Cómo evitar las piedras en el riñón: lo que sí y lo que no debes comer

ALIMENTACIÓN Y SALUD Ana COHEN
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Los cálculos renales, también conocidos como piedras en el riñón o litiasis renal son una afección más común de lo que podemos llegar a pensar que puede causar un dolor intenso y afectar negativamente en la calidad de vida de quien la sufre. Aproximadamente el 80% de los cálculos renales contienen calcio (litiasis de oxalato de calcio) y esta formación de cálculos renales puede estar relacionada con diversos factores, entre ellos debemos destacar el componente genético, padecer otras enfermedades, el sobrepeso, el no beber suficiente agua y una alimentación rica en proteínas, azúcar, sal y una alta ingesta de oxalatos.

A través de la alimentación y un estilo de vida más saludable, podemos ayudar a prevenir y promover una buena salud renal, así que, toma nota de las siguientes recomendaciones:

Hidratación adecuada
La deshidratación es un factor de riesgo importante para la formación de cálculos renales. Es fundamental mantenerse bien hidratado para diluir las sustancias que pueden precipitar y formar los cálculos.

Se recomienda consumir al menos 2 litros de agua al día, aunque las necesidades pueden variar según la actividad física, el clima y otras condiciones individuales.

Además del agua, también puedes consumir infusiones sin cafeína, como té de hierbas o agua de coco, para mantener una hidratación adecuada.

Limita el consumo de sodio
El exceso de sodio en la dieta puede aumentar la excreción de calcio en la orina, lo que aumenta el riesgo de formación de cálculos de oxalato de calcio, el tipo más común de cálculos renales.

Limita el consumo de alimentos procesados, que suelen ser ricos en sodio, y evita agregar sal de mesa en exceso a tus comidas.

La mejor opción para dar más sabor a tus platos es optar por condimentarlos con especias y hierbas naturales en su lugar.

Recuerda leer las etiquetas de los productos para asegurarte de que no contengan altas cantidades de sal, que es de 1,25 gramos por cada 100 gramos de producto.

Modera el consumo de proteínas animales
El exceso de proteínas, especialmente las de origen animal, puede aumentar la excreción de calcio en la orina y elevar el riesgo de formación de cálculos renales.

Procura equilibrar tu dieta con fuentes de proteínas vegetales como legumbres, tofu y frutos secos. Estos alimentos son ricos en proteínas, pero también contienen otros nutrientes beneficiosos y no aumentan la excreción de calcio en la orina como lo hacen las proteínas de origen animal.

Limita el consumo de oxalatos
El oxalato es una sustancia presente en muchos alimentos y puede contribuir a la formación de cálculos de oxalato de calcio en personas susceptibles, en especial aquellas que tienen una deficiencia de la enzima bacteriana 'Oxalobacter Formigenes' que degrada el oxalato en el intestino.

Algunos alimentos ricos en oxalatos son las espinacas, la remolacha, el chocolate, el té negro y los frutos secos.

No es necesario eliminarlos por completo de la dieta, ya que también son fuente de otros nutrientes importantes, pero es recomendable consumirlos con moderación y en combinación con otros alimentos saludables.

Además, puedes considerar poner a remojo, hervir o cocinar los alimentos ricos en oxalato para reducir su contenido.

Aumenta el consumo de frutas y verduras
Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales que promueven la salud renal. Además, su alto contenido de agua ayuda a mantener una buena hidratación.

Aumenta el consumo de frutas como las naranjas, los limones, las fresas y las sandías, que son especialmente beneficiosas debido a su contenido de citrato, un compuesto que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos.

Come suficiente fibra
Una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales al mejorar el tránsito intestinal y reducir la absorción de sustancias que podrían precipitar y formar los cálculos.

Opta por alimentos integrales como granos enteros, legumbres, frutas y verduras.

Además, la fibra también puede ayudar a controlar el peso corporal y reducir el riesgo de obesidad, un factor de riesgo para la formación de cálculos renales.

Limita las bebidas carbonatadas y los refrescos
Las bebidas carbonatadas y los refrescos pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales debido a su contenido de fosfatos y azúcares añadidos.

El consumo regular de estas bebidas puede elevar los niveles de ácido úrico y calcio en la orina, promoviendo la formación de cálculos.

Evita los suplementos de vitamina C
La vitamina C es esencial para el sistema inmunológico y la salud en general, pero altas dosis de suplementos de vitamina C pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales, ya que el exceso de vitamina C se convierte en oxalato en el organismo.

Es mejor obtener la vitamina C de fuentes naturales como cítricos, kiwis y bayas, en lugar de depender de suplementos en dosis excesivas.

Si tienes antecedentes de cálculos renales o si tienes preocupaciones relacionadas con tu salud renal, es importante que consultes a un profesional de la salud, como un médico o un dietista especializado. Ellos podrán proporcionarte recomendaciones personalizadas y adaptadas a tu situación particular.

La prevención de los cálculos renales a través de una alimentación adecuada es una estrategia fundamental para mantener una buena salud renal. Sigue estas recomendaciones nutricionales, pero recuerda que cada persona puede tener necesidades y condiciones individuales que hacen que su dieta sea única.

Además de la alimentación, también es importante llevar un estilo de vida saludable en general, que incluya actividad física regular, evitar el tabaco y el consumo de alcohol.

Cuidar de nuestros riñones es esencial para gozar de una buena calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.

Fuente: ABC

 

 

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