Cómo alimentarse de manera saludable en vacaciones

ALIMENTACIÓN Y SALUD Julia VOSCO
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Todos esperamos las vacaciones, de hecho, son un momento ideal para disfrutar del descanso, la familia y los amigos, pero nuestra alimentación se ve afectada de alguna forma u otra, ya que, muchas veces, el desayuno y el almuerzo se entrelazan entre sí y la cena se realiza de manera tardía. Este cambio se da por diferentes situaciones, pero la más común es que nos levantamos más cerca del mediodía y en consecuencia cenamos y nos acostamos más tarde.

Estos cambios en nuestros horarios hacen que no respetemos las cuatro comidas principales, lo que puede ocasionar una mayor ingesta de calorías, alimentos altos en grasas, azucares o alimentos con mayor cantidad de sodio. Por esto la organización, la variedad y la moderación juegan un papel sustancial en vacaciones. Entre los tips y recomendaciones que pueden ayudarte a ordenar la alimentación durante este periodo de relax podemos empezar enumerando algunos.

En principio, cocinar de forma casera es uno de los mejores planes, siempre poniendo atención al picoteo, ya que, no solemos registrar los alimentos que comemos mientras cocinamos, por lo que es conveniente no picotear mientras preparamos la comida. Por otro lado, elegir bien es siempre una buena estrategia.

Los hidratos de carbono en vacaciones
Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía en una alimentación equilibrada, pero no todos son iguales. Optar por los hidratos de carbono de absorción lenta (complejos) nos ayuda a incorporar mayor cantidad de fibra lo que favorecerá una mayor saciedad a largo plazo.

Podemos incorporarlos en cereales y derivados integrales, legumbres, verduras y hortalizas. Por el contrario, los hidratos de carbono de absorción rápida (simples) poseen menor cantidad de fibra y mayor cantidad de azúcares y calorías. Esto además reduce la saciedad a corto, mediano y largo plazo. Entre ellos, podemos encontrar las golosinas, los caramelos, los dulces, las mermeladas, los jugos de frutas envasados, las gaseosas y los chocolates entre otros.

Otra táctica es estar atento a la porción que comemos, muchas veces en restaurantes o eventos de verano los platos son más abundantes, lo que nos puede llevar a ingerir mayor cantidad de alimentos sin darnos cuenta. Las facturas de la tarde, los helados y las comidas fritas son un tema aparte, acá llega la palabra moderación como eje principal, la recomendación es comer y disfrutar de manera mensurable. En el caso de los helados, es conveniente elegir los de fruta a base de agua o también los podés realizar caseros con fruta natural.

Cuando salimos a comer afuera es importante elegir del menú las opciones más adecuadas y saludables, lo interesante es elegir carnes magras, pastas caseras y ensaladas (algunas vienen con frutas, frutos secos y semillas) esto ayuda a incorporar más fibra y alimentos de buen aporte nutricional.

Qué pasa si vamos a un hotel “all inclusive”

Los hoteles con “todo incluido” (all inclusive) son otro punto para tener en cuenta cuando organizamos las vacaciones en familia. La comida estará disponible las 24 horas siendo por un lado llamativo, pero por otro lado tentador y riesgos. Un buen plan es aumentar el consumo de ensaladas y verduras en los platos.

Además, elegir carnes sin grasa visible y postres que contengan mayor cantidad de frutas frescas. En estos hoteles, es importante aprovechar las actividades recreativas que nos ofrecen: mantenerse activo durante las vacaciones es esencial

Por último, la hidratación en verano y en días de calor es fundamental, por lo que el consumo de agua es sumamente importante. Ante cualquier duda, siempre consultar con un licenciado en Nutrición que es el mas capacitado para guiarte y ayudarte.

Fuente: TN

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