Ginecología regenerativa: ¿estética o necesidad?

Muchas mujeres sufren en silencio patologías vulvovaginales. Esto es independiente de la edad. De hecho, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el 50% de las mujeres padece alguna de ellas.

Por grupos, la ginecóloga Natalia Gennaro indica que las jóvenes sufren de forma más frecuente vaginitis crónica, infecciones por papiloma humano, labios menores hipertróficos o prominentes y molestos, vaginismo o dolor con el coito.

«En cambio, aquellas que han tenido partos vaginales sufren hiperlaxitud vaginal o vagina amplia y elongada, ruptura de la entrada de la misma con sensación de vagina amplia, gases vaginales y disminución de la fricción durante el coito, con dificultad para llegar al orgasmo, y también problemas de continencia urinaria y anal», señala.

La ginecología regenerativa puede ser la solución a estos problemas, pues promueve la restauración de un tejido dañado, ya sea por envejecimiento, traumatismo, parto o algún tipo de enfermedad inflamatoria, autoinmune, infecciosa o congénita.

 «Con ello se consigue recuperar la apariencia y función de un órgano o tejido, como es el caso de la vulva, vagina, endometrio, ovario y suelo pélvico».

Recurrir a ella si sufres de:
Síndrome de relajación vaginal, normalmente en el posparto, aunque también lo pueden sufrir algunas mujeres por envejecimiento de su propio colágeno
Menopausia, ya que provoca envejecimiento, sequedad y atrofia genital y, a largo plazo, incontinencia de orina, infecciones urinarias y prolapsos
Atrofia genital postratamiento oncológico
Liquen escleroso atrófico de genitales con picor, escozor y cambios en la apariencia de genitales externos
Dolor pélvico crónico, dolor vulvar y vaginal crónico, dolor en relaciones sexuales o tratamiento de cicatrices dolorosas
Infecciones vaginales y vulvares crónicas y recidivantes o verrugas vaginales y vulvares
Disfunciones sexuales como orgasmo retardado o disminución de la sensibilidad
Hiperhidrosis vulvar (sudoración excesiva)
Tratamientos quirúrgicos de remodelación de labios menores, mayores, monte de Venus, vagina y cuerpo perineal
Tratamientos estéticos de flacidez de vulva (labios mayores, monte de Venus, pubis)
Blanqueamiento anal y vulvar

El objetivo de la ginecología regenerativa, considera Gennaro, es tratar de mantener los genitales saludables: «Aunque es cierto que algunos procedimientos son considerados solo estéticos, porque no ocasionan molestias físicas, todos los demás son sobre salud y bienestar».

«Sin embargo, opino que la estética también es parte de nuestro mapa mental, social y cultural. Y verse bien resulta saludable, porque influye en nuestro bienestar emocional», manifiesta la ginecóloga, quien añade que el embellecimiento externo vulvovaginal puede tener un gran impacto en la salud mental y sexual de algunas mujeres.

La mayoría de estos tratamientos de ginecología regenerativa son muy poco invasivos y se realizan en consulta sin anestesia o con anestesia local de manera ambulatoria. «Se trata fundamentalmente de devolver, mantener, recuperar y restaurar la función de nuestros genitales y órganos pélvicos», recuerda.

Para llevarlo a cabo –explica Gennaro– se incluyen tecnologías como el láser, la radiofrecuencia, ultrasonido focalizado de alta intensidad, inyecciones de ácido hialurónico, toxina botulínica, corticoides, despigmentación química o cirugía, entre otros.

Estas patologías pueden afectar gravemente a nuestra calidad de vida. El problema es que a veces se realiza la consulta demasiado tarde, cuando ya es muy difícil o imposible de recuperar.

«Reconozco que son conceptos nuevos y que la mayoría de las pacientes no están familiarizadas con ellos, por lo que muchas veces no confían en los tratamientos. Pero poco a poco, gracias a la divulgación, podemos ayudar a dar a conocer estas patologías y sus tratamientos. No hay ningún motivo para no consultar y no tener el procedimiento que necesitamos», manifiesta la ginecóloga.

Fuente: ABC