Evita el desperdicio de alimentos antes de irte de vacaciones

ALIMENTACIÓN Y SALUD
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Antes de salir de casa hay que pensar cómo vamos a conservar los alimentos que quedan en la heladera o fuera de ella. Siempre hay que tener en cuenta esto para evitar el desperdicio de comida, además esto nos permitirá ahorrar dinero.

Una de las opciones es vaciar la heladera antes de irnos de vacaciones. Sería lo ideal, pero no siempre es posible y no es necesario en todos los casos. Cada alimento tiene diferente tiempo de duración para mantenerse en buen estado y resultar inocuo para la salud de las personas.

“La inocuidad de un alimento es un término que implica seguridad, es decir, seguridad que tiene el consumidor al ingerir un alimento de que no va a causarle un daño”, indica María Amelia Nicola (M.P. 1.984) licenciada en Nutrición del Colegio de Nutricionistas de la provincia de Buenos Aires.

La temperatura ideal de la heladera en verano
Nicola explica que lo primero que debemos tener en cuenta es la temperatura adecuada de la heladera, que deberá ser de unos 4°C y saber que el lugar más frío es el estante inferior. Los microorganismos tienen una temperatura óptima de crecimiento de 37°C, pero pueden crecer a una velocidad considerable en un rango de temperatura que se halla entre los 5°C y 65° C, considerada zona de riesgo.

“Algunas de las causas favorables para que se generen infecciones o intoxicaciones alimentarias pueden ser, la conservación de alimentos a temperatura ambiente, la refrigeración insuficiente o el enfriamiento de los alimentos en forma demasiado lenta, antes de alcanzar la temperatura de refrigeración”, detalla.

La importancia de mantener la cadena de frío
“La interrupción de la cadena de frío, la manipulación incorrecta de los alimentos y la falta de higiene, pueden generar que se desarrollen bacterias en solo 10-20 minutos”, plantea Victoria Inés Núñez (M.P. 5276) licenciada en Nutrición del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.

Las heladeras modernas cuentan con un modo “Vacaciones”. Se trata de una función eco friendly o ecológica que baja el rendimiento para que no sea necesario desenchufarla.

“La compra y recepción de alimentos es un paso fundamental en la seguridad alimentaria. Si partimos de materia prima de buena calidad, es mucho más fácil mantenerla de esa manera durante el almacenamiento y elaboración”, sugiere Núñez.

Como no podemos controlar los cortes energéticos, si esto ocurre mientras estamos fuera podría dejar sin refrigeración a los alimentos. Lo más recomendable es dejar la mínima cantidad de comida posible.

Cuidado de los alimentos durante la temporada de calor
Un número inicial pequeño de bacterias puede multiplicarse al punto de llegar a causar una ETA (Enfermedad Transmitida por Alimentos). En este caso la mayoría de las bacterias causantes no provoca en el alimento ninguna alteración organoléptica (del olor, color, sabor, aspecto) que alerte sobre su presencia.

Lo primero antes de salir por la puerta de casa es comprobar qué hay en la heladera y qué hay fuera, una vez hecho esto se puede dividir en grupos:

Carnes: Al momento de la compra deberá tener aspecto limpio, sin restos de piel ni vísceras de color rojo brillante y olor fresco. Deberán almacenarse a temperatura menor a 7°C en un contenedor con tapa o film, alejada de productos cocidos, frutas y verduras. Los bifes o cortes para asar se podrán conservar hasta cuatro días en la heladera. La carne picada deberá consumirse dentro de las 24 a 48 hs., asegurándose la cocción completa al momento de cocinar, para evitar el riesgo del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).

Pollo: No puede guardarse por más de 1 o 2 días en la heladera, en un recipiente cerrado donde no pueda derramarse el jugo que suelta y contaminar otros alimentos. La temperatura de refrigeración será menor a 3°C. Al momento de la compra deberá tener aspecto de piel lisa, blanda y elástica, color amarillo pálido rosáceo hasta amarillo intenso.

Pescado: Al momento de la compra deben presentar características de frescura (carne firme y elástica al tacto, ojos brillantes, no hundidos, agallas de color rosado a rojo vivo, bien adheridas) y debe cocinarse lo antes posible, dentro de las 24 hs de haberlo comprado. Conservar a una temperatura adecuada de 3°C a 4°C en el estante inferior de la heladera, en un recipiente escurridor, colocado dentro de otro más grande.

Huevos: Al momento de la compra deben tener la cáscara limpia, homogénea, sin rugosidades ni suciedad. No se aconseja guardarlos en la puerta de la heladera, ya que el continuo abrir y cerrar causa variaciones en la temperatura y puede afectarlos. Los huevos duros cocidos con su cáscara, se conservan hasta una semana, pero no más de 2 días si forman parte de una ensalada, por ejemplo. Tampoco conviene mantener más de ese tiempo una mayonesa casera u otras preparaciones que contengan huevo crudo o cocido.

Quesos: La temperatura adecuada de conservación es entre los 6°C y 10°C. Los quesos duros podrán conservarse envueltos en papel aluminio para evitar que se sequen. Los de pasta blanda necesitan más frío, lo ideal es conservarlos en el estante inferior a unos 4°C, no más de 1 o 2 semanas. Los quesos fermentados como el queso azul, puede conservarse hasta 15 días en la heladera.
   

Fuente: TN

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