Higo: la fruta con mala fama que es un tesoro

Es una fruta que tiene fama de ser demasiado calórica y por ello muchas personas deciden o bien eliminarlos de su alimentación o reducir su consumo.

A pesar de ser una fruta dulce -de ahí que mucha gente piense que debe eliminarse de la dieta-, aporta unas 70 kcal por 100 gramos -menos que el plátano- y 16 gramos de hidratos de carbono -también menos que el plátano-, por lo que si ya hemos desmitificado que el plátano engorda, podemos decir que los higos todavía menos. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la cantidad que consumimos de ellos y diferenciando entre la fruta fresca y la fruta desecada, ya que esta última tiene una mayor concentración de azúcares.

Los higos son ricos en fibra soluble que ayuda a modular la absorción de azúcares naturales que contiene, además de mejorar los niveles de colesterol y facilitar el tránsito intestinal. Contienen minerales como el calcio, potasio, magnesio y una pequeña cantidad de hierro, así como vitamina como la A, B6 y tiamina en menor cantidad.

También son interesantes los resultados de varios estudios que determinaron su contenido en sustancias antioxidantes, capaces de reducir el envejecimiento celular, como fenoles (ácido cafeico, ácido gálico y ácido clorogénico) y flavonoides (catequina, quercetina, rutina y kaemferol). Siendo esta capacidad antioxidante mayor en variedades de higo de piel negra.

Cómo comer higos de forma saludable
Puedes consumirlos solos como postre o snack y también añadiéndolos a tus desayunos o a tu yogur, pero hoy te quiero proponer una manera distinta de tomar higos a través de una receta muy sencilla y es en una versión en salado; queda deliciosa y la vas a disfrutar muchísimo.

Carpaccio de higos

- 5 - 6 higos

- 40 gramos de queso feta

- Rúcula

- Alcaparras

- Aceite de oliva

- Vinagre

En primer lugar pelamos los higos y los vamos a poner entre dos láminas de papel film o en papel vegetal. Con ayuda de un rodillo los vamos chafando sin hacer mucha presión y dándole forma redonda (para poner en el plato)

Una vez lo tengamos bien uniforme, lo llevamos al congelador y esperamos a que solidifique un poco (con unos 30 - 45 min estará ya listo).

Pasamos ahora la base de higo a un plato llano y añadimos el queso feta troceado, unas alcaparras y hojitas de rúcula. Añadimos la sal, el vinagre y el aceite de oliva y ya está listo para disfrutar.

Puede ser un entrante o acompañamiento perfecto para carnes y pescados y estoy segura que una vez la pruebes querrás repetir en otra ocasión.

Fuente: abc