Qué son los divertículos en el colon, cuándo pueden ser peligrosos y cómo prevenirlos

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Rosario CALVO
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A menudo asintomáticos y poco visibles, lo cierto es que muchas personas pueden tener divertículos en el colon sin que se den cuenta. Los divertículos son una especie de sacos o bolsas que se producen por la debilidad de las capas musculares del colon y que, según precisa el Dr. Diego Sánchez Muñoz, director médico y fundador del IDI- Instituto Digestivo, se pueden dar en cualquier tramo del colon pero son más frecuentes en el sigma, una porción del intestino grueso que se encuentra inmediatamente después del colon descendente y antes del recto, en el lado izquierdo.

Uno de los principales factores que influyen en el desarrollo de divertículos es llevar una dieta baja en fibra. La explicación está en que la falta de fibra puede provocar heces duras y secas lo que, según revela el Dr. Sánchez, puede aumentar la tensión en la pared del colon durante las deposiciones. «Esta presión constante es lo que puede provocar la formación de bolsas o divertículos en las paredes del colon. Así, las personas con estreñimiento crónico o ciertas dificultades para defecar tienen un mayor riesgo de desarrollar divertículos», apunta.

También pueden ser consecuencia de la edad, pues las paredes del colon se debilitan a medida que envejecemos y eso puede dar lugar a que haya más riesgos de desarrollar divertículos.

Igualmente existe evidencia científica del papel que desempeña la predisposición genética en el desarrollo de divertículos, así como de la influencia de otros factores como el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades inflamatorias del colon como la colitis ulcerosa o la Enfermedad de Crohn

Riesgos para la salud
Es cierto que la enfermedad diverticular se suele presentar sin síntomas en las primeras etapas. Sin embargo, según revela el fundador del IDI- Instituto Digestivo, algunos de los signos como el dolor abdominal, generalmente en la parte inferior izquierda del abdomen, es uno de los síntomas más comunes de la diverticulosis. También se pueden padecer cambios en las deposiciones (episodios de estreñimiento o de diarrea), así como hinchazón abdominal y gases.

La cuestión es que, como aconseja el Dr. Sánchez, muchos de estos síntomas son similares a los que se producen en otros trastornos gastrointestinales por lo que, si se padecen, conviene consultar a un médico especialista para que pueda realizar un diagnóstico adecuado. «Las consultas periódicas y la colonoscopia pueden ayudar a detectar la presencia de divertículos y prevenir complicaciones», apunta.

Eso sí, si los divertículos se infectan y se inflaman aparece un cuadro llamado diverticulitis aguda. En este caso los síntomas incluyen, según describe el Dr. Sánchez, dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas, vómitos y cambios en los hábitos intestinales. Algunos pacientes, por tanto, pueden requerir tratamiento con antibióticos, vigilancia mediante pruebas analíticas y de diagnóstico por imagen y, en algunos casos hospitalización. De hecho, cuando ocurren casos graves pueden darse abscesos, fístulas o incluso perforación de colon, que es un cuadro muy grave, que requiere cirugía urgente.

Igualmente el experto apunta que en ocasiones puede aparecer una hemorragia diverticular que puede requerir actuación endoscópica o quirúrgica para solucionar el caso. Además, si esto se da de forma crónica se puede producir estenosis del colon, que es un estrechamiento de la luz colónica debido a la cicatrización.

Cuando aparece diverticulitis, por tanto, los síntomas suelen ser intensos y potencialmente graves, por lo que es importante acudir a un servicio de Urgencias si aparece dolor abdominal intenso, sangrado rectal o fiebre.

El Dr. Sánchez aclara, no obstante, que afortunadamente no todos los pacientes con diverticulosis desarrollan complicaciones y que, en la mayoría de los casos, permanecen asintomáticos.

Cómo prevenir que aparezcan
Mantener un peso adecuado, evitar la obesidad y realizar ejercicio físico regular son los tres pilares fundamentales para prevenir la aparición de divertículos y reducir el riesgo de complicaciones.

En cuanto a la nutrición, el especialista en el aparato digestivo apunta que la fibra es esencial para mantener el colon sano. «Una dieta rica en fibra ayuda a ablandar las heces y facilita su paso por el colon, lo que hace que se reduzca la presión sobre la pared del colon y baje el riesgo de formación de divertículos», aclara. A esto hay que sumar, igualmente en la línea de conseguir el ablandamiento de las heces, beber suficiente agua al día.

En el otro lado de la balanza estarían los alimentos procesados y bajos en fibra como la comida rápida, los pasteles, la bollería y, en general, los productos con alto contenido de azúcares y harinas refinadas, ya que pueden causar estreñimiento y dañar la salud del colon. Del mismo modo el exceso de carnes rojas puede favorecer la aparición de diverticulosis.

Lo más importante, según recomienda el Dr. Sánchez, es que una vez que se haya superado un episodio de diverticulitis el paciente se centre en prevenir futuros episodios, por un lado cambiando hábitos de vida y, por otro, tomando, siempre con la recomendación de un profesional, ciertos antibióticos de forma cíclica para intentar evitar que vuelva a suceder.

Fuente: abc

 

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