Los motivos de la epidemia de lesiones en el fútbol femenino, según los médicos

SALUD Rosario CALVO
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La Copa Mundial de Fútbol Femenino que se está desarrollando en Australia-Nueva Zelanda hasta el 20 de agosto, se ve opacada por la ausencia de varias de sus estrellas debido a lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Es el caso de Beth Mead, Leah Williamson, Fran Kirby, Ellie Brazil de Inglaterra, Vivianne Miedema de Países Bajos, Marie-Antoinette Katoto y Delphine Cascarino, de Francia, Stine Larsen de Dinamarca, Catarina Macario de Estados Unidos y Janine Beckie de Canadá.

La participación de las mujeres en todas las disciplinas deportivas aumentó en los últimos años, tanto en forma profesional como amateur. Al mismo tiempo que creció la incidencia de lesiones de LCA (ligamento cruzado anterior) en mujeres.

La Copa Mundial de Fútbol Femenino que se está desarrollando en Australia-Nueva Zelanda hasta el 20 de agosto, se ve opacada por la ausencia de varias de sus estrellas debido a lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla.


Es el caso de Beth Mead, Leah Williamson, Fran Kirby, Ellie Brazil de Inglaterra, Vivianne Miedema de Países Bajos, Marie-Antoinette Katoto y Delphine Cascarino, de Francia, Stine Larsen de Dinamarca, Catarina Macario de Estados Unidos y Janine Beckie de Canadá.

La participación de las mujeres en todas las disciplinas deportivas aumentó en los últimos años, tanto en forma profesional como amateur. Al mismo tiempo que creció la incidencia de lesiones de LCA (ligamento cruzado anterior) en mujeres.

“Se calcula que las mujeres deportistas tienen entre cuatro y seis veces más probabilidades que los hombres de sufrir una ruptura del LCA”, plantea el osteópata y licenciado en Kinesiología Eladio Vecchi (M.N. 9.151) y advierte que el 40 por ciento de los jugadores que se rompieron un ligamento cruzado anterior lo volverán a hacer, en cualquiera de las rodillas, dentro de los siguientes cinco años.

“La cirugía consiste en sustituir el ligamento roto por un tendón, por lo general, de la misma rodilla”, señala el doctor Marcelo López (M.N. 84.407), traumatólogo especialista en Cirugía de Rodilla y Hombro, y agrega que actualmente, con la artroscopia es posible sustituir el ligamento y las lesiones asociadas con mínimas incisiones, lo que resulta en una recuperación más rápida, con menor dolor y con más precisión en el tratamiento.

Qué factores predisponen a que las mujeres se lesionen más
“El origen es multifactorial. Los factores de riesgos son ambientales, anatómicos, hormonales y biomecánicos”, enumera Vecchi.

Martha Dergal, médica del deporte, explicó que no se trata solo de una coincidencia o de mala suerte: “Me encantaría decirte que no, pero las hormonas mandan. Entonces, se ha visto que específicamente en los estrógenos y el estradiol, que es la hormona principal que las mujeres producimos durante la fase preovulatoria, en la ovulación, lo que hacen sobre el ligamento cruzado anterior es modificar su elasticidad, es decir, lo vuelven mucho más elástico¨.

“Entonces, cuando estamos en un periodo ovulatorio esos receptores detectan el estradiol y empiezan a producir muchas menos fibras de colágeno, lo cual hace que se vuelva más laxo. Por ende, nos vuelve mucho más propensas a desarrollar lesiones. No significa que por ser mujer estés condenada a sufrir una lesión del ligamento cruzado anterior”, aseguró.

“Más que una preparación diferente, lo que se sugiere con todo el cuerpo técnico que rodea a las atletas es que las cargas de entrenamiento se periodicen acorde al ciclo menstrual y específicamente en estos días en los que son mucho más vulnerables a sufrir lesiones, entonces que se periodice y que las cargas de entrenamiento no sean máximas”, sugirió la doctora.

Según explicó, además, ”la pelvis más ancha (preparada para la maternidad) y el fémur más corto en la mujer forman un ángulo denominado Q, que es más elevado en la mujer que en el hombre. Este ángulo es mayor en los atletas lesionados que en los no lesionados”, detalla el kinesiólogo.

Otras causa de esta diferencia es que en las mujeres el músculo cuadríceps presenta mayor activación durante los esfuerzos en flexión de la rodilla, mientras que los isquiotibiales tienden a relajarse. Esta diferencia en la activación muscular provoca un deslizamiento anterior de la tibia sobre el fémur, causando mayor estrés al LCA sostiene Vecchi.

Los estudios son muy recientes y las estrategias para paliar estos desafíos están desarrollándose y se verán en las canchas en un futuro cercano.

Fuente: TN

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