mejora la digestión y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, beneficios clave para quienes padecen diabetes o buscan prevenirla.
Incorporar hongos en las comidas no solo es práctico y versátil, sino también una estrategia sencilla para apoyar el bienestar general mientras se disfruta de su delicioso sabor y textura.
Fuente: Infobae