¿Quieres cuidar la salud de tu corazón? Reduce la sal de tus comidas

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Camila MARTINEZ
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Según un informe desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), estamos lejos de llegar a adaptarnos a la recomendación de sal diaria, que se sitúa en cerca de 500 mg (5 gramos). El objetivo global de reducir la ingesta de sodio es de un 30% para 2025 pero, al parecer, está siendo complicado. Por ese motivo, a través de canales populares de redes sociales, se han empezado a divulgar algunos vídeos para transmitir conocimientos básicos sobre la importancia de controlar y limitar el consumo individual de sodio.

El sodio es un nutriente esencial en nuestra alimentación, pero aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura cuando se ingiere en exceso. La principal fuente de sodio es la sal de mesa (cloruro de sodio), pero también se encuentra en otros condimentos como el glutamato de sodio. El informe de la OMS muestra que solo el 5% de sus Estados Miembros están protegidos por políticas obligatorias e integrales de reducción de sodio y el 73% de los Estados Miembros de la OMS carecen de una implementación completa de dichas políticas.

A veces, se nos va la mano echando sal a nuestras preparaciones culinarias. Esta tiene aproximadamente un 40% de sodio y un 60% de cloruro. Da sabor a los alimentos y se utiliza como aglutinante y estabilizador. También es un conservante de alimentos, ya que las bacterias no pueden prosperar en presencia de una gran cantidad de sal. Los alimentos con sal saben mejor para muchas personas, aportando sabor, y lo cierto es que el cuerpo humano necesita una pequeña cantidad de sodio para conducir los impulsos nerviosos, contraer y relajar los músculos y mantener el equilibrio adecuado de agua y minerales. En definitiva, para mantener óptimas las funciones vitales. Pero demasiado sodio en la dieta puede provocar presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. También puede provocar pérdidas de calcio, parte del cual puede extraerse del hueso.

A día de hoy las enfermedades cardiovasculares, entre las que se encuentra la insuficiencia cardiaca, el ictus o la hipertensión arterial, son algunas de las principales muertes en nuestro país. Según el Instituto Nacional de Estadística, durante 2022 fallecieron más de 120.000 personas por esta causa, es decir, más de 330 personas al día.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mala alimentación y la ingesta excesiva de sal son los principales detonantes de la enfermedad cardiovascular vinculados a la nutrición, no solo en España, sino a nivel mundial.

A todo esto hay que sumarle también que la sal motiva la acumulación de líquido. Hay que tener en cuenta que el 80% de la sal que consumimos no viene de la sal que añadimos nosotros sino la que añade la industria a los productos.

Alimentos con elevado contenido de sal
Entre estos alimentos encontramos lácteos como la leche en polvo o quesos, incluido el queso fresco; carnes ahumadas, carnes curadas y los fiambres; el pescado ahumado y en conserva; los cereales, así como alimentos procesados como las sopas de sobre o pizzas. También, encurtidos como las aceitunas, las verduras envasadas, y salsas como la mostaza y mayonesa industrial es mejor evitarlos. El pan, de hecho, es el alimento que más contribuye a nuestra ingesta de sal en España.

Cómo reducir la sal de nuestra alimentación
Aunque una mínima cantidad de sal es esencial para el funcionamiento del organismo, te damos algunos consejos que te pueden ayudar a reducir la sal en tus comidas y por lo tanto minimizar tu riesgo de padecer una dolencia cardiovascular:

- Apuesta por los alimentos frescos y de calidad como verduras, frutas, pescado y carnes blancas cocinadas a la plancha o al vapor en las que tú puedes controlar la sal que añades.

- Consulta el etiquetado de los productos procesados y precocinados que compres en el súper: los cubitos de caldo o los encurtidos o las patatas fritas contienen una gran cantidad de sal.

- Enseña a tus papilas gustativas a disfrutar del sabor real de los alimentos, cocina sin sal y prueba la comida justo antes de degustarla, te sorprenderás. Puede que esta acción tan simple te ayude a no echar sal y además comer de forma más saludable.

- Haz de las hierbas aromáticas y las especias tus grandes aliados. Utiliza orégano, perejil, romero o albahaca para cocinar tus platos preferidos, descubrirás nuevos sabores sin agregar ni un gramo de sal.

Fuente: abc

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