Sexo en la menopausia: falsos mitos que hacen creer que se disfruta menos a partir de los 50

SEXUALIDAD Raquel ALCOLEA
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La mayoría de los mitos o de las falsas creencias en torno a la vida sexual de las mujeres durante la premenopausia y la menopausia están relacionados con los cambios que se producen en esa etapa tanto a nivel fisiológico, como psicológico y emocional. Por un lado, la disminución del nivel de estrógenos propicia el adelgazamiento y la pérdida de elasticidad de las paredes vaginales y esto da lugar a menor lubricación y mayor sequedad de los tejidos, lo que puede provocar molestias durante las relaciones sexuales. Y por otro, ese descenso de estrógenos puede hacer disminuir la libido o el apetito sexual. Sin embargo, desde el ámbito de la sexología y la ginecología se insiste en poner el acento en las soluciones y los tratamientos que permiten abordar estos síntomas que acompañan a este proceso fisiológico para seguir disfrutando de una vida sexual activa y plena en esta etapa.

«La perspectiva de tener relaciones sexuales condicionada scon la sequedad y el dolor puede interpretarse de forma errónea como una falta de interés en el sexo, pero esto no es así. Además, existen distintos métodos para mejorar la lubricación como el uso de geles que permitan na mayor hidratación de la zona vaginal, así como diferentes tratamientos como la radiofrecuencia o el láser vulvovaginal que consiguen mejorar los síntomas de la atrofia y restablecer la funcionalidad de la zona digital», revela la Dra. Yaiza Fernández, ginecóloga y sexóloga en la clínica Anthea.

La lubricación natural también puede aumentarse entreteniéndose más en la estimulación previa y practicando ejercicios de suelo pélvico, según apunta Rosa Navarro, sexóloga de Diversual, quien también explica que el uso de accesorios eróticos como los vibradores pueden ayudar a prevenir la atrofia vaginal, aumentar el riego sanguíneo y mejorar la sensibilidad de la zona. «Es interesante graduar la introducción y empezar en base a la experiencia previa en el uso de juguetes y a los gustos personales. Una bala vibradora, un anillo para el pena o un kit de pareja pueden ser una buena manera de iniciarse», sugiere.

Comparte esta opinión la psicóloga, experta en bienestar sexual y sexóloga de Womanizer, Ana Lombardía, quien incide en el hecho de que muchos juguetes eróticos están especialmente diseñados para estimular el clítoris y que, por tanto, están enfocados en el placer femenino y en potenciar el deseo sexual. Sobre este punto invita a que cada mujer encuentre su propio referente aspiracional que les anime a disfrutar más de su sexualidad.

También la masturbación puede ser una de las prácticas que aporten beneficios para afrontar los cambios físicos y emocionales que se experimentan durante la menopausia. «Mejora el estado de ánimo, permite regular el sueño y ayuda a prevenir la atrofia vaginal gracias al aumento de la irrigación sanguínea en la zona», apunta la experta de Diversual.

En cuanto al descenso de la libido, Navarro propone trabajar con lo que denomina «potenciadores de la excitación» como música sugerente, velas, películas eróticas o lectura de libros eróticos.

Precisamente uno de los mitos más extendidos en torno a cómo afecta la menopausia a la sexualidad de la mujer tiene que ver con la falta de interés o la reducción del deseo sexual. Pero este argumento, según la experta de Diversual, es en realidad erróneo pues aunque sea cierto que la disminución de los estrógenos pueda afectar al deseo sexual, conviene tener presente que en él influyen otros aspectos biológicos, sociales y, sobre todo psicológicos. «El deseo es una parte de la respuesta sexual humana que se condiciona en base a estímulos que suelen ser bastante flexibles y en los que podemos intervenir para combatir ese descenso hormonal», asegura. Sobre este mismo punto la sexóloga de Womanizer, apunta que en este periodo también es muy frecuente que muchas mujeres vivan un renacer de su vida sexual y que disfruten más que nunca, pues se conocen mejor y se relacionan con una mayor seguridad en los encuentros sexuales. «Aunque los medios de comunicación, las películas y las series no visibilicen las relaciones sexuales a partir de los 50 años, siguen siendo un sector de la población muy activo, en el que las mujeres tienen un papel fundamental», aclara.

El coito no es la clave
Otro error que suele darse a la hora de valorar la calidad de las relaciones sexuales en la menopausia viene por la asociación directa que se hace a menudo entre el placer y la penetración. Así, tal como apunta la sexóloga de Diversual, el hecho de que se produzcan ciertos cambios en la vagina y que eso haga que baje la frecuencia del coito no tiene por qué hacernos pensar que «si no hay penetración, no hay disfrute», pues tal como recuerda, existen otras prácticas que pueden ser igualmente placenteras. «Despojarse de estas etiquetas es vital. Hemos de concebir esta etapa como un periodo en el que se producen una seria de cambios que deben enfocarse siempre buscando potenciar las ventajas», propone Navarro.

Para la sexóloga Ana Lombardía uno de los motivos por los que algunas mujeres dejan de sentir deseo sexual a partir de cierta edad es porque se han cansado de vivir una vida sexual poco satisfactoria: «Es frecuente ver casos de mujeres que llevan toda la vida con la misma pareja sexual, con la que tienen relaciones coito céntricas y muchas veces sin orgasmos», apunta. Por eso la experta sugiere que en esa etapa es importante explorar la sexualidad para descubrir nuevas formas de sentir placer y así convertir los encuentros sexuales en algo deseable.

Cuándo debo acudir a un profesional
Si la falta de deseo sexual se mantiene en el tiempo y afecta a la pareja es aconsejable buscar ayuda profesional a través de una terapia sexológica pues, tal como sugiere la sexóloga Rosa Navarro, un experto puede ayudar a resolver la situación acompañándonos en la realización de tareas que mejoren tanto la relación de pareja en general como las relaciones sexuales en particular. «En la consulta se trabaja la ampliación del repertorio de actividades sexuales, el aumento de las fantasías y también el impacto que pueden tener las ideas erróneas y las falsas expectativas», revela.
Tal vez sorprenda otro de los mitos típicos que se dan en relación a esta etapa de la vida de una mujer, pero lo cierto es que es bastante frecuente: Así, tal como apunta la sexóloga de la clínica Anthea, a pesar de que se cree que en el periodo de la premenopausia las mujeres no se pueden quedar embarazadas esto es un gran error. «Si bien es cierto que en esta etapa los ciclos menstruales comienzan a ser irregulares, existen ovulaciones que hacen que exista la posibilidad de un embarazo, por lo que si la concepción no es algo que busque la pareja no se debe abandonar el uso de anticonceptivos», argumentas.

Fuente: abc

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