Tu carro de la compra: qué debe llevar para cuidarte más

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Ana COHEN
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Si te has planteado mejorar tu alimentación, no hace falta que te plantees hacer una estricta dieta. Integrando un simple hábito podemos hacer que nuestra alimentación vaya cambiando poco a poco y que con un simple cambio obtengamos un gran beneficio.

Nuestras rutinas y ritmo de vida, van a marcar nuestra forma de alimentarnos, ya que dependemos del tiempo que tenemos y de una buena organización. El problema es que la vorágine del trabajo y la casa muchas veces nos complica poder alcanzar el objetivo. Pero, ¿y si en lugar de proponernos un cambio radical nos planteamos un pequeño cambio?

En cuestión de alimentación, nuestra salud es equivalente a lo que compramos, por lo tanto es fácil relacionar que nuestro hábito de consumo va a determinar nuestra salud y peso corporal. Así pues, hacer una compra consciente y enfocada en alimentos y productos menos procesados va a tener un impacto en nuestra salud.

Por ejemplo, la simple acción de reducir la compra de alimentos procesados puede suponer un gran paso para hacer un cambio de hábitos alimenticios sin practicamente darnos cuenta.

Este sencillo hábito de consumo puede ayudarnos a reducir no solo el consumo de azúcares refinados del que tantas veces hemos hablando, sino que también reduciremos las grasas poco saludables y el consumo de sal, que todos juntos son los causantes de multitud de patologías que inundan las consultas médicas de atención primaria y que a su vez son los culpables del aumento de consumo de fármacos para estas patologías.

Además, el hecho de reducir el consumo de alimentos procesados también nos va a suponer un ahorro económico a corto plazo (a largo plazo, el gasto médico y farmacéutico es elevadísimo), por lo que es una recompensa adicional a este pequeño cambio. Así pues, si quieres hacer un cambio en tu salud o perder algún kilo que has cogido en verano y si te hace cuesta arriba, puedes empezar por cambiar tu forma de comprar.

Dedica un tiempo para organizar un menú, haz una lista de la compra en la que solo tengas alimentos frescos y de temporada y busca un hueco para cocinar, aunque en un principio hagas recetas más sencillas poco a poco podrás ir experimentando en nuevas recetas, seguro que en redes sociales encuentra muchas que te motiven. Verás que en tan solo un mes verás cambios positivos sin apenas hacer esfuerzos.

Lo bueno, es que un hábito positivo lleva a otro, aprovecha ese empuje para plantearte otros objetivos, como pedir menos comida a domicilio o ir caminando al trabajo y de esta manera conseguirás mejorar tu salud sin apenas apreciar grandes esfuerzos.

Fuente: abc

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