Dengue grave: quiénes tiene más riesgo de desarrollar formas severas de la infección

SALUD Ivana ALFARO
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Argentina atraviesa un brote histórico de dengue, con una cifra récord de 106 muertos y 151.310 casos en la temporada 2023/2024, según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación. Actualmente, 19 de las 24 jurisdicciones del país registran circulación viral autóctona.

La temporada de dengue actual se caracteriza por un número de infecciones sin precedentes y por una suba de contagios que empezó antes de lo esperado: ya en enero se notificó una cantidad inédita de personas con la enfermedad para esa época del año. De los más de 150 mil casos confirmados de la infección viral, 325 casos fueron clasificados como dengue grave (0,21%).

El dengue es una enfermedad viral que se transmite al ser humano por la picadura de mosquitos infectados, en zonas de clima tropical y subtropical, sobre todo en las áreas urbanas y semiurbanas. El principal vector de la infección es el mosquito Aedes aegypti.

El cambio climático es señalado por especialistas como un factor que extiende la temporada del Aedes aegypti y facilita la adaptación del insecto en regiones previamente no afectadas.

El contagio no se produce de una persona a otra, ni a través de objetos o la leche materna. La prevención a través de la eliminación de criaderos de mosquitos y el uso de repelentes son medidas fundamentales para protegerse de la enfermedad.

Qué es el dengue grave

Hasta hace algunos años los profesionales de la salud diferenciaban la severidad de la infección clasificándola en dengue y dengue hemorrágico. En la actualidad, ya dejó de usarse este término y se distingue entre “dengue” y “dengue grave”.

Según explicó a Infobae el médico infectólogo Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en el Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano, este ajuste en la terminología refleja los avances en la comprensión científica de la enfermedad y se implementó desde el año 2009, marcando una evolución en el diagnóstico y tratamiento de este padecimiento.

“En la actualidad dengue hemorrágico es una de las posibilidades del dengue grave”, dijo Orduna.

El dengue grave puede manifestarse de formas variadas en los pacientes, que van desde hemorragias intensas, choque (shock) por dengue, o daños severos en órganos vitales que pueden desembocar en complicaciones como miocarditis, encefalitis o hepatitis.

Cuáles son los síntomas del dengue grave

El doctor Jorge Pascual, médico neumólogo de Mayo Clinic y director médico ejecutivo de la región de las Américas, desarrolló en una nota exclusiva con Infobae las principales características de la infección: “El dengue es una enfermedad en la que los síntomas son muy variados. Puede haber personas asintomáticas, otras que tienen síntomas leves y otras que lo padecen en forma grave”.

“Los casos graves se caracterizan por afectar los vasos sanguíneos. Comienza a manifestarse con fiebre leve, dolor ocular, molestia y dolor en articulaciones y músculos y hasta sarpullidos en la piel. Pero luego puede manifestarse con abundante sangrado estomacal, de los intestinos, y por nariz”, completó el doctor Pascual.

Los signos de alerta del dengue grave suelen iniciarse 24 a 48 horas después de que ha desaparecido la fiebre, indican los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Si una persona presenta cualquiera de los siguientes síntomas, debe hacer la consulta en un centro médico de forma inmediata:

Dolor o sensibilidad en el estómago
Vómitos (al menos 3 veces en 24 horas)
Sangrado por la nariz o las encías
Vómitos con sangre o sangre en las heces
Sensación de cansancio, inquietud o irritabilidad

¿Quiénes tienen más riesgo de dengue grave?

Cuándo ir a la guardia
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ante el aumento de casos de dengue, se estableció un protocolo especial en centros de salud y hospitales para su atención. Se fortalecieron los centros de atención de pacientes febriles no respiratorios en 18 hospitales públicos, según informó la cartera de salud porteña.

Las unidades de atención febriles para dengue habilitadas cuentan con protocolos de atención específicos y están dedicados íntegramente a atender pacientes con sospecha de la infección viral y pacientes con diagnóstico confirmado. De esta manera, la guardia puede continuar atendiendo sus patologías habituales.

En las unidades de atención febriles porteñas, se practican estudios de laboratorio, como la extracción de sangre, para analizar los niveles de plaqueta y diagnosticar así el nivel de gravedad. En 48 horas se realiza una reevaluación de la persona.

Por otra parte, en la Provincia de Buenos Aires se aborda el diagnóstico del dengue mayormente por criterio clínico y epidemiológico, especialmente en 40 de los 135 municipios donde se registran brotes. A diferencia de CABA, los testeos mediante laboratorio se reservan generalmente para casos graves que necesitan internación.

Cómo se puede prevenir el dengue
La Fundación Mundo Sano señala que “la prevención o reducción de la transmisión del virus del dengue depende por completo de que se controlen los mosquitos vectores o se interrumpa el contacto entre estos y los seres humanos”. Es recomendable:

Utilizar siempre repelentes, sobre todo en las últimas horas de la tarde y primeras de la mañana. Y repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Usar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Colocar mosquiteros en puertas y ventanas y, cuando sea posible, usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
También existe inmunización contra el dengue. En abril pasado, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el uso de una vacuna contra el dengue para todas las personas mayores de 4 años, hayan cursado o no previamente la enfermedad.

Esa vacuna se basa en el virus del dengue 2, al que se añade ADN de los otros tres serotipos para proteger contra cualquiera de los cuatro tipos de dengue. Su forma de administración son dos dosis que deben ser aplicadas en un intervalo de tres meses.

Actualmente la OPS no recomienda que se incluya la vacuna del dengue en los programas de inmunización de los países. Según pudo saber Infobae, el ministro de Salud Mario Russo mantiene la posición según la cual la enfermedad se combate, fundamentalmente, eliminando el mosquito vector y que aún no está científicamente comprobado que recomendar la vacunación sea una estrategia eficaz ante un brote.

Por eso se necesita el trabajo durante el año de los municipios, las provincias junto al Ministerio nacional y también a la comunidad porque el Aedes Aegypti convive y se desarrolla en los domicilios. Por eso, es fundamental trabajar en prevención, el descacharreo y otras medidas que eviten los brotes.

Fuente: Infobae

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