Qué pasa en el cuerpo si comes chocolate a diario

ALIMENTACIÓN Y SALUD Ivana ALFARO
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Compañero de fatigas, refugio de penas y reclamo atractivo en las alegrías compartidas... Es probable que busques en este artículo la excusa perfecta para comer chocolate a diario sin remordimientos. Y tal vez la encuentres, pero quizá no en la forma que esperas pues lo cierto es que tenemos una noticia buena y una mala. O mejor dicho, tenemos una buena noticia y un matiz importante. La buena noticia es que sí, que el chocolate es saludable. El matiz es que sólo lo es si cumple unas determinadas condiciones: que contenga un porcentaje alto de cacao natural puro (no alcalinizado y lo menos procesado posible) y que no aporte azúcares añadidos.

Comencemos por todo lo bueno que podemos encontrar en el cacao. Y aquí atención de nuevo a los matices. Hablamos del cacao en particular, no del chocolate en general. Según explica el Dr. Ramón Estruch, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y presidente del Comité Científico Observatorio del Cacao, el mayor valor nutricional es el que corresponde al cacao natural, no alcalinizado (sometido al proceso químico de alcalinización ), pues el primero conserva al 100% todas sus propiedades saludables así como su sabor amargo, su característico color marrón y un pH que oscila entre el 5,0 y el 6,0.

 Y una vez hechas las aclaraciones pertinentes, vamos con los beneficios. El cacao es uno de los alimentos más ricos en polifenoles, unos compuestos químicos naturales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que protegen al organismo de los radicales libres (responsables del envejecimiento). Además, los flavonoides que contiene tienen efecto vasodilatador que reduce la presión arterial y mejora la circulación, además de que contribuye a elevar el colesterol bueno (HDL, que es protector) y a reducir la oxidación del colesterol malo (LDL, que es perjudicial). De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria reconoce como alegación de salud para el cacao rico en polifenoles su papel en el mantenimiento de la elasticidad de los vasos sanguíneos y su utilidad en la prevención de la hipertensión arterial.

Además de flavonoides, el cacao contiene teobromina, cafeína (estimuladores de las endorfinas) y anandamida (un compuesto que activa los receptores cerebrales que provocan placer y claridad mental). No es raro, por tanto, que algunas personas aseguren que les ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Incluso algunas personas aseguran que a menudo les funciona como afrodisíaco.

También incluye grasas saludables (ácidos grasos omega-3), fibra, minerales (magnesio, zinc, manganeso y potasio) y vitaminas del grupo B, así como vitaminas D y E. Estos micronutrientes tienen un efecto favorable sobre el cerebro, concretamente sobre la capacidad intelectual y cognitiva. No en vano, su consumo se relaciona con un menor riesgo de pérdida de memoria y con una contribución a la mejora del rendimiento intelectual.

Cómo elegir el chocolate más saludable
Una vez aclaradas las propiedades nutricionales del cacao (del cacao, repetimos, no del chocolate) es hora de aprender qué debemos tener en cuenta en la etiqueta y la lista de ingredientes del chocolate para elegir el chocolate más saludable posible. Como norma general debemos buscar siempre que el producto contenga cacao natural, no alcalinizado (es un proceso en el que se consigue que se disuelva mejor y baje el nivel de acidez pero que hace que se pierdan antioxidantes).

Debemos a su vez comprobar que no lleve azúcares añadidos y que esté lo menos procesado posible (cuantos menos ingredientes contenga, mejor). En cuanto a la cantidad de cacao lo ideal sería elegir aquellos chocolates que tengan, como mínimo un 85% de cacao. «Un chocolate aceptable nutricionalmente hablando es aquel que tiene como mínimo un 85% de cacao y que en sus primeros ingredientes de la lista no aparezca el azúcar. También, que mantenga su parte de manteca de cacao y que esta no haya sido sustituida por otra grasa vegetal como por ejemplo aceite de palma », advierte la nutricionista Patricia Ortega.

A su vez, según aclara Ortega, leer «chocolate negro» en su etiqueta no significa que sea saludable ni que sea igual a un chocolate con mucho cacao, ya que se pueden encontrar chocolates «negros» con porcentajes de cacao bastante variables (50%, 70% , 85%, etc.). La misma confusión podemos tener con el término chocolate «puro», que no significa que dicho chocolate vaya a ser directamente saludable. «Los conceptos negro y puro te dicen que llevan cacao y azúcar, pero las proporciones pueden ser distintas».

Comparte esta opinión la nutricionista María Sanchidrián, quien precisa que no existe tanta diferencia de sabor entre el chocolate con 70% de cacao y el que tiene un 85% de cacao, por lo que, en su opinión, merece la pena acostumbrarse al segundo. En cuanto a las opciones «sin azúcar» o con «0% de azúcares» explica que conviene seguir ciertas precauciones pues muchos de ellos llevan edulcorantes y eso no es una garantía de que sean saludables, pues algunos aportan harinas refinadas y grasas perjudiciales, además de que determinados edulcorantes pueden alterar de forma negativa la microbiota.

En el mercado podemos encontrar versiones saludables y endulzadas con un ingrediente natural como la fibra de achicoria para evitar los que contienen edulcorantes.

Una curiosidad: es mejor por la mañana
Comer chocolate por las mañanas a partir de los 65 años puede ayudar a quemar grasa y reducir los índices de glucemia en este grupo de edad. Esta es una de las conclusiones del estudio 'Timing of chocolate intake affects hunger, substrate oxidation and microbiota: A randomized controlled trial', dirigido por la catedrática de la Universidad de Murcia, Marta Garaulet y el doctor Frank A.J.L. Scheer, del Brigham and Women's Hospital, y que forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Teresa Hernández-González.

Se trata del primer trabajo que estudia en humanos los efectos del chocolate sobre el metabolismo según la hora a la que se toma y la hipótesis de partida, según explica Garaulet, fue que, dependiendo de la hora de la ingesta, el chocolate tendría un efecto diferente sobre el apetito y sobre otros factores relacionados con el peso corporal.

Los investigadores detectaron que si el chocolate se toma por la noche se producen cambios metabólicos como que aumente la actividad física espontánea en un 7% y aumente la disipación del calor tras las comidas en un 1,3% (con la misma cantidad de ingesta se acumula menos energía). También aumenta en este caso la oxidación de carbohidratos en un 35%, lo que significa que el organismo elige en mayor medida los azúcares para obtener la energía necesaria.

Si se come por las mañana se observó que se reduce la glucemia en ayudas en un 4,5%, mientras que aumentó la oxidación de las grasas en un 26% y la circunferencia abdominal se reduce en un 2%. En definitiva, tomar chocolate por la mañana ayuda a bajar el azúcar en sangre y promueve la movilización de las grasas del cuerpo .
En definitiva, a la hora de determinar los posibles efectos que tendría sobre el cuerpo la ingesta diaria de chocolate conviene atender tanto a la calidad (con un porcentaje alto de cacao y sin azúcares añadidos) como a la cantidad (entre 10 y 30 gramos al día, como máximo, lo que equivale a 1 o 2 oncitas).

Fuente: abc

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