Los trastornos de conducta alimentaria y el ejercicio de empatía que nos enseña la película The Whale

ALIMENTACIÓN Y SALUD Paola Zabala
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La Argentina es el segundo país, detrás de Japón, con más cantidad de casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA). El 70% de las mujeres no está conforme con su cuerpo y el 60% admite querer adelgazar. En este contexto, se estima que más de un 30% de personas con sobrepeso y obesidad sufre de atracones.

Es juernes, como le decimos los oficinistas al jueves, casi paladeando el viernes. Mi amigo: “¿Salimos del laburo y vamos a ver The Whale? Después de la peli, vamos por un gin tonic y nos ponemos al día de las penas de amor, así me contás que pasó con el prospecto de novio con el que pasaste año nuevo”.

Todo un planazo que terminé cancelando porque presumí que la película me iba hacer llorar, así que me la autoproscribí y censuré. Pero llegó el domingo y esa sensación rara que invade ese día, me invitó a ver el film. A veces, cuando necesitás dejar salir un poquito la tristeza y derramar alguna lagrimita para lavar las penas, nada mejor que ponerte en contacto con las emociones que mirando una historia así.

Al inicio del film, reconozco que me ganó el prejuicio y pensé: no me digas que la película pasa sólo por mostrar las desavenencias del personaje para agacharse, higienizarse y valerse por sus propios medios, cosa que todos nos podemos imaginar. Seguramente ahora viene un momento donde lo muestran comiendo con voracidad y ahogándose con la comida.

Pesocentrismo
El primer juicio de valor que hice fue: qué pena que se queden ahí y que no colaboren desestigmatizando la obesidad. No necesariamente el personaje debía ser sucio, tener una casa desordenada. Hubiera sido un buen momento para hablar de trastornos como la depresión y la ansiedad, la culpa. No se aborda la relación entre la obesidad y la salud mental. Nadie le sugiere nunca buscar ayuda profesional para poder acompañarlo en su enfermedad, ni habla del estigma social de la obesidad. A excepción de su amiga, ningún personaje siente recelo en tratar a Charlie con desdén o crueldad.

No naturalicemos el maltrato y la humillación hacía una persona independientemente de su cuerpo. No me siento cómoda con la palabra gordofobia, porque la fobia es el miedo intenso y desproporcionado hacia algo cuando, en realidad, estamos hablando de rechazo y discriminación. Preferiría nombrarlo como “pesocentrismo” que refleja más el sentimiento de presión social omnipresente y el reduccionismo de una persona a su peso corporal, o su tamaño. Nadie le preguntaba a Charlie qué sentía en su corazón, qué deseaba, qué lo preocupaba.

Discriminación y bullying
El argumento, además, trasciende la obesidad, habla de discriminación, de los problemas que tenemos en aceptar al otro. Siendo la Argentina el segundo país del mundo con mayor índice de casos de TCA, es una tarea para padres, profesionales de la salud y educadores hablar sobre este tema con niños y adolescentes, sobre todo siendo esta condición un factor de riesgo cuando de hablamos de bullying.

Por supuesto que la obesidad no es el único motivo de acoso escolar y, en realidad, todo depende el grupo donde se encuentre alojado ese niño/a. Hago mención además a acontecimientos más peligrosos como desafíos de TIK TOK que consisten en rodearse la cintura con un cable para mostrar la delgadez. Niñas de 8 años pidiéndole a los padres inscribirse en el gimnasio para poder alcanzar cánones de belleza a una edad impensada.

Todos estos retos virales contribuyen al desarrollo de TCA sobre todo en niños y adolescentes que son un grupo vulnerable, pero, además, los principales usuarios de esa red social. Por supuesto que consumir Tik Tok no necesariamente hace que los niños, niñas y adolescentes desarrollen un TCA, pero afecta su autoestima y pone en riesgo su seguridad física si deciden llevar a cabo prácticas riesgosas como contener la respiración o suprimir los alimentos.

Dicho esto, reconozco que la película aborda dilemas éticos y morales como la homosexualidad y la religión, la necesidad de redención antes de morir, la importancia de ser uno mismo y dejar una huella positiva en el paso por este mundo, el paso por la adolescencia y los conflictos con los progenitores, las cámaras apagadas en un zoom, el suicidio, el abandono de los padres...

Algunas enseñanzas que deja The Whale
Nunca es tarde para pedir disculpas, quizás no siempre sea posible recuperar esos vínculos como el que une a Charlie con su hija, pero si es posible alcanzar la tranquilidad de hacer las cosas de la mejor manera.
Cuando livianamente hablamos del peso de una persona debemos recordar que se trata de un ser íntegro, que seguramente esté batallando con otras cuestiones emocionales.
El valor de la salud mental, el aislamiento y la relevancia de tener un sistema de apoyo, amigos cercanos en momentos difíciles es crucial.
La importancia de la posvención como intervención en un caso de suicidio, y cuán necesario es acompañar a la familia para trabajar los sentimientos de culpa, afrontar la pérdida de alguien que toma esta determinación es uno de los duelos más difíciles en términos de comprender y aceptar lo sucedido.

La escena más emotiva
Sin embargo me quedo enfocada en una escena en particular, para mí la más emotiva, la que me llevo en el corazón. El film, en su totalidad, tiene la poderosa capacidad de conmovernos y dejarnos pensando. Pero destaco el diálogo de Charlie y Ellie, su hija.

Ante la inminencia de su muerte, su último acto de amor se dirige hacia ella. Charlie guardó durante muchos años un ensayo escolar que Ellie escribió. Es la primera vez que la culpa no lo paraliza y logra demostrarle todo su amor a Ellie, abrir su coraza y reflejarle que es una persona maravillosa. Con este acto de redención, cobra sentido su vida. Aunque las heridas sigan abiertas, qué sanador le resulta escuchar ese mensaje de su papá. Este es el mayor ejercicio de empatía que tuvo que realizar su hija, lograr ver a su padre a través de su rencor.

Fuente: tn

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