Comer saludable, ¿es más caro?

NUTRICIÓNRedacciónRedacción
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En los últimos años ha habido un incremento en el número de personas que buscan mejorar sus hábitos alimentarios. Según un reciente estudio de Nestlé,solo en el año 2020 aumentó un 40% el consumo de frutas y verduras.

La sociedad está cada vez más concienciada de que la salud está directamente ligada a la alimentación, tanto es así que grandes instituciones como el Ministerio de Consumo español se están involucrando en la reducción de alimentos dañinos o poco beneficiosos. Pero, ¿realmente es barato comer sano?

A pesar de que algunos productos sí que pueden tener precios elevados, como los productos con etiqueta BIO, en líneas generales comer alimentos sanos y de buena calidad no tiene porqué suponer un aumento en el precio de la lista de la compra. Analizamos los distintos sectores.

MERCADOS ECOLÓGICOS

En los últimos años ha habido un incremento en el número de mercados ecológicos en todo Europa. Según el Estudio Global de Sostenibilidad 2021 llevado a cabo por Simon-Kurcher, el 85% de los consumidores a nivel mundial busca más productos ecológicos desde hace cinco años. La razón principal es que los productos ecológicos están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, por lo que son más saludables.

Otra de las razones es la venta a granel, ya que favorece la reducción de plásticos y papel y reduce el desperdicio de comida. Siguiendo los datos de un reciente estudio llevado a cabo por la consultora Ecological, el 30% de los consumidores de productos ecológicos tiene menos de 35 años ya que tienen una mayor concienciación hacia los hábitos de compra y el consumo saludable.

El 85% de los consumidores a nivel mundial busca más productos ecológicos desde hace cinco años
El Instituto Sondea afirma tras un estudio que a 9 de cada 10 españoles les gustaría incluir en su alimentación un mayor consumo de productos ecológicos y, sin embargo, casi la mitad no sabría por dónde empezar a hacerlo, siendo el precio una de las principales barreras con las que se encuentran. La manera de añadirlos a nuestra dieta de forma econoímica es eligiendo los alimentos ecológicos de temporada, conseguirlos en comercios locales siempre que sea posible, ya que así se elimina el coste de los intermediarios y sobre todo sacando el mayor provecho al producto.

PROTEÍNA VEGETAL: ALTERNATIVA SALUDABLE Y ECONÓMICA

Una de las propuestas a la hora de hacer un cambio de dieta hacia productos más saludables es incorporar proteína vegetal a nuestro menú. Los productos de origen vegetal contienen una cantidad casi inexistente de grasas saturadas y son beneficiosos para prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares. En este tipo de alimentos están muy presentes las vitaminas A, C y E, necesarias para el crecimiento y reparación de tejidos de todas las partes del cuerpo, y los minerales calcio, hierro y fósforo, que juegan papeles básicos en las innumerables reacciones bioquímicas a nivel celular y por ello, son imprescindibles en una dieta equilibrada.

Ante el incremento de la demanda de este tipo de productos de origen vegetal, durante la última década se ha ido ampliando la oferta de esta categoría de alimentos hasta llegar a ofrecer precios asequibles, lo que ha dado lugar a la democratización de los productos plant-based.

Heura es una de las grandes marcas que se nos viene a la cabeza dentro de esta categoría. Su propuesta ofrece una alternativa de proteína vegetal a la carne de pollo y vacuno, y se fundamenta en la herencia de la gastronomía mediterránea. Sin embargo, los precios de Heura no son muy accesibles y dentro de este sector es una de las marcas con productos más caros. En septiembre 2021, Heura lanza uno de sus productos estrella, el chorizo Heura tiene un 60% menos de grasa que la carne y los competidores y un 100% menos de grasas saturadas que la carne. A pesar de ser más saludable, cuesta 1,50 euros más que el chorizo casero de Casa Palacios.
Beyond Meat es otra de las marcas más reconocidas en cuanto a alimentos plant-based. Su misión es crear alimentos a base de proteínas nutritivas y sostenibles. Sus productos son de buena calidad, pero no son muy accesibles ya que tiene un precio muy elevado. En el caso de las salchichas de Beyond Meat, el paquete de 2 unidades tiene un precio de 6,50 euros, mientras que un paquete de salchichas de la categoría Plant based de Campofrío, Vegalia, cuesta 2,54 euros. La aparición de competidores en este tipo de marcas plant-based supone una mayor oferta para el consumidor y la entrada de precios muy competitivos.
NeWind Foods, una nueva generación de productos plant-based de elaboración en España lanzada en abril, tiene por objetivo hacer accesible la categoría y democratizar su consumo. Entre sus estrategias se encuentra la de ofrecer una buena opción calidad-precio con sus productos de máxima calidad, pero con un precio no muy elevado para que sus alimentos puedan formar parte de la dieta y las recetas de cualquier persona. Por ejemplo, un paquete de Nuggets símil pollo de NeWind Foods cuesta 3,35 euros y un otro de pollo de primera marca 3,88 euros. Por lo que podemos conseguir un producto plant based y saludable hecho a base de trigo, soja y guisantes por un precio incluso más bajo que el producto de carne de pollo y conservantes alimenticios.
Huevos camperos. Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos, y una extraordinaria fuente de proteína. Un solo huevo aporta seis gramos de proteína y 14 nutrientes esenciales, incluyendo vitaminas A, B, D y E, además de ser fuente de calcio, selenio y yodo. Tanto es así, que la OMS recomienda aumentar su consumo en al menos un huevo por día. Además de contener todos estos beneficios los huevos son un alimento muy barato y asequible. Las gallinas ponedoras de huevos camperos viven en libertad y son alimentadas con productos ecológicos y de calidad, mientras que las gallinas de granja están constantemente enjauladas y son criadas con iluminación artificial para ser más productivas. Además de favorecer a un mejor trato del animal, el consumo de huevos camperos supone para el consumidor la elección de productos sin química ni fungicidas o herbicidas. Un reciente estudio de Mother Earth News encontró que los huevos de gallinas camperas contienen menos colesterol y grasas saturadas que los comprados habitualmente en supermercados.Tanto en Estados Unidos como en gran parte de Europa, una cuarta parte de los huevos que se consumen ya son de gallinas de corral, criadas en libertad. La mayoría de países en Occidente han avanzado rápidamente en el aumento de esta práctica en los últimos años. Una de las razones por las que ese mercado evoluciona más rápido es que la diferencia de precio es más asumible. Si comparamos ambos tipos de huevos, de gallinas enjauladas con los de corral, en un supermercado líder, la media docena de camperos cuesta 1,80 euros mientras que la media docena de huevos de gallinas enjauladas tiene el precio de un euro.

Fuente: Con Salud

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