La raíz de apio se come: cómo sacar partido a este feo tesoro nutricional
ALIMENTACIÓN Y SALUD Olivia BIANCHIReconozcámoslo, existen vegetales, especialmente los más feos, de los que siempre pasamos de largo. Pero ¿qué hace a un vegetal feo o bonito? Como alguien dijo alguna vez, la belleza está en el interior. Siempre partiendo de la base de que no es recomendable comprar piezas magulladas, mal conservadas, cuya descomposición o fermentación ya se haya iniciado o tengan signos visibles de mohos, el hecho de que un vegetal tenga una forma imperfecta, un color o tamaño inusual, tengan algún pequeño resto de tallos, hojas o restos de tierra, no son en absoluto indicativos de su calidad a nivel nutricional.
De hecho, eligiendo vegetales y frutas imperfectos contribuimos en gran medida a reducir el desperdicio alimentario por lo que cualquier acción que realicemos de forma recurrente será un avance.
La raíz de apio es de esos vegetales que poca gente conoce y a no todo el mundo le gusta. Rugoso, con nudos y un aroma intenso a apio en crudo, hace que la mayor parte de las veces no entre en nuestra cesta de la compra, y ya no solo por su aspecto, sino por no saber cómo prepararlo.
Algunos tips para sacarles el mejor partido son:
- Escogerlo cuando está firme, se sienta pesado para su tamaño y tenga matices verdes en su exterior.
- La intensidad de sabor y aroma del vegetal crudo se vuelve muy suave cuando se cocina. Cuando lo pruebes entenderás por qué es un ingrediente habitual en las cocinas de los mejores restaurantes.
- Se puede conservar durante un par de semanas en el frigorífico sin pelar, en una bolsa abierta y con un trozo de papel de cocina para absorber el exceso de humedad.
- Podemos usarlo salteándolo, asándolo, en sopas y cremas, purés, rallado crudo para ensaladas, como chips, etc.
Fuente: abc