La verdura antioxidante y diurética que ayuda a regular el colesterol

ALIMENTACIÓN Y SALUD Julia VOSCO
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Las verduras son recomendadas para ser incluidas en las comidas diarias debido a que tienen beneficios para la salud. Hay una de ellas que se puede consumir durante todo el año y tiene propiedades saludables. Se trata de los espárragos que pueden proporcionar beneficios como la protección contra enfermedades crónicas y la promoción de la salud del corazón.

“Cuando se habla de tener una dieta rica en verduras y hortalizas, a menudo nos olvidamos de los espárragos. Y es un error, porque es una de las verduras más saludables que podemos encontrar”, explicó la dietista nutricionista española Carmen del Río.

En tanto, indicó que son una opción saludable y nutritiva que nos puede proporcionar una variedad de beneficios en la digestión, la piel y la salud ocular, además de la reducción de la inflamación en el cuerpo. “Incorporar espárragos en una dieta equilibrada puede ser una forma deliciosa de mejorar la salud en general”, dijo.

Beneficios de los espárragos
Hay aportes a la salud que se conocen desde la antigüedad, ya que en el pasado, los herbolarios utilizaban sus raíces para aliviar distintas dolencias: así, por ejemplo, Asparagus curilus para la diabetes y la disentería; Asparagus filicinus para el reumatismo y Asparagus racemosus para la epilepsia, la ceguera nocturna y la hipercolesterolemia. Otros beneficios son:


Regulan el colesterol: uno de los compuestos que más interés despertó, según señala del Río, son las saponinas. “Se trata de unos compuestos químicos que tienen una estructura química que les permite disolver las grasas y las proteínas en el agua. En este sentido, los estudios sobre las saponinas de los espárragos han mostrado que pueden contribuir a disminuir los niveles de colesterol total y LDL (el malo). También se han asociado con efectos antitumorales y antifúngicos in vitro”.
Aportan vitaminas: el espárrago se encuentra en el top 10 de las verduras más saludables del mundo, entre otras cosas por su riqueza vitamínica. Sus altos niveles de vitamina B6, B12 y B9 ayudan a mantener controlados la homocisteína en sangre, lo que disminuye el riesgo de aterosclerosis y otros trastornos cardiacos. Además, también tiene un alto contenido en folatos, lo que hace especialmente interesante su consumo durante el embarazo.
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias: los espárragos contienen antioxidantes, como el glutatión, que pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como patologías cardíacas, cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Además, algunos compuestos presentes en los espárragos, como los flavonoides y los compuestos fenólicos, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y prevenir enfermedades inflamatorias crónicas.
Efectos diuréticos: los espárragos contienen asparagina, un aminoácido que actúa como diurético natural, lo que significa que puede ayudar a aumentar la producción de orina y promover la eliminación de toxinas del cuerpo.

“En definitiva, es un alimento rico en vitaminas y antioxidantes que, además, tiene un alto contenido en fibra y bajo en calorías. Consumir espárragos es una excelente contribución a una dieta saludable”, señala del Río. Y añade que “su contenido mineral lo hace valioso para tipos específicos de pacientes, como las personas hipertensas”.

De qué otra manera se usó el espárrago
En la medicina tradicional china, los espárragos se utilizaron como plantas medicinales. Por ejemplo, gracias a sus propiedades diuréticas, se empleó para el tratamiento de problemas urinarios. En la India, los extractos de raíz de espárragos se usaron para fortalecer el sistema reproductivo femenino, promover la fertilidad y aumentar la producción de leche materna.

Tanto en la antigua medicina oriental como en la griega, los extractos de espárragos se emplearon como tónico para la prevención y cura de varias dolencias, incluidas las de riñón, vejiga, hígado o enfermedades reumáticas. No obstante, la experta indicó que estas aplicaciones no fueron aprobadas por las agencias reguladoras occidentales y, por lo tanto, no está reconocido su uso farmacológico al no contar con suficiente evidencia clínica.

Fuente: TN

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