El desorden de horarios en las comidas afecta así a tu metabolismo

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Rosario CALVO
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Generalmente, cuando iniciamos un cambio de hábitos, sea de la índole que sea, se requiere de un mínimo esfuerzo, hasta que nuestro sistema nervioso, genera las nuevas redes neuronales que determinarán la ejecución de esa nueva rutina o hábito de forma automática.

En el caso de la alimentación, sucede lo mismo. Por esa razón, es importante mantener un determinado orden de horarios de las comidas que realicemos, sobre todo si estamos en la primera fase de implantación de esa nueva costumbre.

Una vez que hemos logrado implantarlo, nos saldrá de forma automática y seremos capaces de mantener un orden de horarios en las comidas, sin esfuerzo.

Existe evidencia científica suficiente para poder afirmar que tanto la frecuencia como el horario de alimentación influye de forma directa en nuestro estado de salud global.

 Te resumimos en estos seis puntos cómo puede afectar el desorden de horarios en las comidas.

1. Dificulta la implantación de nuevos hábitos y perjudica los ya implantados. Tanto si estamos iniciando un proceso de cambio como si ya lo tenemos implantando, desordenar nuestras costumbres de alimentación no será una elección acertada en ningún supuesto. Por una parte, va a afectar en los nuevos procesos, donde aún no se ha implantado el hábito y por otra, comprometería una buena costumbre de horarios ya adherida a nuestro día a día.

2. La frecuencia y el horario de la alimentación influye en el metabolismo. Digerir los alimentos requiere un trabajo para nuestro organismo que necesita energía, el fenómeno conocido como termogénesis inducida por la dieta. Este hecho hace que nuestro organismo, para hacer la digestión, necesite gastar energía, para lo cual aumenta el gasto energético en reposo. Ese gasto será mayor en las horas centrales del día que en las horas nocturnas. Aspecto clave a la hora de ordenar nuestras comidas.

3. Compromete los procesos de pérdida de peso o adelgazamiento. El llevar a cabo una ingesta regular y ordenada de alimentos, también incrementa en mayor medida esa termogénesis comentada en el punto anterior, frente a una ingesta más desorganizada. Por todo ello, el orden sin duda tiene efectos directos en la pérdida de grasa verdaderamente.

4. Potencia decisiones inadecuadas en la calidad de alimentos. En lugar de optar por aquellos más nutritivos y saciantes, se incrementa la tendencia a elegir aquellos que son ultraprocesados y ultrapalatables, y con escaso o nulo valor nutricional, es decir: comeremos peor.

5. Empeora la alimentación consciente. Dejaremos de disfrutar de nuestro momento de la comida con calma, la masticación será deficiente y de la mano de esto, empeorará la digestión, aspecto que incide de forma directa en los niveles de saciedad: comeremos más.

6. Disminuye la calidad del cocinado y preparación de los alimentos. Este desorden va a propiciar el hecho de optar por cualquier alimento que tengamos a mano, que requiera poca preparación culinaria, este tipo de alimentos por lo general son poco interesantes a nivel nutricional.

¿Por qué es importante el orden en las comidas?
El hecho de llevar a cabo una ingesta regular y ordenada es una de las claves para mantenernos de forma óptima tanto a nivel de composición corporal como a nivel emocional, es preciso tener en cuenta todo un contexto y trazar una estrategia nutricional adecuada, para que nos permita organizarnos y establecer un horario de comidas adecuado para cada caso.

La clave está en darnos un poco más de flexibilidad, sin perder la brújula, con una pauta nutricional adaptada, sin obsesionarnos con el orden extremo pero teniendo claro que el horario será clave para lograr ese óptimo estado de salud.

Fuente: ABC

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