El cuerpo da pistas de cómo tiene una persona su microbiota

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Ana COHEN
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¿Sabías que existe una estrecha relación entre la felicidad y las bacterias de nuestro intestino? ¿Que un buen tránsito intestinal ayuda a tener una buena salud mental? ¿Que la microbiota tiene un papel fundamental en tu salud, en la prevención de enfermedades y que refuerza tu sistema inmunitario?

Para acercarnos al intestino y a la microbiota, la doctora María Dolores de la Puerta ha escrito 'un intestino feliz', donde explica de forma sencilla y llena de ejemplos prácticos qué es realmente la microbiota, cómo podemos cuidarla y qué hábitos son necesarios para equilibrarla desde la alimentación, el ejercicio, el sueño, la digestión, el estrés, la inflamación…

En los últimos años oímos hablar de microbiota pero todavía mucha gente no sabe lo que es, lo que hace, por qué es importante conocerla…

Microbiota significa microorganismos y hay que saber que todo nuestro cuerpo esta colonizado por estos y que vivimos con ellos. Pero no solo eso, también en nuestra piel, en los organos, en los tejidos...

De forma natural hablamos de microbiota y pensamos automáticamente en la microbiota intestinal, que es el ecosistema más rico y más diverso porque hay millones de microorganismos en más de miles de especies, pero lo cierto es que la investigación avanza y aseguran la implicación también en la salud endocrina, en la mental... Es decir, la microbiota está presente en la salud general del organismo.

¿Qué señales recibimos de si tenemos una microbiota sana o todo lo contrario?

Hay que tener en cuenta el historial clínico y los hábitos: cómo se duerme, como se alimenta, el impacto de estres, que también... En resumidas cuentas, nuestro cuerpo nos da pistas de cómo tiene una persona su microbiota.

Quienes tienen una microbiota desordenada tendrán sintomas no solo intestinales, de diarrea o estreñimiento, la piel se mostrará seca, con eccemas, cuadros de atopía, migrañas por el desorden intestinal, poco rendimiento, fatiga psíquica y física... La microbiota condiciona mucho el descanso nocturno también, por lo que nuestro estilo de vida nos da pistas de si está funcionando bien o mal.

Cuentas que la microbiota tiene conexión con todas las partes del cuerpo... ¿qué relación existe con el cerebro?

Están conectados por muchos caminos: en el cerebro está el sistema nervioso central y en la tripa tenemos también muchísimas neuronas. El sistema nervioso entérico está continuamente comunicándose con el sistema nervioso central. Lo hace de muchas formas, y también directamente a través del nervio vago que comunica al cerebro con abdomen e intestino, por lo que hay una actividad intestinal permanente.

La microbiota intestinal, por su parte, también produce sustancias que a través de la sangre llegan al cerebro, y ahí se nos activan continuamente sentimientos y sensaciones diferentes dependiendo de si la microbiota está bien o mal. De hecho, gracias al Instituto Pasteur sabemos que también los pensamientos y sentimientos en pocos segundos tenían impacto en la microbiota intestinal a través del nervio vago y neurotransmisores que se producen a nivel central e intestinal.

Entonces nuestro estado de ánimo tiene mucho que ver con la microbiota...

El intestino, para muchos sentimientos, es muy importante. La serotonina es la hormona de la alegría y el 90% se produce en el intestino, con lo cual el estado de animo se determina por lo que se produce ahí. Pero no solo la felicidad, también la calma, la sensación de ganas de hacer algo e incluso la hormona del placer se produce a través intestinal. En cambio, si la microbiota está desordenada, el mensaje será que no nos encontramos bien.

Hay que destacar que esa comunicacion es en tiempo real, por lo que si recibimos un susto, por ejemplo, suele ocurrir que se nos cierra el estómago y, en cambio, si estamos en un momento íntimo de amor sentimos mariposas...

¿Y qué puede contar sobre la relación microbiota-sueño?

Hay una tendencia altísima a dormir mal y es posible que sea cada vez mayor en los últimos años. Efectivamente existe una conexión entre la microbiota y el sueño porque es una buena reguladora de los ritmos circadianos. Tanto de día como de noche ocurren cosas y parte de esas cosas que pasan suele afectar al sueño. La melatonina es la hormona del sueño y su producción también implica a la microbiota, así que si está bien, bien, y si está mal esto puede alterar los ritmos del sueño.

Si la microbiota es tan importante, ¿cómo la podemos cuidar?

La alimentación es fundamental porque nuestra microbiota depende de ello y es el factor que más la puede alterar, pero también depende de la práctica de ejercicio, el control de estrés, el sueño...

Podemos hablar de alimentos buenos y de alimentos malos, y los primeros siempre serán los fermentados: yogur, kefir, tempe… Son primordiales para alimentar la microbiota, aunque también se destacan los polifenoles: cacao, cúrcuma, granada, y el almidón, presente en la patata, batata, yuca...

Debemos alejarnos de los que alteran e inflaman la microbiota, que son los ultraprocesados, alimentos con aditivos o colorantes, entre otros.

Fuente: abc

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