Según un estudio realizado por varios científicos, entre ellos, Maria Sorokina de la Universidad Friedrich-Schiller, Jena, Alemania, la sandía es una fruta grande, redonda u ovalada, caracterizada por su cáscara verde y su pulpa roja o rosa, jugosa y dulce. Puede contener semillas o no, dependiendo de la variedad. Debido a su alto contenido de agua y a la abundancia de nutrientes que promueven la salud, la sandía no solo calma la sed, sino que también contribuye al mantenimiento del peso, la salud ocular y la recuperación muscular. Los especialistas destacan siete beneficios que esta fruta puede ofrecer para la salud:
1- Te mantiene hidratado
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia señala que la hidratación es crucial para funciones vitales como la eliminación de desechos y la regulación de la temperatura corporal. La deshidratación puede provocar síntomas como fatiga, mareos, sequedad en la boca y confusión mental. Gracias a su 91% de contenido de agua, la sandía es una excelente opción para mantenerse hidratado, especialmente en épocas calurosas.
2- Alimenta la salud de la piel
Los Institutos Nacionales de Salud indican que diversos nutrientes presentes en la sandía son beneficiosos para la salud de la piel. La vitamina C juega un papel crucial en la producción de colágeno, una proteína que mantiene las articulaciones sanas y la piel tersa y firme. El licopeno, otro compuesto presente en la sandía, puede ayudar a proteger la piel contra los daños causados por la radiación ultravioleta (UV) del sol. Estos efectos se traducen en una piel más saludable y protegida.
3- Ayuda en la recuperación muscular
Especialistas en nutrición y deporte han identificado la citrulina en la sandía como un compuesto que puede mejorar el flujo sanguíneo y aumentar el suministro de oxígeno a los músculos, gracias a su capacidad para incrementar la producción de óxido nítrico y reducir los niveles de amoníaco. Esto puede ayudar a mejorar el rendimiento deportivo y reducir el dolor muscular tras el ejercicio. Un estudio pequeño encontró que los participantes que consumieron jugo de sandía natural experimentaron mejoras en la frecuencia cardíaca de recuperación y menor dolor muscular 24 horas después del entrenamiento.
4- Favorece la salud ocular
La Asociación Americana de Optometría destaca la importancia de la vitamina C en la sandía para la salud ocular. Estudios observacionales han demostrado que un mayor contenido de vitamina C puede reducir el riesgo de cataratas, una oscuridad del cristalino del ojo que afecta la visión. Además, la sandía es rica en vitamina A, esencial para la salud de la retina y la visión en condiciones de poca luz, así como para la percepción del color.
5- Fortalece el sistema inmunológico
Investigadores del Departamento de Patología, Universidad de Otago, Christchurch, Nueva Zelanda, han estudiado el rol de la vitamina C en el funcionamiento del sistema inmunológico. Una ingesta insuficiente de esta vitamina puede llevar a un deterioro de la inmunidad y a un mayor riesgo de infecciones. La citrulina, un compuesto presente en la sandía, también tiene funciones antioxidantes y vasodilatadoras, lo que contribuye a un sistema inmune más fuerte.
6- Mejora la digestión
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales asegura que el alto contenido de agua y la pequeña cantidad de fibra en la sandía la hacen beneficiosa para la salud digestiva. El agua ayuda a los alimentos a moverse a través de los intestinos y facilita la descomposición de los nutrientes para su absorción. La fibra, aunque en menor cantidad, es esencial para prevenir el estreñimiento y mantener la regularidad intestinal. Además, ayuda a eliminar bacterias y acumulaciones en el tracto digestivo, promoviendo una mejor salud intestinal.
7- Mantiene el peso
Especialistas en nutrición destacan que la sandía, debido a su alto contenido de agua y baja densidad calórica, puede promover la sensación de saciedad y, en consecuencia, ayudar en el control del peso. Un pequeño estudio reveló que consumir sandía diariamente generó una mayor sensación de saciedad que consumir una galletita baja en grasas, efecto que persistió hasta 90 minutos después de su consumo.
Fuente: Infobae