


Barriga hinchada, prominente o inflamada por estrés: qué hacer para reducirla
ALIMENTACIÓN Y SALUD Camila MARTINEZ
Nuestro cuerpo es único y diverso, y nuestras barrigas también lo son. Cada una de ellas tiene sus particularidades, y es importante entender que no hay una forma perfecta.


Existen muchos factores que pueden alterar su estética, como un embarazo, el estrés o una mala digestión, por lo que conseguir un abdomen plano se puede volver un gran reto.
Hoy vamos a ver los distintos tipos de barriga que existen y sus características:
Barriga hinchada o distenidda
Esta barriga está relacionada con la retención de líquidos, gases o mala digestión. Es importante prestar atención a la alimentación y adoptar buenos hábitos saludables.
Evita alimentos procesados, ricos en sal y azúcares refinados, y apuesta por alimentos frescos, ricos en fibra y grasas saludables.
Barriga prominente
Se caracteriza por un exceso de grasa en la zona abdominal, asociado normalmente a un estilo de vida poco activo y a una alimentación no saludable.
Es necesario trabajar ejercicios de fuerza con ejercicios cardiovasculares para quemar grasa en general (hay que recordar que no es posible eliminar grasa localizada), además de tener una dieta saludable y equilibrada.
Barriga inflamada por estrés
Se caracteriza por ser dura y prominente en la zona desde el diafragma hasta el ombligo, normalmente producida por malos hábitos y el estrés, por lo que se acumula más grasa en la zona abdominal.
Algunas prácticas como el yoga o la meditación te pueden ayudar a gestionar el estrés, así como dormir lo suficiente y hacer ejercicio de forma regular.
Y obviamente, si acabas de dar a luz, tendrías la barriga posparto, que se caracteriza por tener el vientre abultado en la zona inferior.
¿Cómo se debe trabajar el abdomen?
El trabajo abdominal no solo debería realizarse de forma consciente durante el entrenamiento, sino que también deberíamos involucrarlo en las actividades de la vida diaria.
Es tan fácil como mantener una postura adecuada en todo momento:
- Hombros hacia atrás.
- Alarga tu columna (como si alguien tirara de tu cabeza con un hilo).
- Pecho levantado.
- Abdomen ligeramente contraído, llevando tu ombligo hacia arriba, como si fuera una cremallera imaginaria.
Cuatro mitos sobre el trabajo de abdomen
Mito 1: «Hacer abdominales quema la grasa del vientre». Los ejercicios abdominales te ayudarán a tonificarlos, pero no queman la grasa de esa zona. Para ello es necesario perder grasa general con la combinación de ejercicios de fuerza y cardio. Si los abdominales están cubiertos de una capa de grasa, no se van a marcar por mucho que los trabajes.
- Mito 2: «Las fajas reductoras me ayudarán a reducir la cintura». Las fajas reductoras ejercen una compresión en el área abdominal pero este efecto es solo visual y no se traduce en una pérdida de grasa real.
- Mito 3: «Sudar ayuda a quemar más grasa». Sudar es la respuesta del cuerpo para regular la temperatura y enfriarse cuando se encuentra expuesto a altas temperaturas. No está directamente relacionado con la quema de grasa.
- Mito 4: «Hacer abdominales es suficiente para tener un abdomen plano». Son importantes para fortalecer los músculos, pero no son suficientes. Para tener un abdomen plano, hay que adoptar un enfoque holístico que incluya alimentación saludable, ejercicio cardiovascular regular y combinación de ejercicios de fuerza para todo el cuerpo.
Así pues, ya has visto que es importante tomar consciencia de tu abdomen durante tu día a día, manteniéndolo fuerte y activo. Y si quieres reducir grasa abdominal, recuerda que debes reducir la grasa del cuerpo en general, combinando ejercicios de fuerza con ejercicios de cardio.
Fuente: abc

