El amor y el deseo, ¿van de la mano?

A lo largo de la historia, la pregunta de si lo que se siente es amor verdadero o simplemente atracción física fue un enigma que mantuvo a las personas intrigadas. Sin lugar a dudas, comprender esta diferencia es esencial para nuestra salud emocional y nuestras relaciones.

¿Por qué es tan difícil reconocer la diferencia? Porque el cerebro está liberando grandes dosis de dopamina, un neurotransmisor que, según la Clínica Hospital San Fernando, es el causante de sensaciones placenteras y de la sensación de relajación. Además, también se liberan otras sustancias, como la serotonina y la oxitocina.

“Deseo y amor pueden darse de forma independiente o pueden compartirse en una misma persona. Lo mejor que puede pasarnos es disfrutar el sexo con alguien que uno ama, pero la realidad es que no se necesita tener sexo con amor y no necesariamente cuando hay amor, hay que tener sexo”, plantea la licenciada Viviana Wapñarsky (M.N. 24.433), sexóloga clínica, Educadora Sexual, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH).

El verdadero amor se manifiesta en la felicidad de compartir actividades variadas con tu pareja, cómo ver películas o hacer ejercicio juntos. Implica sentirse a gusto y en armonía al compartir momentos. No obstante, es esencial no confundir esta conexión con la pérdida de tu propia identidad, manteniendo tu individualidad dentro de la relación.

“Cuando hablamos de deseo es parte de la respuesta sexual humana, es la que inicia un encuentro sexual y no necesariamente tiene que haber penetración. La motivación genera el deseo o el deseo motiva el encuentro, puede retroalimentarse”, revela.

¿Qué surge primero? ¿El amor o el sexo?
“Hay diferentes maneras de vincularse, a veces se intenta construir una relación de amor y queda solo en el sexo. También hay veces que se intenta quedarse en lo sexual y surge el amor. Si podemos construir una relación donde se complementen ambas cosas, es el vínculo más completo”, resume.

Para la experta, se puede tener sexo sin sentimientos, pero no se puede tener sexo sin deseo. Lo mismo pasa con el amor, “es más una línea continua y el deseo es más puntual”, grafica.

Conocer estas emociones y saber que no todas las experiencias amorosas son iguales, ayuda a entender los problemas que provienen de las relaciones románticas. Además, comprender los sistemas emocionales básicos lleva a un mejor entendimiento de los tipos de relaciones que la gente tiene.

Fuente: TN