Dormir es una de las necesidades fisiológicas más importantes y de tener un buen descanso por la noche, dependen en gran parte nuestro bienestar y nuestra salud. Para que esto suceda, es fundamental que cenemos correctamente antes de irnos a la cama.
La doctora Cheri Mah, profesora del Centro de Medicina del Sueño de Stanford, Estados Unidos, explicó cuáles son los alimentos que se deben evitar para tener un buen sueño. En resumen, menciona al alcohol, la cafeína, los alimentos fritos, los carbohidratos azucarados y los alimentos a base de tomate, porque pueden provocar reflujo ácido.
“Lo que comemos puede afectar nuestro sueño y cómo dormimos durante la noche. Algunos de los estudios más pequeños mostraron que lo que comemos puede afectar el tener más despertares durante la noche, afectando la calidad de nuestro sueño”, señaló. Además indicó que estamos empezando a entender la conexión entre lo que comemos y cómo nuestro intestino responde a eso, y luego cómo eso potencialmente puede afectar nuestro sueño y, en última instancia, nuestro funcionamiento diurno al día siguiente.
La importancia de las decisiones nutricionales
La especialista dijo que, a partir de estudios sobre la privación del sueño, se descubrió que las personas toman decisiones nutricionales diferentes. En ese sentido, Mah recomendó pasar 10 minutos procesando nuestros pensamientos fuera de la cama, con poca luz, todas las noches, hacer estiramientos y ejercicios de respiración profunda para activar el sistema parasimpático y calmar el sistema simpático.
Rebeca Flores, aconseja dejar de lado estos alimentos:
Hongos: alto contenido en fibra y difíciles de digerir.
Apio: propiedades diuréticas que pueden interrumpir el sueño.
Café, chocolate y bebidas azucaradas: estimulantes que dificultan el descanso.
Queso: alta cantidad de grasa animal.
Lechuga: puede causar inflamación intestinal y gases.
Karla Henríquez, por su parte, menciona lo siguiente:
Pasta: carbohidratos que contribuyen al aumento de peso.
Queso duro y postres lácteos: altos en calorías y causan pesadez estomacal.
Carne roja y embutidos: afectan negativamente la duración y calidad del sueño.
Comida ultraprocesada: alta en calorías y difícil de digerir.
Bebidas con cafeína: interfieren en el ritmo cardíaco y dificultan el descanso.
También dijo que es un buen ejercicio llevar un diario y plasmar nuestros pensamientos en un papel o escribir una lista de cosas por hacer, algo que consideró que no es complicado de realizar y que puede hacerse en cinco minutos.
“Es más fácil frenar lentamente y luego intentar dormir que si estuvieras conduciendo a 96 kilómetros por hora por una autopista y de repente frenaras de golpe y te tiraras a la cama, de modo que en realidad tienes un proceso para reducir la velocidad. Te ayudará a prepararte para dormir mejor durante la noche”, aseveró.
Algunos de los beneficios de dormir bien
Los expertos recomiendan dormir al menos siete horas cada noche y, aunque para algunos puede ser difícil lograrlo, un buen descanso hace que nos veamos mejor y nos sintamos más vitales. Además, puede favorecer la creatividad, ya que, si dormimos bien por la noche, al otro día estaremos más despiertos y seremos más eficientes en el trabajo..
Cuando el cerebro descansa lo suficiente, puede concentrarse en optimizar sus capacidades. De hecho, un artículo de la American Psychological Association señala que muchas de las prácticas que conducen a un mejor bienestar, también impulsan el pensamiento innovador.
Dormir bien también ayuda a reducir el estrés. La vida ajetreada es perjudicial para nuestra salud física y mental. Por eso, descansar a la noche es primordial si queremos evitar una buena parte del estrés diario, ya que, durante el sueño, el cerebro se recupera y libera las tensiones.