Día Mundial de la Celiaquía: qué es, cómo se diagnostica y cuál es la dieta
ALIMENTACIÓN Y SALUD Camila MARTINEZCada 5 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Celiaquía, una fecha designada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad y fomentar la búsqueda de soluciones para aquellos que padecen esta condición.
La celiaquía es una enfermedad inmunológica en la que el cuerpo genera anticuerpos contra las proteínas presentes en ciertos alimentos, como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). La enfermedad celíaca impacta a una porción significativa de la población global, que afecta entre el 1 y 2% de individuos ―lo que indica que es sumamente frecuente―. Aquellos que tengan esta condición deben evitar el consumo de gluten para prevenir reacciones adversas.
“Estos alimentos contienen una proteína llamada gliadina, que es atacada por los anticuerpos generados por el sistema inmune, causando daño en el sistema digestivo”, explicó el Dr. Daniel López Rosetti en una nota en Infobae.
Y continuó: “El daño se produce principalmente en las vellosidades intestinales del duodeno y el intestino delgado, que son pequeñas proyecciones en forma de pelitos encargadas de absorber los nutrientes durante el proceso digestivo”.
Según advierten los expertos de The Mayo Clinic, esto puede conducir a múltiples síntomas digestivos, como diarrea, hinchazón y dolor abdominal, así como a complicaciones a largo plazo, incluyendo deficiencias nutricionales, problemas óseos y un aumento en el riesgo de algunas enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer intestinal.
Sin embargo, su presentación puede ir desde manifestaciones clínicas muy severas a formas totalmente asintomáticas.
Cómo se diagnostica
Los efectos de la enfermedad celíaca pueden manifestarse de manera diversa y variada, tanto en niños como adultos. Aunque en general los síntomas están vinculados al sistema digestivo, también experimentan otros síntomas que no se asocian directamente con trastornos digestivos.
“Por otro lado, también se pueden presentar síntomas atípicos, como, por ejemplo, vómitos, constipación, anemia, dolores en los huesos y las articulaciones, calambres, pérdida del esmalte dental y retraso en el crecimiento“, dijo a Infobae Valeria El Haj la directora médica nacional de Ospedyc, en una nota anterior.
En cuando al diagnóstico, según explica la Academia Nacional de Medicina Colombiana, “la enfermedad celíaca es genética y los análisis de sangre pueden ayudar al médico a diagnosticar la enfermedad, o una pequeña muestra de tejido del intestino delgado”.
El Dr. López Rosetti focaliza en un punto importante: el diagnóstico temprano. “La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para evitar complicaciones secundarias a largo plazo”.
Claves para el diagnóstico temprano
¿Cómo realizar un diagnóstico precoz? El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España realizó un protocolo para el diagnóstico temprano de esta enfermedad, basado en una combinación de factores clínicos, serológicos y de imagen.
Historia clínica y examen físico: la historia clínica detallada y el examen físico son fundamentales para orientar el diagnóstico. Es importante tener en cuenta los distintos patrones de presentación de la enfermedad, así como la pertenencia a grupos de riesgo específicos.
Sospecha clínica: ante la sospecha clínica de enfermedad celíaca, se debe confirmar un patrón de dieta con gluten y solicitar una determinación de anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (anti-tTG o anti-TG2) de clase IgA, junto con los niveles plasmáticos de IgA sérica total. Los marcadores serológicos (anti-TG2) son útiles para el despistaje inicial de pacientes con mayor probabilidad de tener la enfermedad.
Estudios complementarios: la endoscopia con toma de biopsias es fundamental para confirmar el diagnóstico de enfermedad celíaca, ya que permite evaluar directamente la presencia de atrofia de las vellosidades intestinales, que es una característica distintiva de esta enfermedad.
Grupos de riesgo: es importante conocer los grupos de riesgo, ya que la probabilidad de padecer enfermedad celíaca es mayor en estos grupos. Un estudio serológico negativo no excluye completamente la enfermedad, por lo que es crucial considerar otros factores de riesgo y síntomas clínicos.
Cuál es la dieta
La Academia Nacional de Medicina Colombiana señala que, la primera medida que hay que tomar como parte del tratamiento es una dieta sin gluten.
En sintonía con esto, la licenciada en Nutrición Victoria Bravo (M.N. 10845) apuntó en una nota en Infobae que “una vez que se llega al diagnóstico, excluir el gluten de la alimentación es un paso clave para revertir los síntomas, disminuir la inflamación y que la enfermedad pueda estar inactiva frenando la respuesta inmunológica”.
“Hacer una buena selección de la calidad de los alimentos con el seguimiento de un nutricionista especializado es fundamental para adecuar esa alimentación a las necesidades individuales de cada uno”, destacó Bravo, quien es miembro del Departamento de Nutrición de New Garden.
De acuerdo a la Asociación de Asistencia al Celíaco de México, la dieta sin gluten debe basarse, fundamentalmente, en alimentos naturales y frescos que no contienen gluten: leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, legumbres y los cereales que no tienen gluten: maíz, garbanzo, amaranto, arroz y tapioca, combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada.
Las Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG) sobre la enfermedad celíaca incluyen recomendaciones específicas sobre la dieta para pacientes con esta condición. Algunas de las recomendaciones clave son:
Dieta sin gluten de por vida y estricta: se enfatiza la importancia de seguir una dieta sin gluten de por vida para controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo asociadas con la enfermedad celíaca.
Alimentos no permitidos en una dieta sin gluten: se mencionan algunos granos, almidones y harinas que no están permitidos en una dieta sin gluten, como la cebada, el salvado, el bulgur, el cuscús y la harina de trigo duro, entre otros.
Recomendaciones nutricionales: se aconseja a los pacientes consumir una dieta rica en fibra complementada con alimentos como arroz integral, maíz, papas y verduras abundantes para corregir posibles deficiencias nutricionales, como hierro, ácido fólico, calcio y vitamina B12.
A su vez, la organización hace hincapié en la importancia de evitar la contaminación cruzada con gluten para los pacientes que siguen una dieta sin gluten. Algunas recomendaciones específicas incluyen:
Cocción y preparación de alimentos: se aconseja a los pacientes que eviten la contaminación de alimentos sin gluten al utilizar utensilios de cocina, superficies de cocción y tostadores separados para evitar la contaminación cruzada con gluten.
Etiquetado y listas de alimentos permitidos: se destaca la importancia de prestar atención al etiquetado de los alimentos industrializados para identificar ingredientes no permitidos y se alienta a los pacientes a consultar listas actualizadas de productos sin gluten disponibles en línea.
Grupo de apoyo: se recomienda que los pacientes se unan a grupos de apoyo con experiencia reconocida en la enfermedad celíaca, ya que la integración a estos grupos y el control periódico de la dieta están asociados con niveles más altos de adherencia a la dieta sin gluten.
Fuente: Infobae