La fruta que ayuda a producir colágeno y tiene más vitamina C que los cítricos

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Camila MARTINEZ
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Tiene una forma similar a la cereza y algunos sugieren que parece una manzana en tamaño miniatura; aunque su sabor, a diferencia de las mencionadas, es ácido. La acerola crece en los trópicos y se ha convertido en un popular suplemento que puede consumirse en su formato natural o como polvo o extracto líquido que son los modos más accesibles para aprovechar los beneficios que aporta a la salud ya que la fruta entera no es fácil de conseguir en países no tropicales como es el caso de la Argentina.

Su color puede variar dependiendo del grado de maduración, a veces tiene tintes de color naranja y otras es rojizo o amarillento. Respecto de sus orígenes, se remonta al sur de México, específicamente a la zona en la que comienza el mar de las Antillas. De ahí que también se apoda a este fruto como “cereza de las Antillas”. Con la expansión de su consumo y el esparcimiento de su cosecha, la acerola se propagó por América Central, el norte de Sudamérica e incluso estados sureños de EE.UU. como Texas y Nuevo México.

En la Argentina, además de ser poco conocida y estar poco difundidas sus propiedades curativas y formas de consumo, la acerola no dispone de gran demanda en el mercado alimenticio nacional. De todas formas, actualmente se están realizando pruebas de cultivo en la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) en Jujuy, Formosa y Misiones.

“La acerola lleva muchos años en la experimental del INTA en Yuto y tiene un alto nivel de vitamina C, antioxidantes, fibra, vitaminas, reguladores intestinales y bajas calorías”, explicó a un medio argentino María Julia Fagiani, técnica investigadora de cultivos tropicales en dicha estación experimental. También señaló que al ser un alimento inmuno estimulante sirve para combatir la gripe, alergias y estrés a través de la síntesis de anticuerpos.

Matías Marchetti, licenciado en Nutrición y autor de libros sobre vida sana añade que también es difícil adquirirla dado que se daña fácilmente al ser transportada o almacenada. “Posee un alto contenido de agua y se oxida rápidamente al tener contacto con el aire, lo que hace que pierda parte de su contenido en vitamina C. Por eso se acostumbra procesarla para conservar sus propiedades y facilitar su consumo”, desarrolla.

Acerola: la fruta poco conocida que contiene más vitamina C que la naranja
Un estudio publicado en el Journal of Food Science and Technology resalta que este alimento ha generado revuelo entre la comunidad científica y las compañías farmacéuticas en los últimos años debido a sus alegados poderes.

“Al poseer un rico perfil de nutrientes con numerosas bioactividades y estar sin explotar en gran parte del mundo, la acerola esencialmente requiere una mayor atención y tiene aplicaciones agroindustriales y farmacéuticas prometedoras (...) El trabajo futuro en estas líneas puede ayudar a establecer una afirmación audaz relacionada con la fruta y también aportar nuevos conocimientos sobre los cambios mecanicistas de la matriz de la fruta que ocurren en el sistema humano”, se detalla en las conclusiones.

1. Riqueza de vitamina C
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos revela que la principal característica nutricional de la acerola es su altísimo contenido en vitamina C. “Es uno de los frutos más ricos en vitamina C que ofrece la naturaleza. Aunque la concentración de esta vitamina en los frutos varía según el clima, la maduración y la estación del año. Así, los mayores niveles se alcanzan cuando el fruto aún está verde y descienden durante la maduración”, establece la institución.

“Su alta cantidad de vitamina C se debe a que tiene una adaptación natural para producir y almacenar esta vitamina en su pulpa; algo así como una forma de protegerse de las condiciones climáticas adversas y de los insectos que la atacan”, subraya el Lic. Marchetti.

2. Protección del cerebro
Puede proteger el cerebro, específicamente el hipocampo, del estrés oxidativo causado por la mala alimentación y la obesidad, manifiesta la investigación “Efectos de la ingesta de jugo de acerola sobre el metabolismo energético cerebral”.

Tras observar por semanas a distintos grupos de roedores a los que alimentaron con jugo de acerola madura, inmadura e industrial, los estudiosos constataron que las alteraciones en el metabolismo energético causadas por la obesidad pueden revertirse parcialmente con cualquiera de las tres opciones de acerola.

3. Mejor digestión
Los expertos sostienen que la acerola tiene la capacidad de mejorar la función metabólica y la digestión. Un estudio científico publicado en la revista Bioscience, Biotechnology, and Biochemistry constató que la fruta ha sido utilizada en sistemas de medicina tradicional para tratar malestares como la diarrea, los dolores de estómago y la disfunción hepática dado que su ingesta promueve una respuesta positiva a la inflamación en el intestino.

4. Producción de colágeno y cuidado de la piel
Un análisis realizado por el Laboratorio de Biología Celular Clarins evidencia que el extracto de acerola colabora con la reducción de la sobreproducción de melanina –principal pigmento responsable del color normal de piel y cabello– que es la causa de muchos de los problemas de pigmentación de la piel y que, en caso de no funcionar correctamente, no puede proteger la dermis de los efectos de la radiación ultravioleta. Sucesivamente, la marca cosmética detalla que el extracto de su semilla favorece la oxigenación cutánea lo que evita la aparición de signos de envejecimiento prematuros y ayuda a purificar y descongestionar la dermis.

Según Marchetti, otros de sus beneficios son: la regeneración de tejidos dañados por quemaduras o lesiones, el favorecimientos de la cicatrización de heridas y la formación de colágeno.

Contraindicaciones
“Puede ser consumida por cualquier persona, siempre y cuando no se tenga alergia o intolerancia a esta fruta o a alguno de sus componentes”, dice Marchetti. En lo sucesivo añade que algunos casos específicos en los que se debe tener precaución o consultar con un médico antes de consumirla son:

Si se tiene alguna enfermedad renal o hepática, ya que el exceso de vitamina C puede sobrecargar estos órganos y causar problemas.
En caso de tomar medicamentos anticoagulantes, porque la vitamina C puede aumentar el riesgo de sangrado.
Personas con diabetes o que toman medicamentos para controlar el azúcar en la sangre, dado que la fruta puede alterar los niveles de glucosa y causar hipo o hiperglucemia.
Si se está embarazada o lactando, puesto que no hay suficiente evidencia sobre la seguridad de su consumo en estas etapas.

Fuente: La Nacion

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