Tratamientos naturales contra el SIBO: estos son los que mejor cuidan de tu microbiota

ALIMENTACIÓN Y SALUD Rosario CALVO
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Cada día son más las personas que acuden a nuestras consultas para que las acompañemos en su batalla contra el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado).

El SIBO es una afección en la cual las bacterias que habitan de forma habitual en el colon, crecen de manera anormal en el intestino delgado y esto provoca que cuando ingerimos alimentos ricos en carbohidratos, estas bacterias los fermenten, manifestándose en forma de molestos gases, distensión abdominal, sensación de plenitud, cólicos, ruidos estomacales estreñimiento o diarrea, vómitos y reflujo gastroesofágico.

Tratar de establecer esta situación requiere de un tratamiento multidisciplinar que va desde el tratamiento farmacológico (con antibióticos), tratamiento dietoterapeutico (a través de una dieta baja en FODMAPs), una mejora de los hábitos, como es la reducción del estrés, y la mejora en la calidad del sueño.

En cuanto al tratamiento farmacológico, existe una alternativa más allá de los antibióticos tradicionales, que en ocasiones requieren de varios ciclos de tratamiento y a la larga pueden generar resistencia. Se trata de antibióticos naturales procedentes de herbáceos.

Hierbas como el orégano, la canela, el tomillo, el jengibre o el ajo tienen propiedades antimicrobianas que reducen el crecimiento de las bacterias en el intestino delgado.

En un estudio publicado en el Journal of Applied Microbiology se pone de manifiesto cómo el aceite esencial de orégano produce una acción antibacteriana significativa frente a bacterias asociadas al SIBO como Salmonella enterica y Escherichia coli.

O por ejemplo el aceite esencial de canela, que ejerce efecto antibióticos frente a bacterias grampositivas y gramnegativas.

De manera que se abre un mundo de posibilidades, más allá del tratamiento con antibióticos convencionales, especialmente para aquellas personas que ya han hecho ciclos de antibióticos sin el éxito esperado.

Más allá de los antibióticos, los probióticos también se pueden convertir en un aliado para la lucha contra el SIBO, aunque son más comprometidos puesto que son un arma de doble filo, puesto que hay que seleccionar las cepas adecuadas y cantidades apropiadas para cada persona y situación, sino podríamos estar fomentando dicho sobrecrecimiento.

Es importante que si sufres SIBO y te has planteado comenzar un tratamiento a base de herbáceos, consultes a tu digestivo y nutricionista. Ellos serán quieren te pauten la alimentación adecuada y la dosis terapéuticas necesarias, que siempre varían de una persona a otra.

Recuerda que el SIBO no son solo un conjunto de molestias digestivas y que a la larga pueden producir carencias nutricionales y enfermedades autoinmunes. Así que cuida de tu microbiota, que de ella depende toda tu salud.

Fuente: ABC

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