¿Es mejor tomar yogur entero o descremado?

Cada vez podemos encontrar más opciones de yogures en las neveras de los supermercados, saber cuál de todos debemos elegir a veces se hace complicado por la gran variedad que nos ofrecen, pero hoy nos centraremos en dos básicos, los yogures enteros o desnatados.

Durante años hemos elegido para cuidar de nuestra alimentación (con ayuda de la publicidad) los yogures descremados y edulcorados, pero, ¿es realmente la mejor elección?

 Hoy te vengo a contar que ésta no es la mejor elección y el por qué.

Esta recomendación de optar por los yogures desnatados antes que los enteros nace a raíz del contenido de grasas saturadas que figura en la composición de los yogures enteros, la cual se relaciona con la aparición de enfermedades cardiovasculares y con el riesgo de que produzcan un aumento en los niveles de colesterol sanguíneos.

Es cierto que las grasas saturadas, en general, tienen este efecto perjudicial para nuestra salud. Sin embargo, a la hora de juzgar este alimento no se está teniendo en cuenta las características de estas grasas saturadas dentro de la matriz de los yogures.

Las grasas de los yogures tienen diferentes funciones en el organismo, entre ellas permiten vehicular las vitaminas A, D, E y K. Además, en contraposición de otras grasas animales, las grasas de los yogures presentan ácidos grasos de cadena corta y media, los cuales son usados como energía rápida y no se suelen acumular en el cuerpo, además de que, por cierto, no provocan un aumento en los niveles de colesterol y además actúan contra diferentes bacterias y virus a nivel de protección.

En cuanto a los ácidos grasos trans que se pueden encontrar en la leche de manera natural no tienen un papel en el aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Por otra parte, juzgar a los yogures enteros como desaconsejables por su cantidad de grasas es una visión aislada de los nutrientes presentes en el alimento. Es cierto en este caso que el yogur presenta en su matriz grasas saturadas, pero están acompañadas de diferentes nutrientes y moléculas que modulan su acción y ayudan en la digestión y absorción de otros nutrientes presentes en el alimento.

Los nutrientes que modifican la acción perjudicial de las grasas saturadas que incluyen los yogures enteros son:

Aportan calcio
Los yogures, así como todos los lácteos, presentan cantidades destacables de calcio, el cual ayuda a una mayor eliminación de grasa por heces.

Además, el calcio favorece a la lipólisis, es decir, la destrucción de las células de grasa. Por tanto, parece que tiene un papel beneficioso en la pérdida de grasa.

Contienen proteínas
Las proteínas procedentes de los yogures, sobre todo las proteínas del suero de la leche y la caseína, producen un efecto disminuyendo la presión arterial y mejorando el perfil lipídico de la persona.

Incluyen fermentos lácticos
Los fermentos lácticos son un ingrediente presente en los yogures, son bacterias vivas que nos proporcionan múltiples beneficios para nuestra salud intestinal.

En esta línea, presentan entre sus funciones principales la producción de ácidos grasos de cadena corta y la disminución de la recaptación de los ácidos biliares. Ambas características tienen un papel fundamental en la reducción de la síntesis endógena de colesterol y en la reducción de los niveles tanto de colesterol total como de LDL.

Así pues, la mejor elección a la hora de comprar un yogur será el yogur natural entero, si tenemos en cuenta su matriz y la gran variedad de nutrientes que nos aporta, desde su alto contenido en proteínas de alto valor biológico hasta el calcio, pasando por la gran variedad de vitaminas que contiene y los fermentos lácticos que aporta. Todo ello hace que en conjunto sea un alimento muy nutritivo que debamos considerar dentro de nuestra alimentación diaria.

Fuente: ABC.ES